El Hijo tenía que resucitar: De ahí que la pascua era inevitable
David Mathis
[The Son Must Rise: What Made Easter Inevitable]
En aquella mañana que cambió el mundo, los discípulos más cercanos a Jesús al principio pensaron que su cuerpo se lo habían llevado y puesto en otro lugar. «Hasta entonces no habían entendido la Escritura que dice que Jesús tenía que resucitar» (Juan 20:9). Debía resucitar. En la mente de Jesús, en los atrios del cielo y en las páginas de las Sagradas Escrituras, el sufrimiento y la posterior resurrección del Mesías no eran sólo posibilidades o probabilidades. No eran opcionales. Eran imprescindibles. Jesús lo había dicho antes, y más tarde ese mismo día volvería a explicarlo, que era necesario, que era la única forma en que podía suceder.
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