Jesús, tu eterno amigo
Recopilación
[Jesus, Your Forever Friend]
Los fariseos llamaron a Jesús «amigo de pecadores» (Mateo 9:11; 11:16–19). […] El propósito de Jesús al entablar amistad con pecadores no era unirse a ellos en su conducta pecaminosa, sino salvarlos del pecado (1 Timoteo 1:15). Cristo no vino a la Tierra para pecar, sino para llamar a los pecadores al arrepentimiento (Lucas 5:32). A fin de hacer eso, Jesucristo se humilló a Sí mismo como un siervo, tomando un cuerpo humano para que pudiera compadecerse de nuestras debilidades y morir en nuestro lugar (Filipenses 2:5–11; Hebreos 4:15; Romanos 5:6). […] Dio Su vida por Sus amigos. No existe mayor amor (Juan 15:13). No hay un mejor amigo.
Sin embargo, la amistad de Cristo no termina en el Calvario. Jesús no solo murió por nosotros, sino que nos ha dado nueva vida (2 Corintios 5:17); y ha resucitado para que también resucitemos y cuando Él regrese algún día, recibamos un cuerpo glorioso como el Suyo (2 Tesalonicenses 1:10; Filipenses 3:20,21). Él nos ha enviado el Espíritu Santo para que sea nuestro guía, maestro, consolador, defensor, ayuda, fortaleza, y nos dé poder (Juan 14:26; 16:7–15). Nos ha dado Su Palabra; por medio de ella, el Espíritu ilumina nuestro corazón y mente para llevarnos a la verdad de Dios y a las preciosas promesas que nos ha hecho (Hebreos 4:12). Incluso ahora, Jesús intercede con el Padre por nosotros, si somos de verdad Sus amigos (Romanos 8:34). Jesús ha ido a preparar un lugar para que Sus amigos vivan con Él eternamente (Juan 14:2,3).
¿Quién no querría tener un amigo como Jesús? CompellingTruth.org1
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El hecho de que Jesús es amigo de pecadores significa que es nuestro amigo y espera que reconozcamos Su presencia y disponibilidad. El amor de Dios por nosotros casi está más allá de lo imaginable. Cuando pensamos en la encarnación de Jesús —que dejó el Cielo para nacer como un bebé indefenso, a fin de crecer y experimentar la vida entre nosotros—, empezamos a vislumbrar la profundidad de ese amor. Cuando a eso se añade Su sacrificio y muerte en la cruz, es asombroso.
Para ser un «amigo de pecadores», Jesús se sometió a vivir en un mundo caído y depravado, «por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23). A pesar de nuestra condición pecadora, Jesús desea una relación con nosotros. […] Jesús dejó claro que Él «vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Estuvo dispuesto a relacionarse con quienes no eran considerados lo bastante buenos, según las normas de los santurrones fariseos. Pero fueron ellos los que estuvieron dispuestos a escucharlo, ¡y eran importantes para Dios! […]
Jesús, nuestro amigo, pasó tiempo con los pecadores, no para participar de sus actos pecaminosos, sino para presentarles las buenas nuevas de que el perdón estaba a su disposición. […]. Cuando los enemigos de Jesús lo llamaron «amigo de pecadores», lo dijeron como un insulto. Para la gloria de Jesús y para nuestro beneficio eterno, Él soportó tales ofensas y se convirtió en un «amigo más unido que un hermano» (Proverbios 18:24). GotQuestions.org2
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«Ya no los llamo más siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Pero los he llamado amigos porque les he dado a conocer todas las cosas que oí de Mi Padre» (Juan 15:15).
Hemos estado reflexionando en el regalo de la relación que hemos recibido en Cristo. Gracias a Cristo, hemos sido adoptados en una nueva familia. En la lectura de hoy, Jesús emplea otra palabra para describir Su relación con Sus discípulos: amigos.
Juan registra la última noche de Jesús con Sus discípulos antes de que fuera crucificado. Jesús prepara a los discípulos para la pronta llegada de Su muerte, resurrección y ascensión. Sabe que cambiará Su relación con ellos. Emplea la analogía de una vid. Jesús los compara a ramas que están conectadas a una vid. Él es la vid y ellos son las ramas (Juan 15:5). El trabajo de ellos es llevar fruto (v. 2). ¡Pero eso solo se consigue si ellos permanecen unidos a la vid! (v. 5).
Los discípulos siguen conectados por medio de su obediencia (v. 10). Pero Jesús también les habla de su motivación para la obediencia. No son siervos, sino amigos (v. 14). Eso puede contradecir nuestra idea de amistad. Por lo general, ¿no es entre dos partes iguales? Si Jesús tiene el derecho de exigir obediencia, ¿cómo es amigo? ¡De dos formas importantes! En primer lugar, Jesús nos llama amigos porque nos reveló cosas importantes. Explica: «Los he llamado amigos porque les he dado a conocer todas las cosas que oí de Mi Padre» (v. 15). No se nos pide que obedezcamos ciegamente, sino que entendamos la misión de Dios. En segundo lugar, Jesús dio Su vida por nosotros (v. 13). Ese es el mayor regalo que alguien puede ofrecer a un amigo.
Un himno dice:
¡Oh, qué gran amigo es Cristo!
Él llevó nuestro dolor.
Qué privilegio es llevarle
todo a Dios en oración.
La oración es un resultado de esta íntima amistad con Jesús. Hoy puedes hablar con Él, refiriéndole lo que hay en tu corazón. Ryan Cook3
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Si ya me conoces, comprenderás por qué te llamo amigo. Si aún no me conoces, quiero ser tu amigo.
Tal vez te preguntes por qué vas a molestarte o qué sentido tiene ser Mi amigo. Seguramente son pocos los amigos auténticos que has tenido en la vida y tal vez no sepas si puedes fiarte de Mí. Si otros te han decepcionado, ¿por qué iba a ser Yo distinto? ¿Hay alguna razón por la que debas creerme cuando te digo que quiero ser tu amigo, que nunca te abandonaré? Te preguntarás por qué iba a interesarme en ti, en una persona considerada mala, un pecador.
Déjame entrar en tu vida, y descubrirás que se puede transformar y ser mucho mejor4. Se empieza al dar un paso de fe para aceptarme como tu salvador.
Sé que lo que has vivido te ha enseñado a desconfiar de todo y de todos, pero cuando deposites en Mí tu confianza, descubrirás que soy Alguien de quien puedes depender.
Puedes invitarme a tu vida al hacer una sencilla oración como esta: «Jesús, quiero ser Tu amigo y que Tú seas mi amigo. Perdona mis pecados y entra en mi corazón. Lléname con Tu Espíritu Santo y ayúdame a acercarme a Ti y a conocerte como mi mejor Amigo. Amén».
Nunca te arrepentirás de invitarme a tu corazón y vida, y tu vida no volverá a ser la misma. Y cuando esta vida termine, estarás conmigo en Mi reino celestial eternamente.
Tu eterno Amigo, Jesús
Publicado en Áncora en diciembre de 2024.
3 https://www.todayintheword.org/daily-devotional/jesus-as-our-friend/
4 Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17.)
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