Todos los días nos colma de beneficios
Recopilación
«Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación, que todos los días nos colma de beneficios». Salmo 68:19[1]
Los beneficios de Dios no son pocos ni de poca importancia. Son abundantes. No son intermitentes ni se entregan a sus hijos favoritos. Dios no tiene favoritos. A diario entrega beneficios a Sus hijos simplemente porque nos ama. El Padre nos lleva día a día como un padre a su hijo, o como un pastor a sus corderos. Y lo hace desde que estamos en el vientre hasta el ocaso de la vida.
Tomemos en consideración lo que Dios ha hecho por la humanidad. Ha dado al hombre un mundo en que vivir. Ha dado la vida para que se disfrute, el aire para respirar, la tierra para que se pase por ella, el fuego para calentar, y el agua para refrescar y limpiar. Ha provisto ropa para cubrir el cuerpo, hogares para dar refugio y una variedad de criaturas para servir y deleitar al ser humano.
Ahora bien, consideremos lo que Dios ha hecho por el creyente. Lo ha convertido en embajador de Su causa y le ha dado dominio sobre toda la Tierra. Dio al creyente todas las bendiciones espirituales, una abundancia de gracia y nuevas misericordias cada mañana. Ha dado vida al creyente con Su Espíritu; le dio justicia como vestidura y redención por la sangre de Jesús.
Jesús se hizo vil a fin de hacernos gloriosos, una maldición para otorgarnos bendiciones y tuvo llagas en la espalda a fin de que recibiéramos curación espiritual, emocional y física. Nos dio su vida para que podamos tener vida eterna.
A medida que avanzas en este peregrinaje cristiano encontrarás situaciones que merecen quejas. Antes de que des crédito a esa situación incómoda, considera el hecho de que a diario Dios te ha colmado de beneficios.
Te ha dado gloria en lugar de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido. Te ha dado paz en vez de confusión, una luz que te guíe en medio de la oscuridad y fortaleza cuando hay debilidad. Te ha dado agua viviente para un alma sedienta, pan de vida para un alma hambrienta y también intimidad en lugar de aislamiento. Te ha dado provisión para tus metas. También te ha bendecido a fin de que coseches en un campo donde no has sembrado.
Dale gracias. Servimos a Dios, el único sabio, verdadero y viviente, que a diario colma a Sus hijos de beneficios. Craig A. Brown[2]
No olvidemos Sus beneficios
«Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; Él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; Él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas». Salmo 103:2-5[3]
Una dificultad recurrente en nuestro camino por la vida es concentrarnos tanto en lo que necesitamos en el momento que olvidamos lo que ya tenemos. Eso me recuerda algo que se cantaba en nuestra iglesia, un himno hermoso basado en el Salmo 103. «Bendice, oh alma mía, al Señor y no olvides ninguno de Sus beneficios»[4]. El Señor nos perdona, nos sana, nos redime, provee para nosotros, nos satisface y nos renueva[5]. ¿Cómo podemos olvidar eso? Sin embargo, a menudo lo olvidamos cuando sucesos cotidianos hacen que pongamos la atención en necesidades urgentes, fracasos recurrentes y situaciones que parecen descontroladas.
El escritor de este Salmo nos pide que recordemos: «El Señor es clemente y compasivo. […] No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades. Tan grande es Su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra»[6].
En nuestra vida de fe, llegamos a Jesucristo humillados por nuestra falta de valía. No pensamos que tenemos un derecho cuando recibimos Su gracia y nos emocionamos en gran medida cuando el Señor nos prodiga Su amor. Nos recuerdan todos los beneficios que nos da. «Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser Su santo nombre»[7]. Our Daily Bread Ministries[8]
Abundancia
¿Qué puedo ofrecerle al Señor por todo lo que ha hecho a mi favor? Levantaré la copa de la salvación y alabaré el nombre del Señor por salvarme. Cumpliré las promesas que le hice al Señor en presencia de todo Su pueblo. Al Señor le conmueve profundamente la muerte de Sus amados. Salmo 116:12–15[9]
Siempre me anima mucho ver lo diferente que obra el Señor en la vida de cada uno y que, con mucho amor y atención, nos da exactamente lo que necesitamos para aprender, crecer y madurar. Él tiene un plan para hacer de cada uno la vasija de Su amor que debe ser.
Así pues, si estás teniendo dificultades o batallas en cualquier sentido, recuerda que, ¡vale la pena aguantar y seguir luchando! No apartes los ojos de la meta. Así, aunque estés metido en un torbellino, puedes tener la seguridad de que esa situación no durará para siempre, de que siempre habrá luz al final del túnel. Si mantienes la fe y te aferras a las abundantes promesas de Su Palabra, al final presenciarás el cumplimiento de Sus promesas.
Recuerda a diario los regalos de amor que el Señor entrega a manos llenas, porque nos ama, ¡a cada uno de nosotros en particular! Nos quiso tanto que dio la vida por nosotros. Nos sigue queriendo tanto como para dar la vida por nosotros. A diario entrega la vida por nosotros, nos da la alegría, el ungimiento, las fuerzas, la ayuda, Sus bendiciones y Su Palabra. ¡Son tesoros de valor incalculable, muy superiores a todo lo que podemos pedir o imaginar!
¡Él nos quiere más que a Su propia vida, pues la dio por nosotros! Su presencia está con nosotros, vela por nosotros en todo momento. Conoce cada uno de nuestros pensamientos, no se le escapa ninguno de nuestros deseos, y siempre responde de la manera que nos conviene más. Siempre está presente; nunca está ausente.
Con Él experimentamos el mayor amor que existe. Es el amante por antonomasia, el mejor amigo que pueda haber, el que nunca nos abandona, el que nunca nos defraudará, en cuyos amorosos brazos podemos reposar sin preocupación alguna, sin miedo al fracaso, sin condenación. ¡Somos enormemente bienaventurados sobre todos los pueblos que habitan la faz de la tierra! ¡Tenemos muchísimo que agradecer!
El Señor nos colma cada día de beneficios, ¡tanto que ni damos abasto! Ahora tenemos que hacer lo posible por comunicar nuestra fe a otras personas, para que ellas también puedan participar de esas infinitas riquezas. ¡Cuantas más demos, más nos seguirá dando Él! ¡Cuanto más lo alabemos por lo que nos ha dado, más nos concederá!
Así que no dejes de dar. No dejes de amar. No dejes de alabar, ¡y seguirás asombrándote de todo lo que va a hacer el Señor! María Fontaine
Bendito
«Vayas donde vayas y en todo lo que hagas, serás bendito». Deuteronomio 28:6[10]
La promesa: «Vayas donde vayas y en todo lo que hagas, serás bendito» hace referencia a tener la bendición en los asuntos de la vida cotidiana, ya sea dentro o fuera del hogar.
Así pues, Dios dice que tienes bendición en tu vida cotidiana. […] «Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación, que todos los días nos colma de beneficios» (Salmo 68:19, RVC). Y porque así lo dice la Palabra de Dios, cree que a diario tu vida está colmada de beneficios. Cada mañana, cuando te levantes, cree que es un día que el Señor ha hecho, alégrate y regocíjate[11]. Empieza el día esperando que esté lleno de los beneficios que Dios ha preparado para ti.
En la noche, cuando llegue el momento de ir a dormir, ten la seguridad de que tendrás bendición cuando te levantes en la mañana porque tu Padre celestial —que te ama incondicionalmente— ¡te enviará otra carga de beneficios!
No puedes hacer que tus bendiciones se hagan realidad. Pero si crees lo que Dios ha dicho en Su Palabra y actúas conforme a ello, las bendiciones se manifestarán en tu vida. En realidad, ¡Dios quiere bendecirte más de lo que tú lo deseas! Su Palabra lo declara. […] Cree la Palabra de Dios. Cree lo que dice en cuanto a las bendiciones, ¡y verás que tendrás Sus beneficios abundantemente y a diario! Joseph Prince[12]
Publicado en Áncora en enero de 2017.
[1] RVC.
[2] http://blackandchristian.com/articles/shining/brown-11-06.shtml.
[3] NVI.
[4] Salmo 103:2 (RVA 2015).
[5] V. Salmo 103:3-5.
[6] Salmo 103:8, 10-11 (NVI).
[7] Salmo 103:1 (NVI).
[8] http://odb.org/2016/01/03/all-his-benefits.
[9] NTV.
[10] NTV.
[11] Salmo 118:24.
[12] http://www.josephprince.org/daily-grace/grace-inspirations/single/god-daily-loads-you-with-benefits.
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