Dios está obrando para que no te cueste esperar
Jade Mazarin
La mayoría de los padres estarían de acuerdo en afirmar que a sus hijos no les gusta esperar. Si hay algo que los niños no quieren escuchar es que su mamá les diga: «Ahora no». Puede provocarles ira, frustración e incluso desesperación. Esta «inquietud» que nos hace impacientes, nos sigue a la mayoría hasta la edad adulta. Puede que no respondamos con los mismos arrebatos emocionales que los niños, pero a la mayoría de nosotros todavía nos disgusta esperar lo que queremos.
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