Recuperación por medio de la alabanza, 1ª parte
Palabras de Jesús
[Rebounding with Praise—Part 1]
¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador! Salmo 42:11
Cuando surgen apuros, pruebas, padecimientos o dificultades, puedes invocar Mi nombre para que te lleve a la victoria. Conozco todos tus dolores, veo todas tus lágrimas, y siento todas tus congojas. Cuando elevas tu corazón a Mí y ofreces alabanzas por todo lo que hago y haré en tu vida, Mi gozo será tu fortaleza (Nehemías 8:10).
Hace falta dar un paso de fe para entrar en Mis atrios con acción de gracias en los tiempos difíciles, y levantar tu voz con alabanzas y agradecimiento a Mí por todo lo que he hecho y haré en tu vida (Salmo 100:4). Pero a medida que me alabas en todo y a través de todo lo que enfrentas en la vida —lo bueno, lo malo, lo alegre y lo triste— experimentarás Mi paz, y se renovarán tu valor y tu fortaleza para seguir en la lucha (1 Tesalonicenses 5:18).
Expresar tu fe en Mí por medio de la alabanza y al recordar Mi fidelidad a ti —y a todos los que han invocado Mi nombre por generaciones— renovará tu fe para enfrentar las batallas de la vida. A medida que continuamente ofrezcas tu sacrificio de alabanzas y amor, me reconoces y me glorificas con tus labios y con tu vida (Hebreos 13:15).
Tu decisión de alabarme y confiar en Mí en medio de la tempestad es el puente entre tu situación difícil y la fe que necesitas para acceder a las estupendas promesas que he dado en Mi Palabra. Independientemente del abismo de aparentes imposibles que enfrentes, ya sea enfermedad, graves dificultades económicas, congojas o pérdida, nada puede separarte de Mí y de Mi amor.
Regocijarse en Su amor inagotable
Tu amor inagotable es mejor que la vida misma; ¡cuánto te alabo! Te alabaré mientras viva; a ti levantaré mis manos en oración. Salmo 63:3,4
A medida que pones tu confianza en Mí durante los momentos de tribulación en tu vida, verás que al final se apartarán las nubes de tormenta, el sol brillará de nuevo, y la senda delante de ti se volverá clara. Cuando eleves tu voz a Mí con alabanzas, te animarás, independientemente de lo que enfrentes. La alabanza trae una perspectiva eterna a tus desafíos terrenales a medida que recuerdas tu destino eterno y tu futuro prometido.
Así pues, cuando enfrentes una situación aparentemente imposible, y te parezca que las olas se levantan sobre tu cabeza, elige la senda de la alabanza y la esperanza, recuerda que eres un hijo de Dios. Recuerda que Mi amor inagotable por ti es mejor que la vida misma y que será para siempre.
A medida que reflexiones sobre estas verdades y las recuerdes, descubrirás que puedes soportar mejor las dificultades que enfrentes y aprenderás a dar gracias en todo, lo cual es Mi voluntad para ti (1 Tesalonicenses 5:18). Tu postura de alabar es afirmarte en la fe que te estabilizará en las dificultades que enfrentes.
Así pues, cuando la batalla sea abrumadora, elige poner tu fe en Mí, y exprésalo por medio de tu adoración y palabras de agradecimiento por Mi obra en tu vida: en el pasado, presente y futuro. Confía en las maravillas que he hecho —y haré— y en que cumpliré Mis planes y propósitos en tu vida.
Su perfecta fidelidad
Señor, Tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré Tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos Tus planes son fieles y seguros. Isaías 25:1
Cuando me expresas alabanzas y levantas los brazos con agradecimiento, eliges poner toda tu esperanza y confianza en Mí. Incluso cuando estés apesadumbrado y tu alabanza sea solo por fe, con el tiempo verás que tu corazón y tu mente reciben la fortaleza que Mi gozo te traerá.
La alabanza en medio de la tribulación es un poderoso testimonio delante de otros. Los mártires de la iglesia primitiva que murieron por Mi causa cambiaron el curso de la Historia por medio de su testimonio final. No solo murieron rehusándose a negarme, sino que lo hicieron con canciones de alabanza en los labios y con Mi paz que sobrepasa el entendimiento en el rostro. La alabanza en los labios y en el corazón de los que mueren a diario por Mí es un testimonio para el mundo.
Puedes alabarme a tiempo y fuera de tiempo, incluso cuando te parezca que has caído o fallado. Puedes alabarme porque aprovecho incluso tus errores y faltas para dejarte valiosas enseñanzas y siempre obro para el bien supremo de los que me aman.
He prometido que si permaneces en Mi Palabra, conocerás la verdad que te hará libre (Juan 8:31–32). La verdad es que me perteneces, y nada puede cambiar eso; nada puede separarte de Mi amor (Romanos 8:38–39). La verdad es que todo redunda en bien para los que me aman (Romanos 8:28). La alabanza es una declaración de la verdad que te hará libre.
Cuando tengas la tentación de preocuparte por lo que ocurrirá en el futuro, alábame por Mi presencia en tu vida y Mi promesa de que Yo soy el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13:8). Cuando te sientas abrumado, preséntame todas tus preocupaciones y recuerda Mi fidelidad a ti.
Paz incomparable
Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. Filipenses 4:6,7
Las palabras de un himno, «ten fe en que Dios hará Su voluntad», expresan la paz que viene cuando dejas ir tus ideas, planes, deseos y sueños y me permites que obre en tu vida. A medida que pongas tu confianza en Mí y me agradezcas, experimentarás esa paz sobrenatural que sobrepasa todo entendimiento y la alegría de saber que todo lo que me encomiendes está a salvo en Mis manos.
Tus palabras de alabanza y gratitud son por sí solas una victoria, expresan tu decisión de poner tu confianza en Mí. Un corazón agradecido es el secreto para llevar una vida llena de amor, alegría y bendiciones. Así pues, alábame con todo el corazón, recuerda toda la bondad que he traído a tu vida, y tu corazón se llenará de agradecimiento a medida que llegas a Mi presencia.
Cuando me entregas todos los pesos del desaliento, la ansiedad, la consternación y la pesadumbre, he prometido que te sustentaré, que no permitiré que seas sacudido (Salmo 55:22). Incluso en las circunstancias más sombrías, puedes venir a Mí con alabanzas y darme gracias, lo que te ayudará a remontarte sobre el dolor o la angustia y será un peldaño hacia la victoria.
Alabar en medio de los momentos de prueba te eleva sobre las oscuras nubes de fatalidad y pesimismo y te atrae hacia la luz de Mi amor, paz y alegría. Así pues, cuando enfrentes una enorme batalla o padecimiento, añade a la ecuación gratitud y alabanza, y experimentarás Mi gozo que te da fuerzas.
Publicado en Áncora en octubre de 2024.
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