Confiar un futuro desconocido a un Dios conocido
Brian Chilton
El domingo pasado al salir de la iglesia en compañía de mi familia nos detuvimos frente a un anticuario de la localidad. No nos detuvimos por un motivo en particular. Únicamente para ojear la mercancía en busca de alguna cosa, que como dice mi esposa «sin la cual no podríamos subsistir». Mientras recorríamos los pasillos de la tienda, me topé con un letrero con un mensaje que era justo para mí. Decía: «Nunca temas confiar un futuro desconocido a un Dios conocido». Me consta que hay personas que le han pedido a Dios una señal. Yo mismo lo he hecho. No obstante, esta vez Él me estaba dando una señal literalmente para el momento.
A manera de telón de fondo, habíamos asistido al último servicio que oficié como pastor. Ahora, estoy a punto de aventurarme en un nuevo ministerio.
(Leer el artículo en inglés aquí.)
Artículos recientes
- Aún andamos por fe
- La comunicación en el matrimonio
- Mirar hacia el Cielo transforma nuestro dolor
- Vienen mejores días, parte 8
- Marcado con la imagen de Dios
- Aprender a bailar en la oscuridad
- Dones y vocaciones
- Una pandemia de soledad
- Encaremos con fe las dificultades de la vida
- ¡Aprovecha la oportunidad! ¡No lo postergues!