No te des por vencido
Jon Bloom
Todos anhelamos descansar de la fatiga de vivir. Dios colocó el deseo de descanso en nuestra alma, y promete concederlo: «Satisfaré al alma cansada y saciaré a toda alma entristecida»[1].
De una manera muy real, Jesús da descanso a «todos los que están fatigados y cargados» y van a Él[2]. Pero en esta época, no podemos encontrar un descanso pleno […]
(Leer el artículo [en inglés] aquí.)
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