Lo máximo que podemos hacer con nuestra vida
Jon Bloom
Una de las cosas más maravillosas y esperanzadoras que podemos saber sobre nosotros mismos y sobre nuestra vida está contenida en esta humilde frase: «Cada uno debe vivir conforme a la condición que el Señor le asignó y a la cual Dios lo ha llamado»[1].
Tal afirmación nos puede parecer algo restrictiva y hasta opresiva, especialmente cuando nuestras circunstancias son difíciles o dolorosas. Pero de ser así pasaríamos por alto la intención de Dios para cada uno de nosotros.
Nuestra vida es un obsequio y a vez una tarea dados por Dios.
(Leer el artículo aquí.)
[1] 1 Corintios 7:17 (NVI).
Artículos recientes
- Bálsamo de Dios en momentos de profunda pena
- La prisa y la preocupación
- Lo primordial
- Fe como el oro
- Confiar en Dios durante el silencio
- Una vida con propósito ahora y en el futuro
- Cómo Dios me dio un Hogar
- Pongamos la mira en las cosas de arriba
- A través del dolor
- La huella de Dios en la naturaleza