diciembre 30, 2025
[Grace for the New Year]
El comienzo de un nuevo año puede hacer surgir objetivos y visión de futuro, pero a veces puede traer cansancio, descontento y temor.
Hace tres años, empecé enero con un trabajo agotador. Iba en pos de objetivos de éxito profesional y estabilidad económica. Objetivos que parecían imposibles. Agotada por el trabajo, el esfuerzo de intentar adaptarme y las expectativas insatisfechas, deseaba pasar un año en el que las cosas por fin me salieran bien.
Le confié a una amiga un resentimiento que tenía por lo que pasó el año anterior y que deseaba con afán un cambio drástico […] que preferiblemente ocurriera de la noche a la mañana. Ella me escuchó, asintió y hasta reflexionó respecto a sus propias dificultades recientes.
Luego dijo: «Antes quería que la vida me diera un descanso. Pero para ser sincera, sé que esta adversidad será una oportunidad para apoyarme más en Dios. Ahora solo le pido a Dios que me dé Su fortaleza».
Al principio, lo rechacé. Quería que Dios me diera fuerzas […] y también un respiro. Pero, ¿de verdad le pedía a Dios que me diera Su fortaleza y que me hiciera más fiel tanto como le pedía que mejorara mi vida?
No está mal pedir a Dios alivio y liberación. Servimos a un Salvador que obra milagros, que puede dividir el mar, dar vista a los ciegos y eliminar cualquier dificultad que enfrentemos. Sin embargo, el Señor también puede darnos Su fortaleza para superar un día decepcionante o madurar en una temporada difícil. Nuestra prueba más difícil podría ser una oportunidad para ver el poder de Dios.
Habacuc 3:17–19 dice: «Aunque se pierda la cosecha de oliva y los campos queden vacíos y no den fruto […] ¡El Señor Soberano es mi fuerza! Él me da pie firme como al venado, capaz de pisar sobre las alturas».
Este año puede traer dificultades, pero recordemos estas cuatro verdades:
Recuerda que aunque hubo desafíos en el año que terminó, y en este año puede haber momentos difíciles, tu Salvador siempre te dará Su fortaleza cuando la pidas. Con Jesús, hay alegría en la mañana y fuerza en las dificultades.
Amado Jesús: Este año, haz que las dificultades que yo tenga me conviertan en una persona más prudente, mejor y más fiel. Ayúdame a ver esas dificultades como oportunidades para apoyarme en Ti. Quisiera que la vida fuera diferente. Pero también sé que eres un Dios bueno que puede darme fuerzas. Te pido Tu fortaleza en este momento. En el nombre de Jesús, amén. Grace Valentine1
Nuevo año, el mismo Dios
A medida que nos acercamos al Año Nuevo, me llega un pensamiento recurrente que puede parecer simple, y sin embargo es una poderosa verdad: «¡Nuevo año, el mismo Dios!» Esa breve frase me recuerda un bello pasaje de las Escrituras en Hebreos 13:8: «Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos».
Al escribir a la iglesia de Filipos, Pablo dijo: «Hermanos […] una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3:13,14).
Con la familia, la iglesia, los cambios políticos y tecnológicos que nos llegan con tanta rapidez, ¡es consolador saber que Dios nunca cambia! Dios no se «adapta» a los tiempos. La Palabra no cambia según las presiones culturales o las devastadoras situaciones de la vida. ¡Dios no necesita cambiar porque ya es el Rey de reyes y Señor de señores! Solo necesitamos seguir adelante.
A medida que empezamos el nuevo año, es natural reflexionar en el pasado y fijarnos metas para el futuro. Sin embargo, como cristianos que somos […] nuestras metas no deben ser solo los éxitos personales o el bienestar económico, sino honrar a Dios y vivir conforme a Su voluntad.
Una forma de empezar a fijarnos metas que agraden a Dios es buscar Su guía en oración. Escuchar la voz del Señor y pedir Su orientación para el próximo año. El salmista dice en Salmo 37:4: «Deléitate en el Señor y Él te concederá los deseos de tu corazón». Cuando buscamos a Dios primero, Él nos guiará y nos dará los deseos que sean conforme a Su voluntad para nuestra vida.
Así pues, al empezar el nuevo año, recordemos: «¡Nuevo año, el mismo Dios!» Chaplain Allen2
De cara al futuro
En el umbral del Año Nuevo, nuestra tendencia natural es pensar en lo que nos espera el próximo año. Esta travesía que llamamos vida está marcada por vicisitudes y altibajos; en el recorrido saboreamos buenas y malas experiencias. Lo inquietante es que a menudo no tenemos ni la más remota idea de lo que nos deparará el futuro. Puestos a escoger, los cristianos tratamos de optar por lo que consideramos mejor y procuramos llevar una vida íntegra que complazca a Dios y sea una bendición para otros, tratando con consideración a nuestros semejantes. Cada día, sin embargo, tomamos decisiones susceptibles de afectar nuestro futuro, aunque no siempre tengamos claro hasta qué punto.
En estos tiempos complicados eso no es fácil. Pero aunque no lo fueran, igual nos costaría resolver esas disyuntivas. Quizá para los estudiosos de la cultura y la historia esta sea una época interesante, pero para quienes vivimos inmersos en ella, la realidad es que cada año que se inicia presenta nuevos riesgos e incertidumbres.
En lo que sí podemos ampararnos como una áncora y refugio en la vida, sin lugar a duda es en el amor y desvelo con que Dios nos trata, aun en los momentos más sombríos y dificultosos. «Dios ha dicho: “Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré”» (Hebreos 13:5). Así pues, «tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza» (Hebreos 6:18,19).
En 1939 un joven predicador y músico llamado Ira Stanphill contrajo matrimonio con Zelma Lawson, pianista, hija de un pastor y poseedora de una extraordinaria voz. Desafortunadamente el matrimonio se deshizo en 1948, y poco después su exesposa murió en un accidente de tránsito. Se dice que durante el periodo entre la separación y el divorcio, seguido de la muerte de ella, Stanphill se sumió en una profunda depresión.
Cierta noche iba conduciendo cuando se puso a tararear una canción sobre la incertidumbre del futuro y la confianza en Dios en circunstancias que escapan a nuestra comprensión. Al llegar a casa corrió hacia el piano y anotó rápidamente la letra de la canción Cosas del mañana, la cual a lo largo de los años ha hecho eco en tantas personas que enfrentan un futuro incierto.
Muchas cosas del mañana
no alcanzo a comprender;
mas quien cuida del mañana
cuidará de mí también.
Para qué he de preocuparme,
si conmigo está Jesús.
Él me toma de la mano
y me alumbra con Su luz. Ira Stanphill
Dios no nos asegura que andar con Él sea fácil; lo que sí promete es que ¡cada día de nuestra vida está en Sus manos! A medida que iniciamos un nuevo año, es reconfortante saber que Aquel que nos ama como nadie conoce muy bien el camino y a diario lo transitará con nosotros. Ronan Keane
Una oración para el año nuevo
Padre y Dios nuestro, en el inicio de este nuevo año, confesamos que necesitamos Tu presencia y Tu guía al enfrentar el futuro.
Todos tenemos esperanzas y expectativas para el año que está por delante, pero solo Tú sabes lo que nos depara; y solo Tú puedes darnos las fuerzas y la sabiduría que necesitaremos para enfrentar los desafíos. Así pues, ayúdanos a poner humildemente nuestras manos en las Tuyas, a confiar en Ti y a buscar Tu voluntad para nuestra vida en el año que comienza.
En la incertidumbre de los días venideros, asegúranos la certeza de Tu amor inmutable. Al encontrarnos en las inevitables decepciones y angustias de la vida, ayúdanos a acudir a Ti en busca de la estabilidad y el consuelo que necesitaremos. En las tentaciones de la vida y ante la atracción de nuestra obstinada voluntad, ayúdanos a no perder el rumbo, sino a tener el valor de hacer lo que es correcto delante Tus ojos, cueste lo que cueste.
Ante las preocupaciones y actividades cotidianas, abre nuestros ojos para que veamos el dolor e injusticias de este mundo que sufre. Ayúdanos a responder con compasión y sacrificio a los que se encuentran desamparados y necesitados. Que nuestra oración constante sea la del salmista de la antigüedad: «Enséñame, Señor, a seguir Tus decretos, y los cumpliré hasta el fin» (Salmo 119:33). […]
Al pensar en lo que ocurrió en el año que ha terminado, te agradecemos por lo bueno que eres con nosotros, mucho más de lo que merecemos. Que nunca nos jactemos de Tu bondad en el pasado ni olvidemos todas Tus misericordias hacia nosotros, sino que eso nos lleve […] a un nuevo compromiso de hacer que este año seas Tú el fundamento y el centro de nuestra vida.
Asimismo, Padre nuestro, te damos gracias por la promesa y la esperanza de este nuevo año. Lo recibimos con expectativa y fe. Te lo pido en nombre de nuestro Señor y Salvador, que con Su muerte y resurrección nos ha dado esperanza tanto para este mundo como para el venidero. Amén. Billy Graham3
Publicado en Áncora en diciembre de 2025.
1 Grace Valentine, Cuatro verdades sobre la fortaleza de Dios para el año nuevo, proverbs31.org, 1 de enero de 2025, https://proverbs31.org/es/lee/devocionales/texto-completo/2025/01/01/cuatro-verdades-sobre-la-fortaleza-de-dios-para-el-ano-nuevo.
2 Chaplain Allen Thyssen, Reflections—New Year, Same God, nations.edu, 4 de enero de 2024, https://nationsu.edu/reflections-new-year-same-god.
3 Billy Graham’s Prayer for a New Year, billygraham.org, 1 de enero de 2024, https://billygraham.org/articles/billy-grahams-prayer-for-the-new-year-4.
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