diciembre 31, 2012
Todo lo bueno y lo malo que nos haya traído el año que pasó, lo lamentable y lo que nos causó dolor, está en manos del Dios todopoderoso. Aun así, gracias a Dios, si de veras confiamos en el Señor Jesucristo, si lo hemos puesto todo sumisamente en Sus manos, Él puede hacer que brote miel de la roca y aguas dulces del desierto amargo del pasado, sea cual sea. ¡Él puede darte en este año nuevo belleza en lugar de cenizas, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado, y gozo por la mañana en vez de lamentos por la noche! Todo esto nos lo promete en Su Palabra, y qué delicia, saber que lo hará[1]. Que somos Suyos, y que confiamos en Él. Virginia Brandt Berg[2]
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Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. El apóstol Pablo[3]
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La vida es un tapiz: Nosotros somos la urdimbre; los ángeles, la trama; Dios, el tejedor. Solo el tejedor puede ver el diseño completo. Eileen Elias Freeman[4]
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La vida está llena de decisiones. Todos los días nos vemos obligados a tomar algunas, grandes o pequeñas, y cada día que pasa tenemos un historial cada vez mayor de decisiones tomadas. Algunas nos resultaron bien, otras mal, otras en parte bien y en parte mal, y otras más todavía no se sabe. En todo caso, cada una de ellas contribuyó a hacer de nosotros lo que hoy somos.
Los siguientes son algunos principios que a mí me han servido al reflexionar sobre el pasado y los factores que me han conducido a mi situación actual.
Nuestro futuro no está limitado por nuestro pasado. Independientemente de las decisiones que hayamos tomado, de las que otros hayan tomado por nosotros y de nuestras circunstancias actuales, el futuro sigue siendo tan halagüeño como las promesas de Dios, dos de las cuales son: «Si tenéis fe, […] nada os será imposible»[5], y: «Al que cree todo le es posible»[6]. Si no estás en la situación en que desearías estar, aún hay tiempo para cambiar eso. Mientras da vueltas el cielo, hay esperanza en el suelo.
Si una decisión que tomaste parece haber tenido malos resultados o derivó en consecuencias imprevistas, ten presente que probablemente no has visto todavía todos sus efectos. Lo que tiene aspecto de piedra o de serpiente todavía puede transformarse en pan o en una comida completa[7]. El cineasta, actor y productor Orson Welles dijo en cierta ocasión: «El final feliz depende de dónde ponemos punto final a nuestra historia». O como dijo otro: «Todo terminará bien; y si no ha terminado bien, es que todavía no hemos visto el final». Ese principio es particularmente cierto en el caso de las personas que aman al Señor y buscan Su orientación, puesto que Él ha prometido obrar de manera que todas las cosas redunden en nuestro bien[8].
Revivir el pasado y lamentarnos de algunas cosas que hicimos, o sumirnos en el remordimiento por no haber hecho otras que nos hubiera gustado hacer, es propio de nuestra naturaleza humana. Dios lo comprende. Así y todo, es un error dejar de ver todo lo bueno que también trajeron esas experiencias: la madurez, la profundidad y otras enseñanzas que contribuyeron a forjar nuestro carácter y a prepararnos para cosas mayores y mejores que han de venir.
Al volver la mirada hacia el pasado debemos apreciar los bienes y dichas que nos deparó. No nos olvidemos de «todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro y todo lo amable» que también ha habido en nuestra vida[9]. Demos gracias a Dios por las decisiones acertadas que tomamos en el pasado y por las que nos va a ayudar a tomar en un futuro. María Fontaine[10]
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Tu pasado es importante, sin embargo es mucho menos importante con relación a tu presente que la manera en que concibes tu futuro. Tony Campolo
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Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Pablo el apóstol[11]
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Al concluir el año, antes que se inicie el otro, conviene detenerse un momento y preguntarse: «¿Qué progresos he realizado este año? ¿He hecho todo lo que he podido por Jesús, teniendo en cuenta todo lo que Él ha hecho por mí? ¿Ha sido verdaderamente un año que le he dedicado al Señor, en el que he vivido para Él mediante Su poder, Su fortaleza y Su guía? ¿Lo he aprovechado para hacer Su voluntad? ¿He observado en mí los frutos del Espíritu, los frutos de Su Palabra? ¿Ha sido un año por el cual me siento agradecido? ¿Estoy seguro de haber complacido al Señor?»
También es una buena ocasión para recordar todo lo bueno que te ha acontecido. ¿Qué es lo que más agradeces del año que termina? ¿Cuál es tu oración o tu esperanza para el año nuevo? ¿Qué promesa de la Palabra de Dios invocas para el año que comienza?
Señor, al iniciar este año te pedimos que nos ayudes a mirar hacia adelante con fe. Danos fuerzas para hacer lo que Tú deseas. Guíanos, oriéntanos, y no permitas que nos apartemos de Tu voluntad. Ayúdanos a vivir este año plenamente para Ti. David Brandt Berg
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La vida solo puede entenderse si se la analiza de cara al pasado; sin embargo, debe vivirse de cara al futuro. Søren Kierkegaard
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Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! El apóstol Pablo[12]
Publicado en Áncora en diciembre de 2012. Traducción: Quiti y Antonia López.
[1] Isaías 61:3.
[2] “Forgetting the Past,” Meditation Moments 20.
[3] Romanos 8:28 RVR1960
[4] The Angels’ Little Instruction Book (Grand Central Publishing, 1994).
[5] Mateo 17:20.
[6] Mateo 17:20.
[7] V. Lucas 11:11–13.
[8] Romanos 8:28.
[9] V. Filipenses 4:8.
[10] Conéctate, enero de 2012, Volumen 13, Revista 1.
[11] Filipenses 3:13–14.
[12] 2 Corintios 5:17.
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