Rezar las Escrituras
Recopilación
Orar las Escrituras. Utilizar las palabras textuales de la Biblia para formar oraciones es un hábito que adquirí casualmente hace más de 20 años en una época en la que la tarea de lavar la ropa era tan monumental que casi no me dejaba tiempo para orar. (Por haber tenido cuatro hijos en un espacio de seis años, medía mi tiempo por cargas de ropa y no por horas.)
Para combatir el cansancio y la monotonía, mientras doblaba un incontable número de medias para jugar fútbol oraba:«Cubre a Hillary de compasión y benignidad» que tomé prestado de Colosenses 3:12. «Vístanse de profunda compasión, benignidad y paciencia».
Ahora que nuestros hijos son adultos, los márgenes de mi Biblia dan testimonio de los años de crianza. Oraba por su seguridad[1], por buenas amistades[2], por rasgos de personalidad como dominio propio[3] y mucho más. Hoy en día cuando pienso en sus necesidades como adultos sigo explorando las Escrituras y extraigo promesas y oraciones para todo, desde sus empleos, matrimonios, hasta su fe.
Lo que he aprendido a lo largo de muchos años es que independientemente de que oremos por nuestros hijos, nuestra pareja o nuestros compañeros de trabajo o amigos, cuando permitimos que la Biblia inspire nuestros pensamientos, cuando la Palabra de Dios ejerce influencia no solo sobre nuestras oraciones sino sobre nuestra perspectiva, nuestras oraciones concuerdan más con la voluntad de Dios. Es como tomar la mano de Dios para hacer equipo con nuestro Padre celestial para lograr todo el bien que Él tenga planeado. No llego a entenderlo del todo, pero me parece que es a lo que se refería Jesús en Juan 15:7 cuando afirmó: «Si permanecen en Mí y Mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho».
¿Obtuve todo lo que pedí? No. ¿En ocasiones ha sido difícil? Sí. ¿Han pasado mis hijos por momentos difíciles? Claro que sí. No obstante, Dios me ha enseñado fielmente a confiar en Su visión y no en mi agenda. Y vez tras vez, Su Palabra no ha regresado vacía. Jodie Berndt[4]
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Utilizar la Biblia y la oración son los métodos principales para desarrollar una relación profunda con Dios. De hecho, las demás disciplinas (el ayuno, el estudio, la sencillez, la adoración, la confesión y el servicio) están basadas en la lectura de la Biblia y la oración. Aunque muchos piensan que orar y leer la Biblia son prácticas espirituales separadas (por ejemplo, orar primero y luego leer la Biblia), pueden ser aún más poderosas cuando se combinan en «oraciones bíblicas». En mi caso, lo que más ha enriquecido mi vida espiritual ha sido la costumbre de hacer oraciones bíblicas a diario.
¿No sabes acerca de qué orar? ¿Tus oraciones se tornan monótonas o repetitivas? ¿Sientes que no estás orando bien? La confianza en tus oraciones se fortalece cuando oras las Palabras de Dios. Orar las Escrituras te permite valerte de las palabras y emociones de la Biblia para adquirir mayor fe en tus oraciones. ¿Qué significa «orar las Escrituras»? Evan Howard lo define así: «Orar las Escrituras es centrar los momentos de oración en algún texto específico de la Biblia». Podría hacerse orando los versículos uno por uno como si fueran propios, orar personalizando pasajes de las Escrituras, o rezar utilizando diversos temas de la Biblia. Phil Collins[5]
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Muchos pasajes de las Escrituras son oraciones. Así que, leerlos es orar, siempre y cuando nos despabilemos y estemos pensando en lo estamos haciendo. Pablo hace numerosas oraciones cuando reza por las personas a las que les escribe. […] Y muchos Salmos son oraciones. También Jesús nos dio algunas oraciones. Me valgo del acrónimo IAUS de los Salmos como guía cuando rezo las Escrituras:
I, Inclina mi corazón hacia Tus testimonios[6].
A, Abre mis ojos para ver cosas maravillosas[7].
U, Une mi corazón para que tema Tu nombre[8].
S, Satisfáceme en la mañana con Tu amor incondicional[9].
…Al leer las Escrituras, éstas o nos dicen algo acerca de Dios y Cristo, nos sirven para alabarlo, o nos dicen algo acerca de lo que Dios, Cristo y el Espíritu Santo hayan hecho para que le demos gracias o manifestemos nuestra fe al respecto. También nos indican lo que Dios espera de nosotros y así solicitemos Su ayuda. Nos pueden señalar algo en lo que hayamos fallado para que confesemos nuestros pecados. Así que al parecer prácticamente toda la Biblia nos señala una o más de las siguientes posibilidades: algo acerca de Dios, algo que haya hecho, lo que espera, algún aspecto en el que hayamos fallado, de modo que ello nos impulse naturalmente a alabar a Dios, darle gracias, pedir Su ayuda y confesar nuestros pecados. John Piper[10]
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Rezarle a Dios las Escrituras es una manera poderosa de orar a fondo y construir el idioma que utilizamos para orar. ¿Qué mejor manera de honrar a nuestro majestuoso Dios que utilizar Sus propias palabras para adorarlo y elevar nuestras oraciones? También es una forma de profundizar más en las Escrituras mientras oramos.
Los Salmos son una fuente muy conocida para orar, pero también podemos utilizar cualquier pasaje de la Biblia. […]
Cómo rezar las Escrituras:
Lean el pasaje lentamente, absorban las palabras y tómense a pecho los versículos. Si desean los pueden copiar a mano.
Reflexionen acerca del significado del pasaje. ¿Cómo se aplica a su vida actualmente? ¿Cómo satisface la necesidad actual? ¿Qué palabras son significativas y les llegan al corazón?
Respondan a Dios rezando el pasaje. Personalicen el pasaje insertando la palabra yo. También pueden poner el nombre de algún amigo si rezan por otra persona. Al responder a Dios en oración, tengan en cuenta las siguientes tres opciones:
- Regocíjense por la inmensa bondad de Dios. Alábenlo a lo largo del pasaje.
- Arrepiéntanse de sus errores y pecados. ¿Qué parte del pasaje los induce al arrepentimiento?
- Soliciten oración en los aspectos en que lo necesiten. Pidan a Dios promesas y bendiciones derivadas del pasaje.
Reciban la respuesta de Dios a su oración guardando unos momentos de silencio y escuchen. ¿De qué forma les ha hablado al corazón?
Rezar las Escrituras es una forma maravillosa de orar. Si consideran que las palabras que utilizan para orar no son suficientes, las Escrituras son la respuesta. Si no encuentran la manera de expresar los sentimientos más profundos, siempre hay un pasaje que lo expresa a la perfección. Permitan que el Espíritu los guíe cuando oran las palabras de Dios, construyan un vocabulario para orar, y válganse de la Escritura para que los guíe. Kathryn Shirey[11]
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Cuando los discípulos de Jesús le pidieron, «Señor, enséñanos a orar»[12], no les respondió: «Basta con que abran el corazón y digan lo que se les ocurra». Tampoco dijo: «Tan solo alaben a Dios y pídanle lo que necesiten». Les enseñó una oración exacta, palabra por palabra para que la repitieran textualmente: ¡El Padre Nuestro! ¡Que ha perdurado durante siglos! ¡Me parece un magnífico ejemplo de lo que el Señor opina de las oraciones escritas y preparadas! María Fontaine
Publicado en Áncora en febrero de 2019.
[1] Salmo 121.
[2] Proverbios 16:28.
[3] Tito 2:5–6.
[4] https://proverbs31.org/read/devotions/full-post/2018/02/19/the-power-of-praying-the-scriptures.
[5] https://www.biblegateway.com/resources/scripture-engagement/praying-scripture/home.
[6] Salmo 119:36.
[7] Salmo 119:18.
[8] Salmo 86:11.
[9] Salmo 90:14.
[10] https://www.desiringgod.org/interviews/how-do-i-pray-the-bible.
[11] https://www.kathrynshirey.com/praying-scripture-how-to.
[12] Lucas 11:1.
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