La práctica de la oración
Amy Orr-Ewing
Es fácil sentirse fracasado en cuanto a la oración. Es algo con lo que lidiamos muchos de nosotros los cristianos. Sentimos que nunca oramos lo suficiente y que deberíamos hacerlo más. Esto tal vez se deba en parte a los modelos de oración que conocemos, como aquellos gigantes de la oración de antaño que pasaban horas en oración cada día, generalmente ayudados por personal de cocina y limpieza, así como de cuidado de sus hijos. Estas grandes personas del campo de misión y de monasterios pueden parecer inalcanzables para nosotros, que vivimos en una sociedad de profesionalidad y empuje. Por eso, hoy echaremos un vistazo y exploraremos de manera práctica y sin culpa cómo sería para las familias del siglo XXI, con otros trabajos y obligaciones, profundizar en la oración.
(Duración de esta charla [en inglés]: 30 minutos.)
Artículos recientes
- Los efectos del cristianismo: El estatus de la mujer
- La gran fe de un centurión
- ¿De verdad la oración marca la diferencia?
- Dos formas en las que la esperanza del Cielo combate la ansiedad
- La Palabra de Dios: El cimiento de nuestra fe
- Escoger la vida
- Él siempre está presente
- ¿Divisas la eternidad?
- Reflexiones sobre la amistad
- Empoderados por Su gracia