Tu trabajo no es insignificante para Dios
Kaitlin Miller
Algunos días, hacer lo que Dios nos ha llamado a hacer puede carecer de sentido. Puede ser difícil identificar algún significado o propósito duradero en sentarse en una reunión, tomar una clase, completar una capacitación, asistir a un evento, esperar en una fila o cumplir un compromiso. […]
Cuando estamos tentados a etiquetar y limitar nuestras tareas como triviales o sin sentido, podemos renovar nuestra esperanza y resolución al recordar que Dios ha obrado grandes cosas, cosas eternamente significativas, a partir de inicios insignificantes.
(Lee el artículo [en inglés] aquí).
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