Bendiciones que reporta la soledad
Palabras de Jesús
«Pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas». 2 Corintios 4:17-18[1]
A cada persona le otorgo Mi amor de un modo particular. Mas en todo corazón hay un rincón que solo Yo puedo ocupar. Los que traten de ocuparlo con otras cosas descubrirán tarde o temprano que ello no satisface del todo, y que deben reservar ese rincón exclusivamente para Mí.
Hay un tiempo y un propósito para todo lo que se quiere debajo del cielo y Yo obro de manera muy diversa en la vida de las personas. Es imprudente juzgar por las apariencias o establecer comparaciones en cuanto a Mi amor juzgando por las circunstancias; Mi amor es mucho más profundo, mucho más seguro, mucho más eterno y perfecto. Puede que por épocas tu copa de compañerismo y relaciones haya rebosado, en otras te puede parecer que está prácticamente vacía. En lugar de compararte con otros que pasan más tiempo con amistades o seres queridos, te pido que lo veas como una bendición cuando te concedo tiempo a solas, ya que te da tiempo para que crezcas en tu relación conmigo.
Cuando en tu vida estés lidiando con la soledad, esfuérzate por acercarte a Mí, y recuerda que las pruebas y tribulaciones en tu vida terrenal son pasajeras y que en Mi reino celestial, toda lágrima será enjugada y todo deseo realizado.
Te sacaré adelante
«Pueblos, esperad en Él en todo tiempo. Derramad delante de Él vuestro corazón. Dios es nuestro refugio». Salmo 62:8[2]
He estado a tu lado en las buenas y en las malas. He pasado contigo momentos difíciles y momentos de dicha. Te he acompañado en cada obstáculo y en cada situación. He estado ahí para ayudarte. Cuentas conmigo, amor Mío.
¿Crees que te abandonaría en un momento de necesidad? Y ahora que me necesitas con tanta urgencia y clamas a Mí, ¿no voy a satisfacer tu necesidad y atender a tu clamor? Me preocupo por ti y te amo con un amor eterno. Conozco el anhelo de tu corazón y proveeré para ti. Tal vez no sea lo que esperas o la respuesta que esperas, pero si mantienes tu corazón receptivo a Mis caminos, lo llenaré de lo que necesitas. No temas presentarme tus peticiones ni sincerarte conmigo.
¿Habrá algo difícil para Mí? Confía en Mí y ten fe. Vuelve los ojos hacia Mí y mira hacia arriba. No dejes de tenerme como tu primer amor y confiar en que seré todo lo que he prometido. No te inquietes por el mañana ni te preocupes pensando cómo proveeré. No te fijes en las circunstancias que te rodean ni en las olas, preguntándote cómo voy a proveer. Eso es asunto Mío, y está en Mis manos. Lo único que tienes que hacer es presentarme la petición de tu corazón y confiar plenamente en que soy capaz de cuidar de ti.
Ahora que me has encomendado estas peticiones, y a partir de este momento, que no haya inquietud alguna en tu corazón. Me has confiado tu carga y ahora puedes andar tranquilo, con un corazón ligero y libre de preocupaciones, porque confías en Mí. El que confía de lleno en Mí no deja de andar por fe. Y si andas por fe, verás las promesas, las respuestas a tus oraciones y las bendiciones.
Por tanto, sé fiel y continúa amándome y sirviéndome de todo corazón. Sigue comunicando el Evangelio al mundo. Sigue reflejando Mi amor a los demás. Sigue entregándoles tu corazón, tu amor, y no te preocupes por ti mismo, de ese modo hallarás la senda hacia tu mayor felicidad.
El gozo vendrá
«Me mostrarás la senda de la vida; en Tu presencia hay plenitud de gozo». Salmo 16:11[3]
Soy consciente de que es difícil; lo entiendo y comparto tu sentimiento. Yo también he sentido el dolor, la pesadumbre de estar solo. En el Huerto de Getsemaní me sentí más solo de lo que nadie se ha sentido jamás, y también más tarde cuando moría en la cruz. Mis propios discípulos me habían abandonado temerosos. Hasta Mi propio Padre me tuvo que dar la espalda y dejarme morir como si fuera un pecador solitario del mundo; peor aún, porque tomé sobre Mí y sentí los pecados del mundo entero, los pesares, amarguras, dolores y tribulaciones de todos los hombres que habían vivido y habrían de vivir.
Si me traes tus aflicciones y quebrantos, me los cargaré encima. Echa tu ansiedad sobre Mí y Yo te sustentaré y te ayudaré a sobrellevarla.
Sé que buscas explicaciones. Quieres saber y entender por qué las cosas se han dado así en tu vida. Preguntas si no habría otra manera o rumbo que pudo haber tomado tu vida que te habría facilitado las cosas y colmado tus anhelos. Cree que lo sé, que me preocupo por ti, y que aunque te cause dolor tendré compasión. Cuando pases por pruebas y purgas, te consolaré y te bendeciré.
Las cosas no siempre serán como ahora. Debes creer, tener fe y esperanza en que proveeré para todas tus necesidades, cuando y como Yo disponga. Ten fe, cree y confía en que cumpliré Mis promesas. Al mismo tiempo ten paciencia y recuerda que todo lo hago bien.
Por angosta, escarpada, empinada y resbalosa que sea la senda de Mi voluntad, te guiará a las cotas más altas, a las más hermosas vistas y las más generosas recompensas. Prosigue pues, hacia adelante a pesar de los retos, a pesar del dolor, confiando que aunque el lloro dure una noche —o muchas noches largas y solitarias—sigue en pie Mi promesa de que vendrá la alegría. Y tan grande será esa alegría que el dolor quedará en el olvido.
Ven a Mí y confía en que verás las respuestas a las oraciones que te han salido del fondo de tu alma y corazón. Te amo y velo por ti y no negaré ningún bien a Mi amado, en quien me complazco[4].
Esperanza en Su amor infalible
«El ojo del Señor está sobre los que le temen, sobre los que esperan en Su misericordia. Por tanto, en Él se alegrará nuestro corazón, porque en Su santo nombre hemos confiado. Sea Tu misericordia, Señor, sobre nosotros, según esperamos en ti.» Salmo 33:18, 21-22[5]
Pon tu esperanza en Mí y Mi amor infalible reposará sobre ti. Algunos de Mis hijos han olvidado cómo tener esperanza. Han quedado decepcionados tantas veces que no se quieren arriesgar nuevamente. De modo que siguen adelante estoicamente, de una manera mecánica. Otras personas ponen su esperanza en la resolución de problemas, en tratamientos médicos, en el mercado de valores, en la lotería y demás. Pero los reto a poner su confianza plenamente en Mí.
No importa qué esté pasando en tu vida ahora, tu historia tiene un final increíblemente feliz. Aunque el camino que tienes por delante parezca oscuro, hay una luz reluciente y eterna al final de tu travesía por la tierra. La obra que terminé en la cruz te aseguró esta esperanza celestial y está totalmente asegurada. Es más, el saber que tu historia termina bien puede llenar tu presente de alegría.
Cuanto más deposites tu esperanza en Mí, tanto más resplandecerá sobre ti Mi luz de amor, iluminando tu día. Recuerda que estoy contigo siempre y que Yo soy tu Esperanza[6].
Publicado en Áncora en enero de 2019.
[1] RVR1995.
[2] RVR1995.
[3] RVR1995.
[4] Salmo 84:11.
[5] RVR1995.
[6] Sarah Young, Jesus Today (Thomas Nelson, 2012).
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