Tras la catástrofe
Palabras de Jesús
Aun cuando las cosas se ven más oscuras y deprimentes, ahí estoy Yo contigo. Jamás me aparto de tu lado. Estoy contigo en este tiempo de confusión para guiarte, protegerte y guardarte, para darte una paz y un consuelo que sobrepasan todo entendimiento. Confía en Mí en este tiempo de difícil en tu vida personal, y también en que guardo el corazón y la vida de quienes te rodean. Confía en que te indicaré cómo ayudar a los demás, cómo consolarlos y ser Mi amor para ellos. Yo te guiaré. Yo seré tu consuelo y tu fortaleza, de modo que tengas suficiente para brindarles a los demás.
Mírame a Mí. Mira más allá de la pena y el dolor, la devastación, el quebrantamiento; y ten la certeza de que aun si no tienes las respuestas a todas las preguntas, y aunque no puedes comprender el porqué de este desastre, Yo te sacaré adelante. Yo repararé los corazones quebrantados y sanaré sus heridas. Pon tu mano sobre la Mía, y permíteme caminar junto a ti en medio de esta destrucción y mostrarte cómo dar Mi amor a los demás y cómo recibir Mi consuelo.
No debes temer nada, porque aquí estoy Yo. Proveeré para ti y tus seres queridos. Guardaré tu corazón y espíritu para que no sufras demasiado. Te rodearé con Mi tierno amor y te daré la gracia necesaria para aguantar. Pon tus ojos en Mí y permíteme que te sostenga. Mis brazos son fuertes para consolarte, Mi corazón es grande para recibirte, Mis palabras son verdad y te darán paz. Deja que Mis palabras sean tu fuerza y la luz que ilumine tu camino.
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Cuando te encuentras en medio de la tragedia, Mi Espíritu en ti puede brillar aún más fuerte. Has sido conmovido con la dificultad y quebranto de corazón y devastación, así que cuando puedas brindar una sonrisa, una palabra de esperanza o una porción de tu tiempo para ayudar a aquellos que están desesperados —aun cuando no tienes todo lo que necesitas— puede convertirse en un poderoso testimonio de Mi amor que brilla a través de ti y que puede influir en la vida de las personas y transformarlas.
Mientras este mundo se vuelve más escéptico y de corazón duro, las situaciones como éstas se convierten en poderosas oportunidades de representarme delante de muchos. Tal como Yo estuve entre los pobres, los cojos, los enfermos y los abandonados, haces lo mismo, habiendo sufrido pérdidas también, cuando te acercas a los más necesitados en este momento. Estoy orgulloso de ti por acudir a esta necesidad, por dar a pesar de que tienes necesidades, por aferrarte a Mí en este período traumático. No importa lo que hayas perdido de bienes materiales; sigues siendo rico en fe, amor, sabiduría y recompensas celestiales. Brillas en medio de la oscuridad. Te honro por tu amor y sacrificio, porque eres un ejemplo viviente de Mi amor por estas preciosas personas en su situación de pérdida.
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Gracias por permitirme valerme de ti para acercar a más personas a Mí. Gracias por ser Mis ojos y manos y corazón y amor a los perdidos y tristes y necesitados. Gracias por acercarte a otros a través de tus actos, de tus oraciones y de tu amor. Gracias por representarme ante los que jamás me han visto antes, y que tal vez jamás me hubieran visto de no ser por ti.
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Cuando una desgracia te deje emocionalmente por los suelos, siempre me puedes alabar porque en el Cielo lo remediaré todo. Enjugaré toda lágrima y te compensaré cada sacrificio. En el Cielo la vida será perfecta. De modo que si lo único que puedes hacer es visualizar el futuro y decirme: «Gracias, Jesús, porque un día lo arreglarás todo», esa es la esencia de la alabanza.
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Dirige tus oraciones y esfuerzos hacia quienes sufren ahora, los que quedaron traumatizados y lo perdieron todo. Tus plegarias los ayudarán a encontrar paz, consuelo y la ayuda que tantísimo necesitan. Contribuirán a aliviar su sufrimiento.
Ruega por todos los voluntarios que participan en las labores de socorro, los miles que intentan hacer lo posible por aliviar el sufrimiento. Trabajan con mucha presión y en circunstancias muy penosas, porque se dan cuenta de lo grave de la situación, y debido a ello no ven que sus esfuerzos puedan hacer que cambien mucho las circunstancias. Ora para que tengan fuerzas y resistencia, y que gracias a esta experiencia los que no me conocen lleguen a conocerme; que no se encallezca su corazón, sino que dejen que el sufrimiento que ven a su alrededor los enternezca y motive a acudir a Mí en busca de la asistencia, fuerzas, resistencia y compasión que necesitan. Con tus oraciones se puede lograr mucho para aliviar el sufrimiento.
Pídeme que afiance tu fe y fortalezca tu espíritu para que puedas soportar esas devastaciones —ya sean obra del hombre o catástrofes naturales— con espíritu de fe y confianza en Mí. Pase lo que pase, recuerda siempre Mis promesas, que estás en Mis manos.
Mantén el corazón firmemente unido a Mí, tu Roca inamovible, de forma que sea lo que sea que te sobrevenga a ti o al mundo que te rodea, tu fe se mantendrá firme. No apartes la mirada de Mi amor, del Cielo, de la espléndida vida más allá de la muerte que te espera a ti y a todos los que ponen en Mí su esperanza; y contribuye a comunicar esa esperanza al mundo para que este también encuentre paz en medio de la tormenta.
Un día regresaré y entonces el Cielo bajará a la Tierra. Mi Palabra se cumplirá; Yo seré el vencedor y conquistaré el mundo para Mi gloria. Y amanecerá un nuevo día. ¡Fija la mirada en esa meta celestial! No desesperes en esos momentos de gran sufrimiento, sino deja que Mi luz brille a través de ti, de modo que puedas ofrecer a otros la esperanza duradera, la solución de la salvación eterna y la ciudadanía en Mi reino.
Publicado en Áncora en julio de 2019.
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