Superar la tristeza ocasionada por los cambios
Palabras de Jesús
Comprendo el temor, vacilación e inquietud que acompañan a las temporadas de cambios. Se preguntan si el cambio será beneficioso y se alegrarán de los cambios que haré. Pero recuerden que dichos cambios serán para que prosperen, para que tengan esperanza y un futuro mejor[1].
Piensen en su vida y en los diversos cambios que han tenido. A veces parecía que no mejorarían su situación, o les exigían sacrificarse mucho, ceder, aceptar. Pero al recordar esas situaciones ahora, se dan cuenta de los beneficios que les reportaron y las bendiciones que les trajeron. Siempre velo por los Míos.
Todo cambia, excepto Yo, Mi Palabra y Mi amor incondicional y eterno por ustedes. Ello no ha cambiado. Ha permanecido igual desde el principio y será eterno. Son mi amada esposa que cuido con esmero. Así que no se preocupen por los cambios que afrontarán en el futuro o que están experimentando en estos momentos, porque estoy a su lado para ayudarlos a salir adelante.
Están en una situación enteramente nueva y es posible que se sientan algo perdidos, que no sepan cómo se llevarán con quienes los rodean, si encajarán y si sus aportes serán valorados. Al dejar atrás lo viejo, aquello con lo que se sentían cómodos y que conocían muy bien, hay mucho a lo que deben adaptarse: nuevas personalidades, nuevas destrezas que aprender, una nueva cultura.
Si sienten tristeza debido a los cambios sepan que comprendo y me compadezco. Acudan a Mí con sus cargas y batallas y colóquenlas sobre Mis hombros. Permitan que alivie sus temores, enjugue sus lágrimas y les dé Mi promesa eterna de que son Mis hijos y nunca los dejaré ni abandonaré. Me valdré del sitio donde se encuentran a fin de que cumplan Mi voluntad para su vida.
Su vida, felicidad, sentido de realización y paz son muy importantes para Mí y haré que se hagan realidad en sus vidas. A medida que confían en que todas las cosas ayudan para bien encontrarán satisfacción en el lugar donde se encuentren. No permitiré que lleven cargas que no puedan soportar.
Si se preguntan si podrán soportar la carga, acudan a Mí y permítanme que les dé alivio y los vuelva a llenar. Pongan sus ojos en Mí y tráiganme toda preocupación. Sepan que les conferiré la gracia para salir adelante durante el tiempo de cambios y adaptación.
Cuando parece que nada sale bien
Hace falta mucha fe para asumir un compromiso, especialmente cuando se topan con dificultades o batallas inesperadas al poco tiempo de llegar. Esperan tener que luchar hasta cierto punto, pero en muchos casos tienen expectativas poco realistas en cuanto a la intensidad de las adversidades. Encuentran personas con las que les cuesta llevarse bien o el trabajo no es lo que esperaban.
Cuando una situación no parece ser la ideal desde el principio, es natural que quieran rendirse tan pronto puedan. No obstante, si se asustan debido a los problemas, se podrían perder la victoria y el buen fruto que se obtienen una vez que se superan los retos iniciales de la adaptación. Toma tiempo y esfuerzo integrarse a un equipo que da fruto. Requiere paciencia. Si al toparse con desafíos y dificultades los encaran con unidad lograrán que el equipo se una muy estrechamente. Si hacen su parte, verán que los he llamado a participar de los cambios que deseo hacer en su nueva situación.
Puede que parezca un error Mío, pero si una situación no resulta y eso los lleva a tener un corazón más sumiso y con más apremio, lo considero un beneficio y una bendición tremendos. Significa que Yo tengo mayor influencia en su vida y más posibilidades de ayudarles a encontrar su lugar. La fe y la sumisión son imprescindibles para crear el terreno fértil en el que Mis promesas puedan germinar y llevar fruto. Mis promesas son como semillas que hay que sembrar, regar, cuidar y cultivar para que lleven fruto. Quieren que los plante de repente en el horizonte de sus sueños, donde Mis promesas se hagan realidad de la noche a la mañana, cuando lo cierto es que Mi voluntad para ustedes es que recorran la vía que conduce a ese objetivo y que adquieran madurez espiritual y experiencia a lo largo del camino.
Mientras sigan encomendándome su futuro, les ayudaré a encontrar su lugar a Mi servicio. Para ello, a veces hace falta renovar un poco la instalación o incluso modificar y adaptar una situación a fin de que todo encaje, pero confíen en que si es Mi voluntad manejaré los hilos y cumpliré las promesas que les he hecho.
Una pieza del rompecabezas
Veo las inquietudes que te han surgido desde que acabaste en esta situación en la que las cosas no van tan bien como esperabas. Te preguntas si me escuchaste bien, si tomaste la decisión correcta cuando escogiste este camino.
Comprendo tus interrogantes, la tristeza, el dolor y la angustia que sientes. No te quepa duda de que estoy a tu lado. Eres Mi hija y te amo y velo por ti con mucha ternura. Jamás te pondría en un lugar tan pequeño que no te permita crecer. Esta es una situación en la que puedes crecer; una oportunidad de la cual quiero servirme para impartirte nuevas enseñanzas y ayudarte a cultivar cualidades espirituales como la humildad, la mansedumbre, la dependencia de Mí.
Si dejas de ver la situación desde la perspectiva negativa del desaliento, adoptas una óptica positiva y la consideras una ocasión motivadora, verás la situación como Yo.Yo veo las posibilidades que hay. Veo que eres una pieza del rompecabezas; la que lo completará. Con todo, es posible que te hagan falta algunos ajustes, limarte por aquí y por allá para encajar a la perfección.
Son las piezas moldeables y maleables las que descubren que pueden encajar en cualquier escena y completarla. Las más flexibles son las más solicitadas, porque, sea cual sea la situación, ayudan a completar el cuadro al permitir ser colocadas donde se requiera. Si te empeñas en ser una pieza que conserve su forma particular, te costará encajar en el nuevo rompecabezas.
La adaptabilidad es una cualidad muy valiosa al conformar un equipo, la disposición a hacer tu parte te convierte en alguien importante en cualquier equipo. Sé que puede costarte un poco encajar en este rompecabezas, pero deja que te pula un poco, y también las otras piezas, y verás cómo te convierto en la obra maestra que sé que puedes ser.
Deja que la paciencia lleve a cabo su obra perfecta y que Yo obre en la situación. Te tengo en la rueda del alfarero, y para que pueda hacer algo hermoso con tu vida tienes que quedarte quieta y darme tiempo para trabajar[2]. No hace falta que te preocupes pensando que haré girar la rueda para siempre. Recuerda que son esos giros los que te convierten en una vasija mejor.
Confía en Mí, que lo hago todo bien. La obra que comencé en ti la perfeccionaré hasta el final.
Publicado por primera vez en agosto de 2007. Texto adaptado y publicado de nuevo en junio de 2018.
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