junio 20, 2013
El núcleo de elaborar una red social es forjar lazos. Esas relaciones pueden abarcar una amplia variedad de conocidos, amigos, socios y colegas, las personas con las que te comunicas frecuentemente y aquellas que apoyan tu obra de manera regular en alguna medida, grande o pequeña. Formar redes sociales es establecer lazos con otros gracias a nuestras asociaciones y relaciones. Ya sea que esas relaciones culminen en un testimonio u ofrezcan oportunidades de colaborar en obras benéficas, pueden llegar a ser elementos fundamentales para divulgar el amor de Dios.
En pocas palabras, tejer redes sociales consiste en establecer relaciones, formar un círculo de amigos, conocidos y colegas para el beneficio mutuo de todas las partes. Lo importante para formar redes sociales no es el beneficio que se pueda sacar ni las ventajas profesionales que pueda reportar, sino lo que se puede aportar. Se basa en un sincero interés por aquellos con quienes forjas lazos; apuntas a ayudarlos en sus necesidades. Y de paso, ser parte de una red social ampliará tus horizontes, tus oportunidades y tu futuro.
La colaboración es un arreglo cooperativo por el que dos o más partes trabajan conjuntamente en pos de una meta común, y una vez más, para mutuo beneficio. [...] Las oportunidades de colaborar surgen a raíz de haber establecido una buena red de contactos[1].
A continuación reproduzco fragmentos de unos buenos consejos que se pueden aplicar a la creación de alianzas estratégicas y campañas de colaboración.
Para tejer redes sociales hace falta invertir —invertir en las personas— y no limitarse a establecer redes sociales pensando en lo que esperamos recibir de los demás, sino en lo que podemos aportar, a fin de crear lazos.
Sabes que has tenido éxito en la creación de redes sociales cuando se te considera una fuente [de lo que tu empresa ofrece]. Si promueves las conexiones comerciales sin orden ni concierto o dedicas mucho tiempo a promover lo que necesitas, obtendrás pésimos resultados.
Formar redes sociales no es utilizar a los demás ni un grito para pedir ayuda. En otros términos, si forjas lazos con la gente solo cuando el negocio anda mal o tratas de vender algo, los demás huirán cuando te vean llegar[2].
Si sus relaciones o comunicaciones se basan solamente en lo que los demás pueden hacer por ustedes y por su trabajo, o incluso solo a nivel de empresa, por lo general no llegarán lejos en cuando a formar una relación sólida o a tener una gran amistad profunda. La meta de crear lazos es establecer relaciones y en última instancia tener buenas amistades, pero para lograrlo es posible que haga falta algo de trabajo e inversión. Hará falta estar preparados para dar a los demás si vamos a crear redes sociales exitosas y a establecer un fundamento de confianza que resista la prueba del tiempo.
Estas son unas ideas:
• Para empezar, conoce a la persona. Establece una relación de confianza.
• Concentra la conversación en esa persona, no en ti. A las personas les encanta hablar de sí mismas. Entérate de algo personal. Esto les dice que te interesan más ellas que su empresa.
• Piensa en cómo puedes ayudar a quienes acabas de conocer a que logren sus objetivos comerciales, o incluso los personales. Luego, diles cómo puedes ayudarlos a hacerlo y no les cobres. Hasta ese punto, no vendes tus servicios ni productos; los ayudas.
• Una vez que todos parecen estar tranquilos, no temas decirles lo que haces y darles más información. Si se hace correctamente, estarán encantados de conocer más detalles.
La adquisición de estas habilidades requiere tiempo y esfuerzo, pero lo más importante, hay que saber cómo se tejen las redes sociales[3].
Uno de los principios de crear lazos es estar dispuesto a dar. En el caso de nuestra obra misionera, la generosidad se manifiesta en la participación en campañas u obras de beneficencia, o incluso en la organización de las mismas. Podría tratarse de asistir a funciones, hablar en reuniones ecuménicas, asistir a alguien en su labor, colaborar en un seminario o campaña de caridad. Podría ser de diversas formas; es parte de los buenos modales: damos y recibimos, hacemos las dos cosas. Sin embargo, en la misma medida en que damos, se nos dará[4].
Una forma fácil y rápida de conocer personas y ampliar nuestras redes sociales es integrándose a organizaciones, clubes, o grupos que tengan un interés específico, o asistir a seminarios o conferencias, convenciones, eventos, o lugares públicos donde se aborden temas pertinentes en los que tengan puntos en común.
Muchos talentos que han adquirido por medio de la testificación, el apacentamiento, trabajar con la gente, y en las relaciones transculturales, pueden ser muy útiles cuando se trata de entablar relaciones y ampliar las relaciones profesionales.
A continuación reproduzco fragmentos destacados de lo que un autor define como las reglas de forjar vínculos para tejer redes sociales:
Empatía
La habilidad de ponerte en el lugar de la otra persona y ver la situación desde su punto de vista. Esa habilidad puede darse de manera natural, o tal vez se puede adquirir. La empatía es esencial, y tiene que ser visible. La persona con la que te relacionas por motivos de trabajo debe sentir que la entiendes. Cuando escuchas que dice: «Se trabaja bien contigo», ¡ten la certeza de que tienes empatía!
Cortesía
Comunícate bien siendo comprensivo. La persona se sorprenderá y se sentirá humana. La charla sobre temas triviales a menudo puede parecer superficial y artificial. Conversa de verdad con la persona y observa que reacciona con afecto. [...] Habla con voz cálida y encantadora, y utiliza lenguaje corporal positivo.
Respeto
Nunca supongas que tu jefe o cliente compartirá tus puntos de vista y actitudes. El mundo está lleno de personas diferentes, todos con ideas, prejuicios y opiniones que pueden ser distintos a los tuyos. Es posible que su cultura no sea parecida a la tuya, pero eso no significa que sea menos importante. Tal vez te parezca que algunas actitudes y costumbres sean poco comunes. Las prácticas laborales pueden parecerte muy extrañas. A fin de crear una buena relación de trabajo, es útil llevarse bien con las personas con quienes trabajamos. ¡Las discusiones y los enfrentamientos no son la mejor base para entablar una buena relación!
Si entiendes las costumbres y actitudes de las personas que conoces, es posible que puedas respetarlas incluso si son muy distintas de las tuyas. Respeta la individualidad de esa persona, y toma en cuenta qué clase de persona es. Si haces un gran esfuerzo para entrar en su onda descubrirás que tiene un efecto positivo en los tratos posteriores con esa persona[5].
Otro autor se refiere a las aptitudes necesarias para entablar relaciones como «la técnica de las 3 A:
Aceptación.
La aceptación es una vitamina. Todos anhelamos ser aceptados tal como somos. [...] No tengas un nivel de exigencia rígido de cómo piensas que deben actuar las personas. Da a la otra persona el derecho de ser ella misma. Si es una persona un poco peculiar, que así sea. No insistas en que haga todo lo que haces y que le guste todo lo que te gusta. Permite que se relaje cuando esté en tu presencia.
Es extraño, pero quienes aceptan a alguien y les gusta tal como es, influyen más para que mejore el comportamiento de esa persona. Un psicólogo lo expresó así: «Nadie tiene el poder para reformar a otra persona, pero si te gusta esa persona tal como es, entonces le das el poder para cambiarse a sí misma.»
Aprobación.
La segunda A mágica, es lo que anhelan todos: aprobación. La aprobación va un poco más allá de la aceptación. Al compararlas, la aceptación es mayormente negativa. Aceptamos a la otra persona con sus defectos y errores y de todos modos le brindamos nuestra amistad. Sin embargo, la aprobación significa algo más positivo. Va más allá de ser tolerante ante los defectos de otro, y encuentra algo positivo que nos gusta.
Siempre se puede encontrar algo que aprobar en otra persona: y siempre se puede hallar algo que desapruebas. Depende de lo que busques. [...] Si tienes una personalidad positiva, buscas algo que aprobar.
Aprecio.
Otro anhelo básico es recibir aprecio. «Apreciar» es aumentar el valor de algo, o lo opuesto de «despreciar»; esto último sería «desestimar y tener en poco». Siempre buscamos personas que aumenten nuestro valor, en vez de que lo disminuyan. [...] Cuando uno aprecia a alguien, se le hace más valioso y más exitoso.
A continuación damos ideas para forjar vínculos con personas después del primer contacto:
Si estamos dispuestos a trabajar con la gente, a pesar de que es probable que no estemos de acuerdo en todo, y aceptarla y apreciarla, el Señor puede abrir muchas nuevas puertas de redes sociales y colaboración, y podemos establecer toda clase de nuevas relaciones con muchas personas distintas.
Claro, conocer personas y establecer puntos de interés común es solo el primer paso; y el siguiente y el más importante es cultivar la relación por medio del contacto continuo. Para ello probablemente habrá que ser diligente y reunir tarjetas, datos personales y dirección de correo electrónico de quienes conoces en el contexto de establecer redes sociales; y luego, organizar la información de manera que sea fácil acceder a ella para hacer seguimiento después del primer contacto, lo que incluye prestar atención a la información pertinente de la persona, sus intereses, o cualquier petición que haya hecho para que le des información, o para añadirla a una lista de correo según sus intereses específicos.
Hacer seguimiento después del primer contacto es decisivo para establecer un enlace de comunicación que puedas cultivar en el futuro. Encontrar el enfoque que sea de interés de esa persona contribuye a llevar más lejos ese contacto inicial. Aunque no te comuniques con frecuencia con esa persona, el hecho de haber establecido comunicación por correo electrónico o que los tengas en tu lista de correo crea un vínculo que puedes fortalecer en el futuro cuando sea necesario.
Algunas veces, la persona tendrá suficiente interés como para ponerse en contacto contigo, pero siempre es más seguro tomar la iniciativa y hacer seguimiento al contacto y cultivar la relación, de modo que esta sea continua. Puesto que la gente puede estar muy ocupada, a menudo aprecia recibir un mensaje de correo electrónico o una llamada por teléfono que mantenga la comunicación, sin que tome mucho de su tiempo en esa etapa inicial[6].
El principio de ser un testigo «a tiempo y fuera de tiempo» se puede aplicar a las redes sociales en cuanto a estar listos para aprovechar las oportunidades que se presenten de comunicarte y avanzar en una relación.
Aunque hay muchas buenas ideas y principios para crear redes sociales sólidas y para establecer relaciones de confianza con la gente, el factor más esencial en la ecuación es un interés genuino por los demás. Estar dispuesto a salir al encuentro de la gente y ser generoso, a contribuir, y a manifestar un interés sincero por los demás, es lo que hace falta para establecer relaciones que perduren en el tiempo.
Aunque hace falta invertir tiempo y tener paciencia para crear redes sociales, puede ofrecer oportunidades de influir en quienes el Señor ponga en nuestro camino. Puede abrir puertas para llegar a tener una gran amistad con ellos y darles las buenas nuevas. Puede ser una tribuna para «traducir el amor de Dios en actos que lleven a las personas a experimentar Su presencia». En última instancia, tal vez las personas descubran «que pueden entablar una relación personal con Jesús» o contribuir a «mejorar la calidad de vida espiritual de nuestros semejantes»[7]. El establecimiento de redes sociales puede ser una frontera ilimitada que abra las puertas de nuevas oportunidades para dejar huella en los demás.
Artículo publicado por primera vez en febrero de 2011 y adaptado en junio de 2013. Leído por Andrés Nueva Vida. Música de John: Meditation 19.
[1] Se publicó por primera vez en julio de 2009.
[2] Don Crowther, How to Reach Your Business and Career Goals Through Professional Networking.
[3] Gentileza de Don Crowther. 101PublicRelations.com.
[4] Lucas 6:38.
[5] Frances Kay. Brilliant Business Connections: How Powerful Networking Can Transform You, and Your Company's Performance.
[6] Fragmentos de clases para portavoces de LFI, 2009.
[7] El objetivo central de La Familia Internacional.
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