La complejidad de tomar decisiones
Recopilación
Tomar decisiones puede ser una experiencia paralizante.
Digamos, por ejemplo, que te han ofrecido un nuevo trabajo en otra ciudad. ¿Deberías tomarlo? Bueno, depende. ¿Cómo son los colegios en ese lugar? ¿Cómo es el tráfico? ¿Hay plantas nucleares cerca? ¿El aumento de sueldo justifica el costo emocional de mudar a tu familia? Todos estos diversos factores pueden hacer que resulte complejo decidir.
Ahora, pongamos en la ecuación la voluntad de Dios. ¿Es realmente la voluntad de Dios que se muden? Parece ser la voluntad de Dios, pero puede que no lo sea. ¿Y si cometes un grave error y de algún modo te pierdes la voluntad de Dios? ¿Terminarás en alguna especie de purgatorio porque accidentalmente te perdiste la voluntad de Dios?
El temor de perderse la voluntad de Dios es suficiente para paralizar a cualquier cristiano. Pero la pregunta es: ¿Puede un cristiano perderse la voluntad de Dios para su vida? ¿Podrías, de algún modo, pasarte toda la vida apartado del plan que Dios tiene para ti?
La manera de pasar por alto la voluntad de Dios es sencilla: ignorar la Biblia. En la Biblia Dios nos ha dicho exactamente qué debemos hacer para tomar decisiones. Primero, debemos determinar si nuestra decisión va en contra de cualquier cosa que esté escrita claramente en la Biblia.
Segundo, debemos pedirle a Dios que nos dé sabiduría. En Santiago 1:5-6 dice: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada».
Obtener sabiduría de parte de Dios no es una experiencia mística o muy espiritual. Significa pedir a Dios que nos ayude a pensar con claridad y de manera bíblica en cuanto a una decisión que tengamos que tomar. Cuando pedimos sabiduría, debemos creer que Dios nos la va a dar. Dios no trata de esconder Su buena voluntad de nosotros. Él desea ayudarnos a entender el camino por el que debemos andar.
Si atendemos al consejo de las Escrituras, no nos perderemos la voluntad de Dios. Dios no nos esconde Su voluntad ni trata de engañarnos para que tomemos una decisión equivocada. Si evaluamos nuestra decisión por las Escrituras, pedimos sabiduría y luego pedimos la opinión de terceros, estaremos haciendo lo que Dios requiere de nosotros. Dios promete guiarnos en el proceso.
La Biblia no nos dice lo que debemos sentir en torno a nuestras decisiones. En cambio, nos dice cómo tomar decisiones bíblicas que honren a Dios. De modo que si tienes que tomar una gran decisión […] acude a la Palabra, pide sabiduría y haz que otros participen. Stephen Altrogge[1]
El síndrome del ¿Y sí…?
A lo largo de nuestra vida, todos tenemos que tomar decisiones importantes. Ya se trate de a qué colegio ir, en qué especializarnos, qué empleo tomar o incluso con quién casarnos, todos tenemos que tomar una decisión y encarar las consecuencias de esas decisiones. Sin embargo, cuando tomamos decisiones, con frecuencia nos hacemos esta pregunta: ¿Y si…? ¿Y si hubiera elegido otra universidad? ¿Y si hubiera optado por otra licenciatura? ¿Y si no tuviera esta relación?
Cuando nos vemos forzados a elegir algo, nuestros pensamientos corren a mil pensando en lo que pudo haber sido o tal vez en lo que debió hacer sido. A veces cuando pensamos y sentimos que hemos tomado la decisión equivocada, también pensamos que nos hemos perdido el plan de Dios para nuestra vida. ¿Y si mi elección no era lo que Dios quería y he alterado Sus planes? ¿Y si tomé el camino equivocado?
Claro que podrías tomar una curva equivocada y desviarte de Su sendero, pero al final Él te llevará donde quiere que estés. Jeremías 29:11 dice: «Porque Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, a fin de darles un futuro y una esperanza».
Dios ya sabe adónde vamos. Tiene dispuesto nuestro destino. Aun cuando pensemos que hemos tomado un camino y decisión errados, tenemos que confiar en que Dios nos lleva por Su camino. Si se lo permitimos, Él nos guiará a donde quiere que vayamos. Tenemos que escuchar Su voz y dejar que nos lleve por el camino indicado.
La próxima vez que te preguntes si te perdiste Su plan o camino, confía en Él. Haz a un lado tu preocupación y confía en que Dios te observa y te guía. Allison Preslar[2]
*
Si crees que te has apartado del plan de Dios para tu vida, piensa en lo siguiente: Tú, mi querido amigo, no tienes tanto poder. Lisa Bever
Encontrar el plan B
Todos de manera regular nos perdemos el «Plan A» de Dios, y me incluyo. Todos los personajes bíblicos, excepto Jesús, entendieron mal, escucharon mal o eligieron ignorar la voluntad de Dios en múltiples momentos de su vida. En ocasiones entendemos mal. Otras veces estamos decididos a hacer lo que queremos. La buena noticia es que Dios es especialista en el «Plan B». Lo tiene que ser, porque los humanos somos muy buenos en perdernos el «plan A».
Dios nos tiene en la mira. Nos ama y se deleita en nosotros. Y aunque en algún punto seguro que hemos fallado en llevar a cabo el plan A de Dios (todos hemos fallado), Él todavía tiene planes para prosperarnos y bendecirnos, y darnos un futuro con esperanza.
Puede que te hayas perdido o no, el plan A de Dios, pero (de ser así, anímate porque) el plan B de Dios es tu nuevo plan A. Dios se vale de nuestros errores para llevar a cabo Sus propósitos. Hoy nos encontramos exactamente en el lugar donde Él quiere que estemos. Puede que todavía no veamos cómo van a resultar las cosas. Pero confiemos en Él, continuemos buscando Su voluntad, tenemos que saber que los tiempos difíciles no durarán y que Dios se valdrá incluso de este período de angustia existencial.
Imaginemos al Señor como el alfarero que nos da forma para propósitos que aún no podemos ver. Adam Hamilton[3]
Su plan, Su voluntad
Nosotros somos débiles e imperfectos, pero nuestro Dios es invencible. Somos vasijas de barro de las que Él se vale, y podemos tener la plena seguridad de que, si fijamos los ojos en Él y en Su Palabra y le permitimos dirigir nuestros pasos, Él obrará a través de nosotros.
Resulta imperativo que creamos en la capacidad de Dios para cumplir Su voluntad en nuestra vida y emplearnos en cualquier propósito que estime conveniente. Específicamente, necesitamos tener fe para tomar decisiones acertadas y conformes a la voluntad del Señor, incluso cuando estamos en una encrucijada y personalmente debemos decidir qué hacer. ¿Tendremos la fe para acudir al Señor y saber que Él nos ayudará a tomar la decisión acertada?
Tengamos la fe necesaria para llevar a cabo Su voluntad, porque Él puede hacerlo por medio de nosotros. «Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por Su buena voluntad»[4]. ¿Estamos limitando lo que Dios quiere hacer con nosotros? ¿Nos falta fe en la capacidad de Dios para llevar a cabo Su buena voluntad por medio de nosotros? Debemos creer en la capacidad de Dios para obrar en nosotros.
Debemos creer que, si Dios nos pide alguna cosa, aunque se trate de algo que nos resulte incómodo o que nunca hemos hecho, si Dios nos lo pide hoy, debemos creer que podemos hacerlo.
Nos hace falta fe en la capacidad del Señor para actuar y obrar por medio de nosotros. Porque conforme a nuestra fe y confianza nos será hecho. Dios está en nosotros y obra por medio de nosotros. Así pues, tengamos la certeza de que podemos llevar a cabo Su voluntad en nuestra vida, porque Él puede hacerlo por medio de nosotros, sin importar qué errores o decisiones equivocadas hayamos tomado a lo largo del camino.
Esforcémonos por cultivar un ambiente de fe, donde se espera que ocurra lo mejor y se sostiene la convicción de que Dios nunca fallará ni dejará de cumplir las promesas de Su Palabra. Peter Amsterdam
Publicado en Áncora en junio de 2021.
[1] https://www.biblestudytools.com/blogs/stephen-altrogge/can-you-miss-god-s-will-for-your-life.html
[2] https://www.theodysseyonline.com/when-fear-youve-missed-gods-plan
[3] https://www.adamhamilton.com/blog/what-if-i-missed-gods-will/#.XjLm0CN7lPY
[4] Filipenses 2:13.
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