Un trabajo bien hecho
Anitha Abraham
[A Job Well Done]
Puede que no hablemos mucho de ello, o puede que sí, pero forma parte de nuestro día a día: EL TRABAJO. La forma en que percibimos nuestro trabajo varía de persona a persona. Para algunas, lo que importa es el salario. Para unos pocos afortunados, su trabajo se centra en su pasión. Cada día se dedican a hacer lo que aman y además les pagan por ello.
También hay muchos que trabajan, pero que perciben un salario, como las amas de casa y cuidadoras o los jubilados que se ofrecen como voluntarios.
Independientemente de las razones por las que trabajemos o en qué consista nuestra trabajo, hay una constante para los creyentes que trabajan: «Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo» (Colosenses 3:23).
(Lean el artículo aquí.)
Artículos recientes
- Superar obstáculos
- Para Dios eres importante
- Nuestro pan de cada día
- Proclamar las buenas nuevas del evangelio
- Parábolas de Jesús: El rico insensato
- Don de generosidad
- El relato que elimina las excusas
- El arte desaparecido de repartir folletos del Evangelio
- La presencia de Dios en momentos de soledad
- Preocuparse menos, confiar más