Valor en momentos difíciles
Palabras de Jesús
[Courage for Times of Trouble]
«Invócame en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú me glorificarás». Salmo 50:15
Ustedes son Mi posesión más preciada (Santiago 1:18). Invoquen Mis promesas de seguridad y protección y confíen en Mis cuidados, sin importar la enfermedad, desastre natural o calamidad que asole el mundo. Ustedes habitan bajo Mi sombra y Yo soy su refugio y fortaleza, en Quien pueden confiar. Yo puedo protegerlos pese a las calamidades o enfermedad, así que no hay razón por la cual temer a la «pestilencia que ande en la oscuridad» ni a la «mortandad que en medio del día destruya» (Salmo 91:6). Su futuro eterno está garantizado, sin importar las condiciones que enfrenten en su vida terrestre.
Pueden hacer su parte y adoptar medidas prácticas para evitar contagiarse en casos de enfermedades infecciosas, como lavarse las manos con regularidad y mantener fuerte el sistema inmunológico comiendo alimentos nutritivos, descansado lo suficiente y dedicando tiempo a hacer ejercicio con regularidad. Lo más importante es encomendar en oración la salud de ustedes y la de sus seres queridos. Luego, tengan la seguridad de que, sin importar lo que enfrenten, Yo estaré con ustedes.
Los periodos de epidemias o calamidades extendidas son una buena oportunidad para ayudar a quienes están preocupados o temerosos y de comunicarles paz, esperanza, fe y —sobre todo— salvación. Los problemas son oportunidades para anunciar el mensaje a quienes de otra manera no sería posible, y de ayudar a los que ya me conocen a profundizar su conocimiento de Mí.
Los hombres y mujeres que no me conocen suelen temer la muerte, lo que algunos llaman «lo desconocido». Pero no es así para quienes me conocen. Ustedes pueden dar a otros esa paz al ayudarles a conocerme y recibir Mi regalo de salvación. Y conocerme es la vida eterna (Juan 17:3).
Los que me conocen no solo tienen la promesa de un estupendo futuro en el Cielo, sino que pueden llenarse de paz y fe aquí y ahora, sabiendo sin asomo de duda que los amo y cuido de ellos. Pueden cambiar la preocupación y el temor por confianza y dependencia de Mí, al darse cuenta de que, si viven o mueren, viven o mueren conmigo y que nada puede apartarlos de Mi amor o del eterno futuro que les he prometido (Romanos 14:8, 8:38-39).
No se preocupen al escuchar o leer sobre desastres naturales o epidemias en los medios de difusión. Los gobiernos del mundo no pueden ofrecerles esperanza verdadera y la paz que alcanzan echando sus preocupaciones sobre Mí y dejando su vida en Mis manos. Ellos, en cambio, se preparan para lo peor y cuando cunde el temor y el pánico, intentan calmar a la gente. Los medios de comunicación suelen enfocarse en lo peor y luego tratan de calmar los temores que ellos mismos han provocado, y en ambos casos lo usan para sacar provecho.
De modo que tengan fe, amados Míos. Si bien es prudente actuar con cuidado y oración y tomar las precauciones que les indico, no se beneficiarían al dejarse influenciar por la prensa. Yo estoy a cargo de la vida y de la muerte. Ustedes son Míos, los amo y haré que todo sea para bien en su vida. Confíen en Mí, dependan de Mí y enseñen a otros a hacer lo mismo, porque su futuro es tan halagüeño como Mis promesas.
Esperanza en épocas de conflicto
«El Señor será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia. En Ti confiarán los que conocen Tu nombre, por cuanto Tú, Señor, no desamparaste a los que te buscaron.» Salmo 9:9-10
Es una época triste para los pobres. Derramo lágrimas de tristeza por los pobres y los que sufren. «Es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!» (Mateo 18:7.) Sé que les causa gran tristeza interior ver tanta destrucción y opresión. Yo también lloro por el sufrimiento de los inocentes.
¿Hay algo que puedan hacer ustedes? Pueden orar. Pueden orar por las personas que me conocen para que estén dotadas, protegidas y tengan apoyo para dar Mi amor a otros. Pueden orar para que Mi consuelo se manifieste a quienes sufren. Pueden orar pidiendo respuestas a las oraciones de los dolientes. Pueden orar pidiendo paz a pesar de la agitación.
También pueden orar por las vidas quebrantadas y por consuelo para quienes han perdido hijos, hermanos, hermanas, esposos y esposas. Pueden orar para que se abran a Mi Espíritu, se acerquen a Mí y encuentren refugio en Mi presencia. Pueden orar fervorosamente para que puedan encontrarme en su sufrimiento y reciban el consuelo de Mi Espíritu.
Pueden denunciar la injusticia, las atrocidades y la maldad. Pueden juntarse con los millones de cristianos en todo el mundo que oran por los oprimidos. Pueden solidarizarse con su difícil situación. También pueden ayudar en labores de asistencia, socorrismo o alguna otra forma de apoyo o participar en los programas locales para refugiados en su país.
El trabajo de ustedes es tener una postura a favor de la verdad, la justicia y la paz. Pueden explicar a otros que deploran la violencia y la rechazan como solución a los problemas. Pueden explicar que están profundamente entristecidos por la pérdida de vidas humanas en ambos bandos y que oran por todos los que sufren.
Pueden pedir a sus amistades que se unan a ustedes en oración por la resolución del conflicto y la restauración de la paz. Pueden orar por una paz duradera y el fin del sufrimiento. Oren por los pobres y los necesitados, los heridos y las personas que han perdido a sus seres queridos, y dejen en Mis manos el destino de los perpetradores de violencia.
Oren para que el Evangelio de Mi amor sea predicado a todos los que sufren en medio de crueles guerras. ¡Continúen difundiendo Mi amor y Mi verdad en todos los rincones de la tierra, en una nación tras otra, y enseñen a otros a ser también testigos Míos! ¡Den a conocer Mi Palabra para que su luz ilumine las tinieblas y otros puedan conocer Mi amor, esperanza y vida!
La mejor preparación
«Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera, porque en Ti ha confiado. Confiad en el Señor perpetuamente, porque en el Señor está la fortaleza de los siglos.» Isaías 26:3-4
A medida que me encomiendes cada aspecto de tu futuro, te haré partícipe de Mi paz y alegría. Tráeme tus preocupaciones y problemas. Confía en que, pese a los momentos de estrés y dificultad, siempre estoy contigo. Mi gozo te dará fuerzas y te sostendrá sin importar lo que ocurra en el mundo.
Mantén la mirada puesta en Mí. No mires el viento y las olas. Si te enfocas en el viento, te parecerá que el viento te llevará. Si miras las olas, te parecerá que te ahogarán. Pero si me miras a Mí, tendrás la fe de que puedes lograrlo, que puedes seguir hasta el final, que puedes soportar el peso, que puedes hacer todo lo que te pido.
La mejor preparación para el futuro y para los momentos de dificultad en el mundo es preparar tu corazón. Permanece cerca de Mí. Apóyate en Mí. Pasa tiempo en oración. Dedica tiempo a memorizar y recordar la Palabra que guardas en el corazón. No te apartes de Mí y confía en que siempre estaré contigo.
Publicado por primera vez en 2009. Adaptado y publicado de nuevo en marzo de 2023.
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