¿Cómo es el Cielo?
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Como un niño que de repente deja de llorar cuando su madre lo estrecha entre sus brazos, así será el asimiento del cielo en nuestra alma. Ravi Zacharias
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El cielo es un auténtico lugar donde algún día vivirá el pueblo de Dios. De hecho, el Cielo es donde Dios y los ángeles habitan. Juan 14:1-3 incluso señala que Jesús está en el Cielo preparándonos un lugar donde vivir. En el Cielo, ¡los que Dios salve tendrán un nuevo cuerpo, sin la maldición del pecado! Allí no habrá ciegos, sordos ni cojos[1]. […] Lo más importante es que Dios estará en el Cielo y Él quiere ser tu amigo. Quiere habitar contigo y enjugar todas tus lágrimas[2]. Anónimo[3]
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A todos les gustaría saber sobre el Cielo y quieren ir allí. Encuestas recientes parecen indicar que casi el 80% de los estadounidenses creen que hay un lugar que se llama Cielo. Esa estadística me parece alentadora porque me dice que aun en esta era de escepticismo hay algo muy en lo profundo del corazón humano que grita: «Tiene que haber algo más. Algo más que el dolor y sufrimiento de esta vida. Algo más que los 70 u 80 años en el planeta Tierra. Algo más que nacer, vivir, morir, y luego ser enterrado».
A veces hablamos de un vacío que tiene la forma de Dios y que se encuentra dentro del corazón humano. Creo que también existe un vacío que tiene la forma del Cielo, una sensación de que fuimos hechos para algo más que esta vida. Fuimos creados para vivir eternamente en algún lado. En realidad, fuimos hechos para el Cielo. […]
La Biblia nos dice todo lo que necesitamos saber, y creo que también nos dice todo lo que podemos saber con certeza sobre el Cielo. […]
¿Cómo es el Cielo? Estos son siete datos acerca del Cielo que se encuentran en la Biblia. El Cielo es…
- El lugar donde habita Dios[4].
- Donde Cristo está actualmente[5].
- Donde van los cristianos al morir[6].
- La casa del Padre[7].
- Una ciudad diseñada y construida por Dios[8].
- Una patria mejor[9].
- El paraíso[10].
La mayoría de nosotros hemos escuchado que el Cielo es un lugar donde las calles están pavimentadas con oro, las puertas son de perla y los muros están hechos de joyas preciosas. Esas imágenes vienen de Apocalipsis 21, que nos ofrece la perspectiva más amplia del Cielo que hay en toda la Biblia. Si me preguntan si creo que todo eso es cierto literalmente, la respuesta es que sí y no. Sí, esas cosas son ciertas literalmente, pero no, el Cielo no será como lo imaginamos. ¡Será mucho mejor! Donna Jones[11]
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El Cielo es un lugar, tanto como Nueva York o Chicago son lugares. Charles Ferguson Ball
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Cuando era pequeño, en una ocasión fuimos de vacaciones en familia a Disneylandia en el sur de California. Durante el viaje en auto, mi papá intentó explicar cómo era Disneylandia. Una vez que llegamos allí, me di cuenta de que en realidad no se puede entender lo que es Disneylandia a menos que uno vaya allí y uno mismo lo experimente.
Algunas experiencias simplemente no se pueden explicar.
Lo mismo se puede decir del Cielo. Las palabras humanas no pueden explicar adecuadamente los misterios divinos del Cielo. Sin embargo, la Palabra de Dios nos ofrece un poco de información sobre cómo será.
En el Cielo, nos reuniremos con los otros creyentes[12].
Seremos recompensados por nuestras buenas acciones que hicimosaquí en la tierra: generosidad, servicio y buen carácter. Eso no significa que somos salvos por nuestras buenas acciones. Solo la gracia de Dios por medio del sacrificio de Jesús puede llevarnos al Cielo[13].
Tendremos cargos. Utilizaremos los dones y talentos que Dios nos dio para hacer lo que nos encanta hacer[14].
En el Cielo encontraremos descanso como nunca lo hemos imaginado. Sí, vamos a trabajar, pero nuestro trabajo en el Cielo será una alegría tranquila, no será una carga[15].
En el Cielo, nos regocijaremos. Disfrutaremos de estar con Dios. Y también disfrutaremos de la compañía de los demás[16].
Sin lugar a dudas, todos queremos que nuestra familia y amigos estén allí con nosotros en el Cielo. […]
¿Por quién vas a orar con fe, creyendo que Dios abrirá su corazón, a fin de que esa persona acepte a Jesús y al mensaje del evangelio? Rick Warren
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Jesús quiere que comprendamos el amor que reina en el Cielo y que al mismo tiempo tengamos conocimiento del lugar que nos aguarda a quienes lo amamos, una vez que trascendemos el velo de esta vida. La misma alegría, amor, paz y contentamiento que los salvos apenas si logramos saborear aquí en la Tierra, allá predominan y los experimentaremos en abundancia.
Él quiere que comprendamos la plenitud del amor que experimentaremos y el cumplimiento de las promesas que nos ha hecho. El Cielo es real; la muerte no es más que la puerta por la que pasamos de la vida que ahora vivimos, a la eternidad.
«Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido»[17].
Muchos dicen que cuando traspasamos el umbral de la muerte se acaba todo, es el final. Pero se equivocan. El umbral de la muerte es la entrada a una nueva vida: La vida del otro lado del veloque separa esos dos mundos. Seguimos siendo nosotros mismos. Conservamos nuestra individualidad. No dejamos de vivir, madurar y aprender. Nuestro espíritu sigue adelante.
«En la casa de Mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, Yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a Mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis»[18].
Cuando se nos llame a abandonar esta vida, cuando lleguemos a ese umbral, dejaremos atrás las cosas de esta vida: nuestro cuerpo terrenal, nuestros bienes materiales. Nos despojamos de esas cosas como quien se quita un atuendo. Pero nuestro espíritu, que constituye la esencia de lo que somos, el verdadero yo y verdadero tú, traspasa ese velo y continúa. Nuestra experiencia y conocimientos —y sobre todo lo que hemos aprendido espiritualmente, lo relacionado con el amor, la bondad, y la verdad— nos los llevamos con nosotros y nos rinde beneficios por la eternidad. Por eso, este es el reto: ¿Aprenderemos y aplicaremos lo que esta vida nos enseña?
En el espléndido reino divino del amor —cualesquiera que sean nuestras limitaciones aquí—gozaremos de paz interior y satisfacción de espíritu. No sentiremos ningún temor; nuestras necesidades serán satisfechas en abundancia. Allí podremos hallar verdadero amor y llenar los espacios vacíos de nuestra vida, corazón, mente y espíritu.
Jesús es la puerta al Cielo, y al entrar allí a través de Él, nuestra vida, tanto en este mundo como en el venidero, será más grandiosa que todo lo que nos hayamos podido imaginar. Por el hecho de haber aceptado a Jesús vamos a vivir para siempre con Él en Su reino fascinante, maravilloso y gratificador en el que impera la paz.
El Señor nos llevará allí a Su tiempo:
«En Tu mano están mis tiempos»[19].
«Este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aun más allá de la muerte»[20].
¡El Cielo es nuestro destino final! Pero mientras tanto, el Señor nos tiene reservado mucho trabajo que hacer aquí, lo que incluye llevar con nosotros al Cielo a cuantos podamos. Tomado de las 12 piedras fundamentales.
Publicado en Áncora en junio de 2019. Leído por Miguel Newheart.
[1] Isaías 35:5–6; Filipenses 3:21.
[2] Apocalipsis 21:1-4.
[3] http://www.bibleinfo.com/en/questions/where-is-heaven.
[4] Salmo 33:13.
[5] Hechos 1:11.
[6] Filipenses 1:21-23.
[7] Juan 14:2.
[8] Hebreos 11:10.
[9] Hebreos 11:16.
[10] Lucas 23:43.
[11] https://www.biblestudytools.com/bible-study/topical-studies/what-is-heaven-like-11636670.html.
[12] Hebreos 12:22–23.
[13] Lucas 6:35.
[14] Lucas 16:10-12.
[15] Hebreos 4:9-11.
[16] Mateo 25:21.
[17] 1 Corintios 13:12.
[18] Juan 14:2-3.
[19] Salmo 31:15a.
[20] Salmo 48:14.
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