Sumisión a Jesús
Palabras de Jesús
[Submission to Jesus]
Confía en el Señor con todo tu corazón. Reconócelo en todos tus caminos y Él enderezará tus sendas. Proverbios 3:5,6
Cuando vienes a Mí con un corazón abierto, sometiendo tu vida a Mí, verás que Yo lo hago todo bien, incluso cuando las cosas no resultan de la manera que habías esperado, planeado o como pensabas que sería lo mejor. Encontrarás la paz y la satisfacción que vienen al confiar en Mí y saber que Yo obro en tu vida y tengo un plan y un propósito para ti.
También hallarás sabiduría a medida que tomes la senda de la humildad. Procura escuchar a los demás y no estés tan seguro de tus propias ideas, fuerzas y entendimiento. Busca Mi sabiduría y Mi voluntad. Pregúntate si en cierta medida me limitas, o si me buscas con un corazón abierto y receptivo: un corazón que se ha sometido a Mi voluntad y a lo que le pido. ¿Estás dispuesto a confiar en Mí para el resultado?
A medida que te presentas delante de Mí en oración y te acercas a Mí, buscando de todo corazón Mi voluntad, confía en que Yo te guiaré. A medida que me encomiendas tu corazón, tu vida y todas tus costumbres, confiando en que Yo dirigiré tu camino, hallarás descanso en tu corazón, en tu mente y espíritu.
Recompensas de la sumisión
Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Salmo 37:5,6
Eres como un jardinero de Mi reino. Te he dado una parcela muy especial, que es tu puesto de servicio para Mí. Te he dado las semillas para que las siembres en tu jardín; también te he otorgado numerosas bendiciones y experiencias para ayudarte en tus tareas. A medida que has sometido tu vida a Mí y has dicho: «No se haga mi voluntad, sino la Tuya», tu jardín ha prosperado.
Cuando estás dispuesto a buscar Mi voluntad antes que la tuya y dar de ti mismo, a sacrificarte por el bien de los demás y Mi obra, y a ser humilde a los ojos de los que te rodean, Mi Espíritu puede morar en ti con mayor abundancia y tu parcela prosperará. La gente se maravillará de la belleza del terreno, sabiendo que has estado conmigo, y me glorificará. Verá a un jardinero humilde, que alza las manos hacia el cielo y dice: «No soy yo quien ha creado este hermoso jardín, sino el Maestro jardinero: ¡toda la gloria sea para Él!»
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por Mí, en amor y sumisión, y tome la cruz para seguirme. Renunciar a la propia voluntad por Mi voluntad está al centro de renunciar a todo para ser Mi discípulo. Sin embargo, el que lleva la cruz, menospreciando el oprobio, en esta vida experimentará Mi alegría y paz y será recompensado en abundancia en la otra vida. El que renuncia a todo para seguirme, recibirá cien veces más: ¡bendiciones en esta vida y un gran galardón en la vida venidera!
Las bendiciones de la mansedumbre
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Mateo 5:5
He prometido que los mansos serán bendecidos. No pienses que tu mansedumbre es debilidad, ni que tu sumisión a otros o tu humildad al estimar a los demás como mejores que tú es señal de debilidad (Filipenses 2:3). Son puntos fuertes que te permiten mostrar a otros las verdaderas riquezas y Mi forma de ver las cosas, y que te ayudan a encontrar Mi sabiduría y amor.
Permíteme que te guíe a través de tu mansedumbre, tu sumisión a Mí y Mi voluntad y Mis caminos, y a través de amar a los demás y cuidar de ellos. Confía en que te he dado los dones y la sabiduría que son necesarios, pues dependes de Mí y Mi Palabra. Te daré las fuerzas y la perseverancia que necesites para todo lo que enfrentes en tu vida.
No temas ni desmayes, porque Yo te fortaleceré, te ayudaré, te sostendré con la diestra de Mi justicia (Isaías 41:10). Irás de poder en poder como he prometido (Salmo 84:7). Así pues, no te desanimes cuando te sientas incapaz o insuficiente para la tarea en cuestión. Recuerda que tu suficiencia y tu fortaleza provienen de Mí, y que tu fe es la victoria que vence al mundo.
Mantenerse en órbita
Esforzarte por agradarme es una manera alegre de vivir. Claro, sin fe es imposible agradarme. Debes creer que de verdad existo y que recompenso a los que me buscan de todo corazón (Hebreos 11:6).
Vivir para complacerme es una inversión acertada; no solo por las recompensas que se recibirán en el Cielo, sino también para el diario placer en la Tierra. Yo debo ser el Centro de tu existencia, el Sol alrededor del cual orbites. Cuando vives de esta manera —disfrutándome, sirviéndome, deseando complacerme— permaneces en tu órbita adecuada. Cuando vives de manera egocéntrica, te desvías de tu rumbo.
El desafío es mantenerme en el centro de lo que hagas, digas y pienses. Esta batalla empieza en tu mente, así que procura llevar cautivo todo pensamiento para que me obedezca (2 Corintios 10:5). Estudia Mi Palabra para que descubras qué es lo que me complace, y recuerda que Mi amor por ti es una maravilla. Ser consciente de Mi increíble amor te ayudará a permanecer en órbita alrededor del Hijo, disfrutando los radiantes placeres de Mi presencia.
Te llenaré de alegría y paz a medida que esperas en Mi presencia. Pasar tiempo conmigo demuestra que de verdad confías en Mí. La gente que confía principalmente en sí misma y en sus habilidades con frecuencia me saca de su vida. A medida que aprendas a confiar más en Mí, aumentará tu deleite en el tiempo que pases conmigo.
Y mientras más esperes en Mi presencia, tu fe será más profunda; aumentará tu alegría y paz. Como me perteneces, Mi Espíritu vive en ti. Es posible que a veces no seas consciente de Su presencia, pero Él siempre está al tanto de ti. Es más, continuamente trabaja dentro de ti: transformándote a Mi semejanza con más y más gloria (2 Corintios 3:18). Colaboras en este proceso al concentrarte en Mí. A medida que eres más y más como Yo, en tu interior aumenta la esperanza.
Con la ayuda del Espíritu, esta esperanza puede brotar dentro de ti hasta desbordarse; ¡y derramarse y salpicar la vida de otras personas!1
Publicado por primera vez en febrero de 1996, a menos que se indique otra cosa en los párrafos correspondientes. Adaptado y publicado de nuevo en marzo de 2024.
1 Sarah Young, Jesus Today (Thomas Nelson, 2012).
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