Oraciones y buenos propósitos para el año nuevo
Recopilación
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Muchas personas comienzan el año con cierta aprensión por lo que les pueda suceder a ellas, a sus familiares y amigos y al mundo en general. Es tranquilizador saber que, independientemente de lo que nos depare el futuro, cualesquiera que sean los problemas o dificultades que se nos presenten, Jesús quiere ayudarnos a superarlos.
En el Evangelio de Juan, los capítulos 14 a 17 son algunos de los pasajes más conmovedores de la Biblia. En ellos vemos a Jesús con Sus discípulos más cercanos: conversa con ellos, los instruye, ora por ellos, les da ánimo, les avisa que pronto abandonará este mundo físico y les explica que Su Espíritu Santo siempre los acompañará.
Les recuerda que Él es la vía para llegar al Cielo[1]. También menciona las fabulosas moradas que va a prepararles allí[2]. Promete responder a sus oraciones[3]. Les habla del Espíritu Santo[4]. Asegura que les concederá paz sobrenatural[5].
Les enseña la importancia de permanecer cerca de Él en espíritu para que tengan la clase de vida que Él les desea[6]. Los llama amigos[7]. Los incentiva a transmitir Su amor y Su verdad a quienes los rodean y anuncia que si lo hacen los premiará respondiendo a sus oraciones y obrando a través de ellos[8]. Promete darles gracia y paz en sus tribulaciones y proclama con absoluta confianza que ha vencido al mundo[9], es decir, a la falta de fe y de piedad que impera en el mundo temporal.
Luego ora por Sus discípulos. Suplica a Su Padre: «No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad. Así como Tú me enviaste al mundo, también Yo los he enviado al mundo»[10].
No es fácil vivir en el mundo sin ser zarandeado por las olas, que vienen a ser como los males que hay en él. Sin embargo, no es imposible. El secreto consiste en poner los ojos en Jesús, «el autor y consumador de la fe»[11], y confiar en que Él te mantendrá a flote[12]. Ha prometido estar contigo ahora y siempre, pase lo que pase[13]. Nada podrá separarte de Su amor[14]. María Fontaine
El año que empieza
¡Que Dios haga que tengas un año feliz!
No al protegerte de todo pesar y dolor,
sino al fortalecerte para que aguantes cuando eso llegue.
No al hacer que tu camino sea fácil,
sino al hacerte tenaz para recorrer cualquier camino;
no al llevarse las dificultades,
sino al quitar el temor de tu corazón;
no al concederte luz de sol sin interrupciones,
sino al mantener tu rostro brillante, incluso en las sombras;
no al hacer que tu vida siempre sea placentera,
sino al indicarte cuándo las personas y sus causas te necesitan más,
y al darte el deseo de ayudar.
Que en el año que está por delante te acompañe el amor, la paz, la esperanza y la alegría de Dios.
Anónimo[15]
Imitar al Maestro
Ya llegó el año nuevo, y todavía ando pensando cuál será el propósito que me haré para los próximos meses. No estoy excedido de peso y hago buen ejercicio, así que eso queda descartado. En realidad tenía en mente algo de índole más espiritual o algunas asperezas de mi personalidad que podría limar con miras a convertirme en mejor persona.
Alguien planteó algo muy interesante en un escrito que llegó a mis manos hace poco: Cuando intentas abordar una dificultad que enfrentas o te propones madurar y crecer espiritualmente, pregúntate: «¿Qué haría Jesús?» Toma eso como punto de partida.
Tuve curiosidad por saber más sobre esa frase —hoy de uso generalizado— y sus orígenes. Total que me decidí a hacer una búsqueda en Internet y descubrí que la pregunta «¿Qué haría Jesús?» y la sigla correspondiente —QHJ— llevan más de 100 años en uso. Las emplean los creyentes como lema para modelar su conducta siguiendo el ejemplo de Cristo.
Ese es, pues, el propósito que me he hecho para el año nuevo. Cada vez que pueda me preguntaré: «¿Qué haría Jesús?» Preparé una lista de cosas que puedo hacer para seguir Su ejemplo todos los días.
- Puedo hacerme un rato todos los días para orar, como hacía Jesús.
- Puedo amar sin parcialidad, como Jesús.
- Puedo prestar atención a los niños aunque esté ocupado, como hacía Jesús.
- Puedo tratar de resolver sabiamente las situaciones difíciles, como hacía Jesús.
- Puedo ser humilde, como Jesús.
- Puedo servir al prójimo, como Jesús.
- Puedo ser un pacificador, como Jesús.
- Puedo hacer todo lo posible por ajustarme a los designios divinos, como hacía Jesús.
Eso de preguntarme «¿Qué haría Jesús?» no me va a resultar nada fácil, pero tengo memorizado un versículo de la Biblia que dice que «todo lo puedo en Cristo que me fortalece»[16], que será un recordatorio cuando la tarea me parezca imposible de llevar a cabo.
Mi oración es que con el tiempo me haga al hábito de preguntarme automáticamente: «¿Qué haría Jesús?», y responder como corresponda. Martin McTeg
Sé nuestra luz en el año nuevo
Ven, Espíritu Santo,
Espíritu de Cristo resucitado, acompáñanos hoy y siempre.
Sé nuestra Luz, nuestro Guía y nuestro Consolador.
Sé nuestra Fuerza, nuestro Valor y nuestro Santificador.
Que este nuevo año sea para nosotros un tiempo de profundo crecimiento espiritual,
un tiempo de recibir Tus gracias y dones,
un tiempo de perdonar con liberalidad y sin condiciones,
un tiempo de crecer en la virtud y la bondad.
Ven, Espíritu Santo,
acompáñanos hoy y siempre.
Anónimo[17]
Pasos para alcanzar los objetivos de año nuevo
Otro año ha quedado atrás; por delante se nos abre uno sugestivamente nuevo, rico en posibilidades. Nos asalta entonces la pregunta: ¿Cómo hacemos para sacarle el mayor provecho? Según Jack LaLanne —pionero del acondicionamiento físico— es cuestión de fijarse metas realistas y comprometerse a cumplirlas.
Aludiendo a un propósito que con harta frecuencia muchos nos hacemos a principios de año —el de recuperar el estado físico—, LaLanne declaró en una entrevista concedida a la agencia AP en el 2002: «El común de la gente empieza con muy buen ánimo, pero se impone metas inalcanzables. Hace ejercicio dos o tres días y dice: “Esto es muy difícil”. Entonces se rinde. Mantenerse en forma es un estilo de vida. No es algo que se practica por dos semanas o por cuatro meses para bajar 10 kilos de peso. Es una conducta que, una vez adquirida, se sigue de por vida, como peinarse». LaLanne además sabía lo que decía; en ese momento tenía 93 años, hacía gimnasia todos los días, mantenía una apretada agenda de apariciones en público y se veía mucho más joven.
Fijarnos metas realistas y cambiar nuestro estilo de vida son naturalmente principios que se aplican a casi todos los propósitos que nos podríamos hacer en año nuevo. Debemos preguntarnos entonces: «¿Es realista esta meta? ¿Vale la pena que por ella modifique mi estilo de vida?» Si la respuesta a ambas preguntas es positiva, el siguiente paso es ver de qué manera incorporar el cambio a las tareas y actividades que realizamos diaria o semanalmente. De ahí, conviene comprobar una vez más que los propósitos sean realistas. ¿Qué actividades o intereses habrá que sacrificar a fin de dar cabida a lo nuevo? ¿Tenemos la voluntad para efectuar ese sacrificio? Si la respuesta es nuevamente positiva, no queda otra cosa que persistir en nuestro empeño hasta transformarlo en un hábito. Si se ha decidido con acierto, al poco tiempo los beneficios del cambio habrán compensado el sacrificio inicial.
Y claro, huelga decir que no hay mejor fórmula para asegurarnos de alcanzar con éxito los objetivos establecidos que incluir a Dios paso a paso en el proceso: pedirle que nos indique qué cambios y qué innovaciones nos resultarán más provechosos, y que nos dé las fuerzas, la paciencia y la determinación que nos haga falta para salir airosos ese día. Él no nos defraudará. Keith Phillips
Ayúdanos a empezar el nuevo año
Dios de todos los tiempos
ayúdanos a empezar en silencio el nuevo año,
atentos a quiénes somos para nosotros y para los demás,
conscientes de que nuestros pasos tienen impacto
y nuestras palabras llevan poder.
Que andemos con cuidado.
Que hablemos solo después de haber escuchado bien.
Creador de toda vida,
ayúdanos a comenzar el nuevo año con reverencia,
conscientes de que has dotado
de belleza y propósito a cada criatura y planta,
a cada persona y hábitat.
Que contemplemos el mundo con ternura.
Que honremos en vez de destruir.
Amante de todas las almas,
ayúdanos a empezar el nuevo año con alegría,
dispuestos a reír, bailar y soñar,
a recordar con agradecimiento nuestros muchos dones
y a esperar con ilusión las futuras bendiciones.
Que recibamos tu espléndido amor […]
Que tengas la bendición de la gracia y la paz de Cristo ahora y en los días que están por delante.
Vinita Hampton Wright[18]
Publicado en Áncora en enero de 2022. Leído por Gabriel García Valdivieso.
[1] Juan 14:6.
[2] Juan 14:2,3.
[3] Juan 14:13,14.
[4] Juan 14:16, 26.
[5] Juan 14:27.
[6] Juan 15:1, 3-5.
[7] Juan 15:15.
[8] Juan 15:8, 16.
[9] Juan 16:33.
[10] Juan 17:15-18 (RVA).
[11] Hebreos 12:2.
[12] Mateo 14:25-31.
[13] Hebreos 13:5.
[14] Romanos 8:35,38,39.
[15] https://barbaraleeharper.com/2014/01/01/a-new-years-prayer/
[16] Filipenses 4:13.
[17] https://www.xavier.edu/jesuitresource/online-resources/prayer-index/new-years-prayers
[18] https://www.ignatianspirituality.com/how-to-enter-the-new-year/
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