agosto 27, 2013
Los atributos de Dios nos indican qué y quién es Él. William Ames
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Porque Dios es espíritu, procuraré tener íntima comunión con Él.
Porque es todopoderoso, puede ayudarme con cualquier cosa.
Porque es omnipresente, está siempre conmigo.
Porque es omnisciente, acudiré a Él y le presentaré todas mis preguntas e inquietudes.
Porque es soberano, me someteré de buen grado a Su voluntad.
Porque es santo, me consagraré a Él en pureza, culto y servicio.
Porque es verdad absoluta, creeré lo que dice y me conduciré como corresponde.
Porque es recto, viviré conforme a Sus reglas.
Porque es justo, me tratará imparcialmente.
Porque es amor, se ha comprometido a velar incondicionalmente por mi bienestar.
Porque es misericordioso, perdona mis pecados cuando se los confieso sinceramente.
Porque es fiel, confiaré en que siempre cumplirá Sus promesas.
Porque es inmutable, mi futuro eterno está asegurado.
William Bright
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Aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia. Miguel de Cervantes
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(Nota de la redacción: En este texto, las referencias bíblicas vienen con hipervínculos, de manera que resulte fácil consultar el texto de los versículos.)
La Biblia, que es la Palabra de Dios, nos dice cómo es Él y cómo no es. Sin la autoridad de la Biblia, toda tentativa de explicar los atributos de Dios no pasaría de ser una opinión personal, que por sí sola es a menudo incorrecta, sobre todo cuando se trata de comprender a Dios (Job 42:7). Decir que es importante tratar de entender cómo es Dios sería quedarse tremendamente corto. El no hacerlo puede llevarnos a erigir, seguir y adorar dioses falsos, contraviniendo Su voluntad (Éxodo 20:3–5).
Solamente es posible conocer lo que Dios ha escogido revelar de Sí mismo. Uno de los atributos o cualidades de Dios es que Él es luz, lo cual quiere decir que Él mismo nos revela información sobre Sí mismo (Isaías 60:19; Santiago 1:17). El hecho de que Dios nos haya descubierto aspectos de Su persona no debe tenerse en poco (Hebreos 4:1). La creación, la Biblia y el Verbo hecho carne (Jesucristo) nos llevan a conocer cómo es Dios.
Comencemos por entender que Dios es nuestro Creador y que formamos parte de Su creación (Génesis 1:1; Salmo 24:1). Él nos creó a Su imagen. El ser humano está por encima del resto de la creación; a él le fue dado dominio sobre ella (Génesis 1:26–28). Aunque la creación perdió su lustre a consecuencia de la desobediencia de Adán y Eva, todavía nos permite entrever las obras de Dios (Génesis 3:17,18; Romanos 1:19,20). Viendo la inmensidad, la complejidad, la belleza y el orden de la creación, podemos hacernos una idea de lo impresionante que es Dios.
La lectura de los nombres de Dios puede ayudarnos a descubrir cuáles son Sus atributos. Aquí tenemos algunos:
Elohim: El fuerte, divino (Génesis 1:1)
Adonai: Señor, como lo es un amo con relación a su criado (Éxodo 4:10,13)
`Elyon: Altísimo, el más Fuerte (Génesis 14:20)
El Roi: El fuerte que ve (Génesis 16:13)
El Shaddai: Dios Todopoderoso (Génesis 17:1)
El Olam: Dios eterno (Isaías 40:28)
Yahvé: Señor «Yo Soy», es decir, el Dios eterno que existe por Sí mismo (Éxodo 3:13,14).
Dios es eterno, lo cual significa que no tuvo principio y que nunca dejará de existir. Es inmortal e infinito (Deuteronomio 33:27; Salmo 90:2; 1 Timoteo 1:17). Es inmutable, o sea, no cambia; eso a su vez quiere decir que es absolutamente seguro y digno de confianza (Malaquías 3:6; Números 23:19; Salmo 102:26,27). Es incomparable; no hay nadie como Él en obras o existencia. Es inigualable y perfecto (2 Samuel 7:22; Salmo 86:8; Isaías 40:25; Mateo 5:48). Es inescrutable, inconmensurable, insondable, imposible de concebir, lo cual significa que no se lo puede llegar a conocer por completo (Isaías 40:28; Salmo 145:3; Romanos 11:33,34).
Dios es justo; no hace acepción de personas, no tiene favoritismos (Deuteronomio 32:4; Salmo 18:30). Es omnipotente, es decir, todopoderoso; puede hacer todo lo que le agrade, pero Sus actos están siempre en armonía con Sus demás atributos (Apocalipsis 19:6, Jeremías 32:17,27). Es omnipresente, lo cual significa que está presente en todas partes, pero no que Él lo sea todo (Salmo 139:7–13; Jeremías 23:23). Es omnisciente, es decir, conoce el pasado, el presente y el futuro, incluso los pensamientos que tenemos en cualquier instante. Puesto que lo sabe todo, Sus juicios son siempre equitativos (Salmo 139:1–5; Proverbios 5:21).
Dios es uno; no solamente no hay otro, sino que Él es el único capaz de satisfacer las necesidades y los anhelos más profundos de nuestro corazón. Solo Él merece nuestro culto y devoción (Deuteronomio 6:4). Es recto, lo cual significa que no puede pasar por alto la maldad. A causa de Su rectitud y justicia, para que nosotros pudiéramos obtener el perdón de nuestros pecados fue necesario que Jesús sufriera la ira de Dios, cuando nuestros pecados fueron puestos sobre Él (Éxodo 9:27; Mateo 27:45,46; Romanos 3:21–26).
Dios es soberano, es decir, la autoridad suprema. Toda Su creación junta no puede frustrar Sus propósitos (Salmo 93:1, 95:3; Jeremías 23:20). Dios es espíritu, o sea, invisible (Juan 1:18, 4:24). Es trino; son tres Personas en una, con la misma substancia, poder y gloria. Dios es verdad; permanecerá incorruptible, y no puede mentir (Salmo 117:2; 1 Samuel 15:29).
Dios es santo; está separado de toda corrupción moral y es hostil a ella. Dios ve todo el mal, y este lo enoja. Se menciona que Él es un fuego consumidor (Isaías 6:3; Habacuc 1:13; Éxodo 3:2,4,5; Hebreos 12:29). Dios es benévolo, y esa benevolencia se traduce en bondad, consideración, misericordia y amor. Si no fuera por la gracia de Dios, Su santidad nos excluiría de Su presencia. Afortunadamente no es así, ya que Él desea conocer personalmente a cada uno de nosotros (Éxodo 34:6; Salmo 31:19; 1 Pedro 1:3; Juan 3:16, 17:3).
Como Dios es infinito, ningún ser humano puede responder cabalmente a una pregunta tan monumental [cuáles son Sus atributos]; pero gracias a la Palabra de Dios podemos llegar a entender bastantes cosas sobre quién y cómo es. Sigamos todos buscándolo de todo corazón (Jeremías 29:13). Sitio web Got Questions?org[1]
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Jamás se manifestó tan claramente el amor de Dios como cuando Él dio Su vida por Sus ovejas, y nunca refulgió tan notoriamente la justicia de Dios como cuando Él sufrió en Sí mismo la maldición del pecado antes que dejar el pecado sin castigo y deshonrar la ley. Todos los atributos de Dios se centraron en la cruz, y quien tiene ojos para mirar a través de sus lágrimas y ver las heridas de Jesús descubrirá allí más de Dios de lo que le revelaría toda una eternidad de providencia o una infinidad de creación. C. H. Spurgeon
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Al examinar la naturaleza, la esencia, la personalidad y los atributos de Dios, conviene que entendamos desde un principio que nunca lo llegaremos a saber todo de Él. Somos seres finitos, de conocimiento limitado. Dios es un ser infinito, Su conocimiento no tiene límites, y la brecha entre Él y nosotros será siempre insalvable. La doctrina cristiana enseña que Dios es incomprensible en el sentido de que no se le puede entender totalmente[2]. No significa que no se le pueda entender en absoluto, sino que no se le puede comprender del todo, exhaustivamente.
Nunca llegaremos a comprender plenamente a Dios, pero sí podemos entender ciertas cosas de Él que nos ha revelado. Algunas las hemos aprendido en términos generales, por medio del mundo que nos rodea, Su creación. Otras hemos llegado a conocerlas de forma más expresa, a través del principal medio por el que se ha revelado a la humanidad: la Biblia. En sus páginas hay detalles sobre Dios que Él ha revelado a la humanidad, y lo que ha dicho de Sí mismo es cierto. Por otra parte, no nos lo ha dicho todo, de modo que nadie puede entenderlo a cabalidad. En cualquier caso, lo que ha dicho por medio de Su creación y de Su Palabra es lo que ha revelado sobre Sí mismo a la humanidad. Esas revelaciones nos descubren muchas cosas de Él, y lo que aprendemos a través de ellas nos mueve a amarlo, alabarlo y confiar en Él. Peter Amsterdam[3]
Publicado en Áncora en agosto de 2013. Traducción: Jorge Solá y Antonia López.
[1] http://www.gotquestions.org/attributes-God.html.
[2] Wayne Grudem, Systematic Theology, An Introduction to Biblical Doctrine (Grand Rapids: InterVarsity Press, 2000), 150.
[3] Publicado por primera vez en agosto de 2011.
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