El día que me hice hombre
Peter W. Chin
Hay un tiempo para el lamento y un tiempo para que el lamento cese.
«La fe no es un ejercicio de respiración para hacernos sentir más en paz de un modo marginal en medio de la distracción moderna. Es algo firme que nos permite mirar un vacío oscuro y atravesarlo sin miramientos. La fe fue hecha para la adversidad, el sufrimiento, el temor y la enfermedad, para noches como aquella…»
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