Cadena de favores
Recopilación
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El amor no es algo que retribuimos, más bien lo brindamos. Lily Hardy Hammond
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Una de las compensaciones más gratificantes de la vida es que no es posible ayudar a alguien sin recibir una retribución personal de algún tipo. Ralph Waldo Emerson
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No pretendo dar semejante cantidad, solo puedo prestarla. Cuando conozcas a una persona honesta con una dificultad, debes pagarme prestándole esta cantidad a esa persona, encargándole que a la vez haga lo propio con otra persona más cuando pueda y se le presente la oportunidad. Y mi esperanza es que este ciclo continúe en cadena. Este es mi truco para lograr mucho con poco dinero. Benjamin Franklin, carta a Benjamin Webb, fechada el 25 de abril de 1784.
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No hay acto de bondad que no tenga un efecto consecuente. Un acto de bondad es seguido de otro. Un buen ejemplo tiene un efecto en los demás. Un solo acto de bondad se arraiga en muchas direcciones, y esas raíces brotan y crean nuevos árboles. El efecto más poderoso de los actos de bondad es que provoca bondad en quienes los reciben. Amelia Earhart
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Cada vez que le sonríes a un mensajero, que te ríes del chiste de un colaborador, cuando agradeces a un asistente o tratas a un extraño con gentileza y respeto, estás emitiendo energía positiva. Esa energía causa impresión en la otra persona, que a su vez se la transmite a otros, y se arraiga en las muchas otras personas con las que tiene contacto.
Hace ocho años, Susan recibió una carta de su vieja amiga Helen. La sobrina de Helen tenía un grave problema de anorexia y a menos que se atendiera en una clínica muy cara que quedaba a miles de kilómetros de su casa, moriría. Sin embargo, el costo del programa superaba los recursos de esa familia ya que el papá estaba desempleado y con problemas de salud. De modo que la familia envió una carta a parientes y amigos solicitando ayuda económica.
Susan quedó conmovida y un poco sorprendida, porque las personas, incluso los parientes, rara vez piden ayuda tan abiertamente. Susan y su esposo no sabían cuánto dar porque ellos mismos tenían tres hijos. Susan nos cuenta: «Terminamos enviando 500 dólares, que parecía muy poco, y al mismo tiempo era muchísimo para nosotros.»
Otros también respondieron generosamente. La muchacha recibió tratamiento y sobrevivió. «Si no hubieran enviado su petición la hija no hubiera sobrevivido», dijo Susan.
Tres años después, el esposo de Susan perdió su empleo. También sufrió graves problemas de salud. Estuvo desempleado bastante más de un año, y la familia de Susan se vio obligada a vivir de sus ahorros, que pronto se les acabaron. Aunque Susan tenía trabajo, su situación económica los empezó a preocupar mucho.
Un día llegó en el correo una tarjeta de una señora que Susan no conocía. Era la madre de Helen, la abuela de la muchacha que padeció anorexia. Les decía que había escuchado que estaban pasando un mal momento, y que los quería ayudar. Agregó que sabía lo que era pasar por dificultades económicas.
«Esa admirable señora que había criado a sus tres hijos con un trabajo de servicio no muy bien pagado nos envió un cheque de 2.000 dólares», cuenta Susan.
Cuando entiendes a cabalidad el poder de lo bueno, te das cuenta que al tratar a otros con bondad, respeto y generosidad, tus actos son retribuidos de una manera u otra, y con intereses. Linda Kaplan Thaler y Robin Koval[1]
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«Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes». Jesús, Lucas 6:38
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Descubrirán cuando reflexionen sobre sus vidas que los momentos realmente importantes fueron los momentos en que actuaron en un espíritu de amor. Henry Drummond
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No hay manera errada de actuar con bondad. Catherine Ryan Hyde
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Si nos proponemos vivir una vida de amor incondicional y compasión, el mundo se convertirá en un jardín en el que prosperarán y crecerán todo tipo de flores. Elizabeth Kubler-Ross
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La mejor lápida es una persona digna. Quienes te amaron y aquellos a quienes ayudaste te recordarán cuando los indiferentes sean olvidados. Graba tu nombre en corazones y no en mármol. Charles Spurgeon
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Hoy, dale una sonrisa a un desconocido. Puede que sea el único sol que vea en todo el día. H. Jackson Brown
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Recuerda que no hay acto de bondad que sea insignificante. Cada acto tiene consecuencias que no tienen un fin lógico. Scott Adams
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¿Te han demostrado bondad?
Bríndala a los demás;
no te la han mostrado solo a ti,
bríndala a los demás;
Que se propague muchos años
y que alivie muchos llantos,
y que hasta el Cielo lleguen tus actos.
Bríndate a los demás.
Henry Burton
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Debemos dar como nos gustaría recibir: con alegría, rápidamente y sin vacilar; porque no hay beneficios para quien da a duras penas. Séneca
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Los que trasmiten alegría a otros, no la pueden evitar para sí mismos. James M. Barrie
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Una palabra amable puede calentar tres meses de invierno. Proverbio japonés
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Las palabras amables pueden ser breves y fáciles de expresar, pero su efecto es infinito. Madre Teresa
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Los seres humanos que no dejan atrás grandes logros, sino una serie de pequeños actos de bondad, no han desperdiciado sus vidas. Charlotte Gray
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El que oprime al pobre ofende a su Creador, pero honra a Dios quien se apiada del necesitado. Proverbios 14:31
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Cuando recojas la cosecha de tu campo y olvides una gavilla, no vuelvas por ella. Déjala para el extranjero, el huérfano y la viuda. Así el Señor tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos. Deuteronomio 24:19
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Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones. Proverbios 19:17
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«Vengan ustedes, a quienes Mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron.»
Y le contestarán los justos: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?»
El Rey les responderá: «Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de Mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por Mí.» Jesús, Mateo 29:34-40
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¿Con qué exhortación se despidió Jesús de Sus discípulos en la Última Cena, antes de ser arrestado, azotado y muerto? «En esto conocerán todos que sois Mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros»[2]. Les habló del amor, de que era lo más importante.
Los primeros cristianos revolucionaron el mundo con el amor de Dios que habían descubierto en Jesucristo. Hasta los gobernantes romanos se maravillaban del amor de los cristianos y decían: «¡Mirad cómo se aman!» Los romanos se convencieron de que la fe de los cristianos era auténtica viendo su modo de vivir, y se preguntaban: «¿Quién es ese tal Cristo? ¿Cómo los hace tan felices? Ustedes, sin tener nada, ¡lo poseen todo! ¿Qué puedo hacer para alcanzar esa felicidad que a mí me falta?» Y al cabo de 200 años, cuando el cristianismo todavía estaba proscrito en el Imperio romano, ¡una persona de cada cinco se declaraba cristiana, y todo el mundo civilizado estaba saturado con el Evangelio de Jesucristo!
Un poquito de amor puede llegar muy lejos, más de lo que te imaginas. David Brandt Berg[3]
Publicado en Áncora en mayo de 2013. Leído por Andrés Nueva Vida.
Traducción: Rody Correa Ávila y Antonia López.
[1] The Power of Nice (New York: Doubleday, 2006).
[2] Juan 13:35.
[3] Fuerzas para cada día (Aurora Production, 2004).
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