Si no descansas, no sanas
Kathi Lipp
«Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso». Mateo 11:28 (NVI)
Estoy familiarizada con el sonido ahora.
Biiiiiiiiip. ¡Biiip biiip!
Sí. Otra advertencia de tormenta invernal aquí en la montaña.
Mi esposo y yo estamos acostumbrados a estar atrapados dentro de nuestra casa por un par de días. (Excepto para ir a ver nuestra bandada de gallinas, que no aprecian el clima ni un poquito). Hacemos un fuego en la chimenea, preparamos sopa y esperamos a que pase la tormenta.
Pero esta vez era distinto porque nuestro verano había sido tan diferente. […]
(Continúen leyendo el artículo aquí.)
Artículos recientes
- ¿Por qué no interviene Dios?
- Cultivar una vibrante vida de oración
- Dar ánimo a los demás
- Reconectado
- ¡Jesús no ha cambiado, y nunca lo hará!
- Confiar en Dios en cada etapa de la vida
- Todo lo que el dinero no puede comprar
- Vienen mejores días (4ª parte)
- Historia de dos siervos
- Cuando las cosas parecen imposibles