Amor por toda la eternidad
Palabras de Jesús
Cuando digo que te amo, me dirijo a ti en particular. Me dirijo a los que se sienten apartados y distantes de Mi amor. Me dirijo a los que se sienten que han fracasado y les parece que no hay perdón para ellos, o que piensan que no hay esperanza. Si te sientes así, el siguiente mensaje va dirigido a ti.
Si te consideras indigno y no ves la forma de retornar a Mí; si te sientes débil y agotado, y no te queda una pizca de fuerzas para recorrer otro kilómetro; si te sientes cansado y no puedes más... este mensaje va dirigido a ti. Si te sientes desincentivado; si has perdido la motivación que te impulsaba a continuar un día más, una hora más, a dar un paso más, estas palabras son para ti. Si crees que me has dado la espalda y que no me es posible entender el dolor y las cargas que te abruman, este mensaje es para ti.
Si sientes deseos de rendirte, si te parece que sería mejor desistir, te hablo a ti. Si te consideras un gran desastre, quiero que sepas que te amo. Si te sientes incapaz de alcanzar los objetivos que tienes por delante, este mensaje es para ti. Si te sientes perdido, solo y confundido, y tienes dudas, te amo a pesar de todo.
Si crees que me has decepcionado innumerables veces, acércate a Mí y deja que te rodee Mi paz. Si te sientes incapaz y demasiado pecador para merecer Mi amor, ¡quiero que recuerdes que te amo y que di Mi vida por ti! Si te sientes agobiado, como si estuvieras hundiéndote en un mar de pesares, ten presente que te amo y estoy contigo.
Mi amor te tiende la mano. Puedes tener Mi perdón y misericordia; no tienes más que aceptarlos. El amor que albergo por ti no lo podría apagar una inundación. ¡El amor que te tengo se extiende hasta la más elevada estrella y desciende a las profundidades más insondables del mar! Mi amor por ti ese eterno.
Si te sientes débil, fatigado y desgastado por la batalla, este mensaje te lo dirijo a ti. Si te sientes desfallecer, si tu ánimo, tu corazón y tu alma flaquean, este mensaje es para ti. Si sientes que has perdido el entusiasmo y te consideras acabado, ¡recuerda que te amo ahora y por la eternidad!
Si a lo largo de los años te has esforzado arduamente y al mirarte al espejo te preguntas de qué ha servido tu vida, este mensaje va para ti: Mi amor por ti es inagotable e inalterable.
Si te encuentras en el umbral de nuevos horizontes y al ver los desafíos que tienes por delante te sientes abrumado, preocupado por el futuro, si no te consideras en condiciones de atender a las exigencias que tienes por delante, te hago saber que Mi amor te sacará adelante.
Te amo como si no hubiera nadie más que tú en el mundo, tanto que estuve dispuesto a morir por ti en la cruz. Veo tu amor, tu fidelidad a Mí y tus obras de amor por los demás. No llevo la cuenta de tus faltas y tus fracasos, ni de tus errores y desaciertos. Veo el lado bueno y las posibilidades que otros tal vez no ven. No veo otra cosa que tu precioso corazón; y te amo.
Veo cada una de tus lágrimas. Oigo el menor de tus clamores. Siento cada una de tus decepciones, cada preocupación, cada inquietud, cada deseo. Lo sé todo sobre ti: conozco cada una de tus aspiraciones y tus necesidades. Veo tu corazón y cuanto albergas en él, y eres un tesoro para Mí.
Anhelo consolarte, darte alivio, sanar cada uno de tus dolores, calmar tus preocupaciones y temores. Deseo dar claridad a tu confusión y aplacar tus desasosegados nervios. Siempre estoy contigo: en toda experiencia lóbrega y sombría o toda niebla densa que te envuelva. Por grande que sea la confusión o el desespero acumulado en tu interior.
Preciosa criatura Mía que te sientes alejada, deseo que sepas que estoy siempre contigo. Nunca te abandoné, y jamás te desampararé.
Te he llamado, y mi sueño es estrecharte contra Mi seno amoroso. Me perteneces. Luché por ti, derramé la sangre por ti, di la vida por ti, ¡y ahora Mi Espíritu mora en ti! Me perteneces por toda la eternidad.
Amar hasta la cruz
Mi amor por ti es tan grande que me hizo emprender la misión que desempeñé en la Tierra para rescatarte y levantarte para conducirte a una nueva vida. Morí a fin de que hallaras el camino, la verdad y la vida, y que descubrieras a Quién perteneces y tu identidad eterna en Mí.
Mientras Yo padecía, derramaba Mi sangre y expiraba por ti, me sostenía el gran amor que te tengo. Mientras me fustigaban los látigos de Pilato, tu redención siempre estaba delante de Mí. Mientras los soldados me escupían, se mofaban de Mí y me encasquetaban en la cabeza una corona de espinas, tu salvación me dio fortaleza para aguantar. Mientras portaba la cruz por las calles, y cuando caí de rodillas, debilitado y agotado por el peso, Mi amor por ti me dio las fuerzas para continuar. Mientras pendía vergonzosamente de la cruz padeciendo dolor, recordé que por medio de esa muerte, tú vivirías por la eternidad en el Cielo.
Te he amado desde la eternidad y hasta la eternidad, ¡así de grande es Mi amor por ti! He sembrado Mi amor y Espíritu en lo más hondo de tu corazón para sostenerte en tu viaje por la vida, para que halles fuerzas, fe y esperanzas para persistir.
Puse un vacío en tu interior para que pudieras llenarte hasta rebosar de Mi amor, de modo que tuvieras una reserva suficiente de amor y el poder de Mi Espíritu que te sustentara hasta el día en que vengas por fin a casa, al lugar que he preparado para ti.
Cuando sientas soledad y que pasas por tiempos difíciles, será el momento de venir a Mí, a reposar y encontrar la paz en Mi presencia. Y cuando te desalientes y pienses que has cometido un gran error, pon los ojos en Mi faz y contempla cómo te sonrío con Mi amor incondicional que nunca te deja ni te abandona.
Cuando tengas preocupación o ansiedad, preséntame todas tus preocupaciones. Si crees que nadie podría entender las tribulaciones que atraviesas, Yo siempre te comprendo. Tráeme todos los problemas o cargas, y todos los pesares y las desazones de esta vida, y hallarás descanso para tu alma.
Cuando te sientas débil, Yo seré tu fuerza. Cuando te agobie la confusión, te daré Mi paz que sobrepasa todo entendimiento. Cuando sientas temor, confortaré tu corazón. Cuando sientas tensión, te daré alivio. Cuando todo te parezca lúgubre y tormentoso, resplandeceré como una luz para ti.
Cuando precises orientación, Yo te guiaré. Iluminaré tu camino. Cuanto te embargue el agotamiento, en Mí hallarás reposo. Cuando te sientas perdido, estoy contigo para recordarte que ya has sido encontrado por toda la eternidad.
El amor que abrigo por ti es inmenso, ¡y te amo como nadie podrá amarte jamás! Te amo ahora y te amaré por la eternidad.
Publicado por primera vez en septiembre de 1996. Adaptado y publicado de nuevo en agosto de 2023.
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