Nuestro pronto auxilio
Recopilación
«Dios es nuestro refugio y fortaleza [poderosa e impenetrable], nuestro pronto auxilio en las tribulaciones». Salmo 46:1
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Los cristianos no estamos exentos de sufrir desventuras en esta vida, por más que algunos piensen lo contrario. El considerar que nuestra fe debería escudarnos de apuros, batallas y sufrimiento puede llevarnos a albergar cierto complejo de mártir cuando las cosas salen mal. Hasta podemos llegar a pensar que no hay nadie que pase más penalidades que nosotros.
Si piensas eso, no tienes más que echar un vistazo a tu alrededor y fijarte en lo que tienen que aguantar otras personas, creyentes y no creyentes. Quizás encuentres algunas que en este momento están en mejor situación que tú. Mucha gente, sin embargo, está muchísimo peor en aspectos fundamentales, y por ejemplo ni siquiera tiene cubiertas sus necesidades básicas.
Si bien los cristianos nos enfrentamos a obstáculos físicos parecidos a los de las demás personas y tenemos dificultades en abundancia, la mayoría entendemos el concepto contenido en la Palabra de Dios de que los problemas tienen una razón de ser, de que detrás de todo hay un designio divino. Aunque de buenas a primeras no veamos el bien que se puede derivar de los reveses que sufrimos, sabemos que pueden dejarnos enseñanzas y fortalecernos. Saber eso los hace más llevaderos.
Hay quienes lidian durante años con una dolencia, con un jefe complicado o con un trabajo que detestan. Otros, tanto cristianos como no cristianos, son víctimas del ridículo, el acoso, la crítica o el rechazo de otras personas. Incluso llegan a sufrir persecución por defender sus principios. Los cristianos solemos entender que las penalidades redundan en nuestro bien. Los no creyentes, en cambio, no tienen un Salvador que los consuele y los ayude a descubrir el propósito de su sufrimiento. Puede que tengamos numerosas dificultades; pero en comparación con muchos que hacen frente a la vida sin una fe que le dé sentido a todo, nosotros llevamos una existencia relativamente fácil.
Nuestras adversidades nos enseñan y nos hacen crecer como personas. Las pruebas que atravesamos nos educan en paciencia, en aguante, y nos enseñan a aferrarnos a las promesas de Dios y a «sufrir penalidades como buenos soldados de Jesucristo» (2 Timoteo 2:3); no solo un día, una semana o un mes, sino tal vez muchos meses o años seguidos.
La Biblia dice: «Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas» (Santiago 1:12).«Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora [cuando los asedian las dificultades] para seguir haciendo la voluntad de Dios» (Hebreos 10:36).
Pablo inclusive nos exhortó a gloriarnos «en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza» (Romanos 5:3,4).
Es posible que pasemos por largas temporadas en que no podamos confiar en modo alguno en nuestros sentimientos porque las cosas marcharán mal y nos sentiremos fatal. Precisamente en momentos así debemos aferrarnos a la verdad de la Palabra de Dios y recordar que Él nos ama y sigue preocupándose por nosotros independientemente de cómo nos sintamos. Aun cuando parezca que todo absolutamente obra en contra de nosotros o anda mal, podemos tener la confianza de que el bien acabará por triunfar y Jesús saldrá victorioso. María Fontaine
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Al leer esto, es posible que ahora mismo en tu vida haya conflicto y caos. Digamos que acabas de perder un empleo, o que al parecer, fracasa una relación importante para ti, o que enfrentas una pérdida, o una crisis de salud que no viste venir.
Estas son las buenas noticias… ¡Dios quiere bendecirte cuando estás quebrantado!
La Biblia dice en Eclesiastés 3:1,4: «Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: […] un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto». En otras palabras, la vida es una serie de opuestos. La Biblia dice que a veces llorar es adecuado. A veces estar de luto es lo indicado. A veces estar afligido es lo adecuado. […]
El Salmo 34:18 dice: «El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; Él rescata a los de espíritu destrozado». Dios está cerca de los quebrantados de corazón. Pone atención. No está distante. Está ahí mismo contigo, y nunca deja, jamás abandona a Su pueblo. […]
La Biblia nos dice que Dios llora. En otros términos, Dios es un Dios que sufre, y un Dios comprensivo. No es indiferente. No es apático. No se mantiene al margen. Él sufre con nosotros. […]
Hay un propósito en tu dolor, lo que lo hace redentor. […] La Biblia nos enseña en 2 Corintios 1:4: «Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros».
Tu mayor ministerio saldrá de tu dolor más profundo. Pensamos que el mundo está impresionado por cómo enfrentamos la prosperidad. Sin embargo, en realidad, el mundo está impresionado por la manera en que enfrentamos la adversidad. Pensamos que nuestro éxito es lo que nos da credibilidad para ser un testigo. Sin embargo, Dios dice que nuestro sufrimiento es lo que nos da credibilidad. Rick Warren[1]
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En efecto, Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Es más, Él quiere dirigir nuestro camino y trabajar con nosotros para hacer realidad Su plan.
«Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas» (Proverbios 3:5,6). Ahora bien, eso no quiere decir que todo vaya a ser fácil ni que vaya a salir a nuestro antojo. Por el contrario, a veces puede parecer que cada circunstancia en la que Dios nos pone es dificultosa, y que tratar de seguir Su plan no hace más que complicar las cosas. ¿Alguna vez nos pide Dios demasiado? A veces da esa impresión.
Aunque Él quiere lo mejor para nosotros, muchas veces el camino que nos lleva a eso está sembrado de triunfos y batallas, alegrías y penalidades. Puede que desde nuestra óptica una situación o suceso no parezca favorable; sin embargo, Dios puede hacer que las circunstancias que enfrentamos redunden en nuestro bien y que se cumplan Sus designios. Él ve más allá de nuestro limitado horizonte, y Sus planes son más acertados y cabales que los nuestros. (Véase Isaías 55:8,9.)
En tiempos del profeta Jeremías, los israelitas sufrieron una derrota militar que los condujo a la diáspora y al exilio. Probablemente se preguntaron qué había sido del futuro prometido por Dios a Su pueblo. Él les explicó que vivirían en el exilio 70 años en castigo por su desobediencia. Una noticia nada halagüeña. No obstante, les aseguró que Su plan se cumpliría. «Yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11).
Total que si te encuentras en una situación similar, medio perdido y extrañado por no saber qué fue del plan que Dios tenía preparado para tu vida, no te desesperes. Los designios de Dios nunca se ven frustrados. Él nunca se cansa de obrar en tu favor para terminar la buena obra que comenzó en nosotros. Alex Peterson
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Yo soy tu pronto auxilio en las tribulaciones. Mi presencia siempre está contigo; sin embargo, en momentos de angustia, estoy muy presente. Debido a que eres miembro de Mi familia real —un ciudadano de Mi reino celestial—, me he comprometido a cuidarte. En momentos de estrés, es posible que se te acelere el corazón y suba la adrenalina. Esos cambios fisiológicos pueden evitar que seas consciente de Mi presencia. Así pues, en esos momentos, es fundamental que te recuerdes a ti mismo: «Jesús está aquí conmigo; en realidad, está muy presente en esta situación difícil». Luego, respira lenta y profundamente de modo que te relajes lo suficiente para que te comuniques conmigo y saques fuerzas de Mí.
En la Biblia se encuentran muchos ejemplos de Mi fidelidad en tiempos de dificultad. En la historia del mundo, lo que incluye acontecimientos actuales, también se encuentran pruebas de Mi poderosa presencia. No escucharás esto en noticieros y reportajes no religiosos. Sin embargo, no dejo de hacer milagros en el mundo. Además, al recordar lo sucedido en tu vida, verás que en muchas ocasiones te di lo que necesitabas en momentos difíciles. Ya que soy un pronto auxilio, ¡puedes confiar en que te ayudaré ahora! Jesús[2]
Publicado en Áncora en enero de 2023.
[1] https://pastors.com/6-ways-god-wants-to-bless-you-when-youre-broken.
[2] Sarah Young, Jesus Today (Thomas Nelson, 2012).
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