Oraciones para el año nuevo
Recopilación
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Hay algo singular acerca del inicio de un año nuevo. Aunque el 1 de enero es el día que sigue al 31 de diciembre, así como un día cualquiera sucede al anterior, para muchas personas el inicio de un año trae consigo la sensación de un nuevo comienzo, de empezar con renovados ánimos. El año pasado ya quedó atrás; tenemos por delante nuevos horizontes.
Al principio de un nuevo emprendimiento es prudente que oremos para pedir al Señor que nos dé orientación, guía y bendición. Eso es igualmente válido cuando enfrentamos las aventuras que nos depararán los próximos 365 días. Sin duda habrá desafíos, victorias, ganancias y pérdidas; y a lo largo de todo ese lapso necesitaremos la presencia, ayuda y consuelo divinos.
Al reflexionar sobre el año venidero recopilé la siguiente lista de oración y los siguientes versículos de la Biblia relacionados con el tema. Espero que sean fuente de inspiración para ustedes, como lo fueron para mí.
Para conocer a Dios y Su voluntad
«Los recuerdo constantemente en mis oraciones y le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que les dé sabiduría espiritual y percepción, para que crezcan en el conocimiento de Dios» (Efesios 1:16,17).
«Le pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabiduría y comprensión espiritual» (Colosenses 1:9).
Leer la Palabra de Dios y vivir de acuerdo a ella
«Bendito es todo el que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica» (Lucas 11:28).
«Todo el que escucha Mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida» (Mateo 7:24).
Para dar fruto
«Entonces la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y su vida producirá toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más» (Colosenses 1:10).
«Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son Mis discípulos» (Juan 15:8).
Para tener fortaleza, paciencia y alegría
«También pedimos que se fortalezcan con todo el glorioso poder de Dios para que tengan toda la constancia y la paciencia que necesitan. Mi deseo es que estén llenos de alegría» (Colosenses 1:11).
Para ser generosos
«Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio» (Lucas 6:38).
Por nuestra testificación
«Oren para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y sea honrado en todo lugar adonde llegue» (2 Tesalonicenses 3:1).
«Que sus conversaciones sean cordiales y agradables, a fin de que tengan la respuesta adecuada para cada persona» (Colosenses 4:6).
Por la protección que brinda el Señor
«El Señor es fiel; Él los fortalecerá y los protegerá» (2 Tesalonicenses 3:3).
«No tengas miedo, porque Yo estoy contigo; no te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con Mi mano derecha victoriosa» (Isaías 41:10).
Por los que están de luto
Muchos lloran la muerte de alguna persona muy cercana. Los que han sido afectados por la tragedia —que abrigan una profunda pena, que enfrentan la soledad derivada de la muerte de un ser querido— necesitan oración.
«Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más» (Apocalipsis 21:4).
Por nuestras familias y seres queridos
Pedir al Señor que proteja a nuestros seres queridos y que los ayude a tomar decisiones acertadas es un medio de manifestarles amor y de colaborar para que su vida mejore. En casos en que exista algún conflicto familiar, podemos rogar para que se arreglen los malentendidos y se curen las heridas.
«Ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias por todos los hombres» (1 Timoteo 2:1).
Por los que no conocen a Jesús
Para que «les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz. […] Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios» (Hechos 26:18).
«Él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad» (1 Timoteo 2:4).
Ruego que para ustedes el año que entra esté lleno del amor, la alegría y la paz de Dios; y que en este nuevo año Él les derrame bendiciones en abundancia, tanto a ustedes como a sus seres queridos. Peter Amsterdam
Al empezar un nuevo año
Dios de todos los tiempos
ayúdanos a empezar en silencio el nuevo año,
atentos a quiénes somos para nosotros y para los demás,
conscientes de que nuestros pasos tienen impacto
y nuestras palabras llevan poder.
Que andemos con cuidado.
Que hablemos solo después de haber escuchado bien.
Creador de toda vida,
ayúdanos a comenzar el nuevo año con reverencia,
conscientes de que has dotado
de belleza y propósito a cada criatura y planta,
a cada persona y hábitat.
Que contemplemos el mundo con ternura.
Que honremos en vez de destruir.
Amante de todas las almas,
ayúdanos a empezar el nuevo año con alegría,
dispuestos a reír, bailar y soñar,
a recordar con agradecimiento nuestros muchos dones
y a esperar con ilusión las futuras bendiciones.
Que recibamos tu espléndido amor […]
Que tengamos la bendición de la gracia y la paz de Cristo ahora y en los días que están por delante. Vinita Hampton Wright
Lo máximo que podemos hacer
Ordenando papeles al final del año encontré un viejo diario. Leí la larga lista de cosas que me había propuesto para aquel año y no pude menos que sonreír. Esperaba mucho de mí misma.
Este año pasado decidí proponerme solamente tres cosas: ser más amorosa y alentadora; terminar una obra literaria en la que llevo tiempo trabajando y comenzar una nueva, y usar una lista de oración.
Ser amorosa y terminar lo que comienzo son objetivos que debo esforzarme siempre por alcanzar. Ahora bien, usar una lista de oración ha resultado ser todo un hito. El primer día apunté todo lo que me preocupaba. A la mañana siguiente me di cuenta de que se me había olvidado incluir a varios de mis familiares, y al día siguiente me acordé de otras situaciones por las que también necesitaba rezar.
Cumplir ese propósito no me ha resultado tan difícil como imaginaba. En cuanto me despierto, tomo la lista y hago una breve oración por cada situación. Apunto otras peticiones que se me ocurren y tacho las que ya han sido respondidas. Me lleva menos de diez minutos.
Me hace pensar en un afiche que le regalé a una amiga. Decía: «Orar no es lo mínimo que podemos hacer, sino lo máximo». Lo colocó en el tablón de anuncios que hay justo fuera de su oficina. Cada vez que la voy a ver, ahí está el póster, y me habla clarito.
Siempre he sido una persona activa, y la oración nunca ha sido uno de mis puntos fuertes. Sin embargo, con el paso del tiempo he llegado a tomar conciencia de lo eficaz que es. Cuando oramos, en lugar de imponernos expectativas poco realistas, echamos mano de la mayor energía que hay, capaz de transformar nuestra vida, resolver problemas y ayudarnos a ver el mundo a través de un nuevo prisma. Rosane Pereira
Tres oraciones para la noche de fin de año
Amado Padre celestial: a pocos momentos de un nuevo año, sean cuales sean los planes que tengas para mí en los siguientes 365 días, te pido que me libres de tentaciones o pecados que puedan acechar mi vida. Búscame y muéstrame los aspectos en que tengo carencias, de modo que este año pueda ser más como Tú. Ayúdame a perdonar a los que me han agraviado en el año que terminó. Que yo los perdone como Tú me has perdonado, de modo que sepan que ellos también pueden tener segundas oportunidades, como la que me has dado. Amén.
*
Señor, a medida que empieza este nuevo año, haz que recuerde Tu fuerza y poder. En el año que terminó me encontré en circunstancias en que me faltó alimento, o a veces me preocupé por la situación económica y cómo pagaría las cuentas de la semana o el mes. Haz que recuerde todas las formas en que te has manifestado en mi pasado y dame consuelo por el hecho de que pasamos por muchas épocas. No todas las temporadas terminan con una cosecha, pero provees para nosotros en los tiempos de sequía, de hambre y necesidad. Te pido que a mi familia y a mí nos des nuestro pan de cada día. Ayúdame a abrir los ojos para ver a los que necesitan ayuda. Permíteme que sea las manos y los pies de Jesús este año y que ayude aun a los más pequeños. De modo que puedan verte y glorificarte a Ti, que eres nuestro Padre celestial. Amén.
*
Señor, quiero dedicarte este próximo año. Sé que el año todavía no ha comenzado, pero quiero que tenga un estupendo comienzo. Que se haga Tu voluntad, no la mía. Mentiría si dijera que no tengo ya algunos planes para mí en este próximo año. Pero si no están en consonancia con Tu voluntad, te pido que no permitas que se lleven a cabo. Sabes lo que es mejor para mí. Me conoces mucho mejor que yo a mí misma. Ruego que este sea tu año. Me rindo ante Ti como una vasija vacía. Lléname de tu alegría y amor, de modo que pueda verter todo eso a otros. Amén. Hope Bolinger[1]
Oración para las bendiciones del nuevo año
Padre mío, me pongo en Tus manos.
Haz conmigo lo que sea Tu voluntad.
Te doy gracias por lo que hagas, sea lo que sea.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo.
Que en mí solo se haga Tu voluntad, y también en todas tus criaturas.
En Tus manos encomiendo mi espíritu.
Te lo ofrezco con todo el amor que hay en mi corazón.
Te amo, Señor, y por eso me entrego,
para ponerme en Tus manos,
sin reservas y con ilimitada confianza,
pues eres mi Padre. Amén. Charles de Foucauld, 1858-1916
Publicado en Áncora en enero de 2024. Leído por Gabriel García Valdivieso.
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