octubre 2, 2025
[The Compassion of Jesus]
Al ahondar en la Biblia, me impresionaron los profundos testimonios de compasión que se abren paso en sus páginas. Desde los relatos del Antiguo Testamento sobre el amor divino hasta los del Nuevo Testamento sobre la misericordia infinita de Jesús. No son solo descripciones históricas; son un llamado a la acción. Al explorar esas narraciones, no pude evitar conmoverme por la profundidad del amor de Dios. […]
Al adentrarnos en la Biblia, encontramos innumerables relatos que presentan la inmensa compasión de Jesús. No solo predicó el amor; lo vivió, influyó en la vida de las personas con las que tuvo contacto. […] Uno de los ejemplos más profundos de la compasión de Jesús se encuentra en el relato de cómo curó a los leprosos. Imaginemos ese suceso: diez hombres, parias debido a su lepra, de pie a la distancia gritando con desesperación: «¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!» (Lucas 17:13).
La lepra no era solo una enfermedad; era una condena a una vida de aislamiento. Sin embargo, Jesús vio más allá de la enfermedad de ellos. Vio su corazón, su desesperación para sanarse, y Él respondió con compasión. Les dijo: «Vayan, muéstrense a los sacerdotes» (Lucas 17:14). Y mientras iban, fueron limpiados. […]
Otra vívida representación de la compasión de Jesús se describe en el relato en que da alimento a cinco mil personas. Imaginemos una multitud, hambrienta y cansada, lejos de cualquier fuente de alimento. Sin embargo, tenían hambre de algo más que solo pan; tenían hambre de las palabras de vida que Jesús ofreció.
Al ver la necesidad, Jesús no los rechazó. En cambio, tomó cinco panes y dos peces, y después de dar gracias, milagrosamente los multiplicó para alimentar a toda la multitud. Ese relato, que se encuentra en los cuatro evangelios, no solo destaca un milagro de provisión, sino la profundidad de la compasión de Jesús. Se preocupó por su hambre espiritual y por sus necesidades físicas. […]
Cada uno de esos relatos nos ofrece vislumbres del corazón de Jesús. Su compasión no se limitó a la condición social, el pecado o la enfermedad. Vio a cada persona como merecedora de Su amor y Su manifestación milagrosa. A medida que reflexiono en esos relatos, recuerdo que Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre. Su compasión está a nuestra disposición ahora como lo estuvo en aquel entonces. Por medio de la oración, la fe y al tener el corazón abierto para recibir Su amor, nosotros también podemos experimentar en nuestra vida el poder transformador de Su compasión.
Al reflexionar en esos relatos de la Biblia, es evidente que la compasión ocupa un lugar central en los actos y enseñanzas de Jesús. No solo predicó sobre el amor y la bondad; Él lo vivió a diario al tender la mano a los necesitados, independientemente de su posición social o situación.
Por medio de Su ejemplo, aprendemos la verdadera esencia de la compasión: no solo es sentir lástima de alguien, sino activamente procurar aliviar su sufrimiento. Esos relatos no son solo textos antiguos; son un llamado a la acción para que en nuestra vida encarnemos la compasión. Inspirémonos con el ejemplo de Jesús a fin de derribar barreras y extender nuestro amor a todos, manifestándoles esa compasión que sin duda no tiene límites. Duke Tabor1
En el Antiguo Testamento se describe a Dios teniendo compasión más de doce veces; y en los evangelios se dice seis veces que Jesús sintió compasión. Un relato en Lucas 13:10–17, la curación de una mujer encorvada, ejemplifica la compasión de Jesús en acción, y también abre una ventana a la comprensión empática que contribuyó a esa compasión.
La mujer se describe como «encorvada», y que «de ninguna manera se podía enderezar» (Lucas 13:11). En el día de reposo ella entra a la sinagoga donde Jesús está enseñando. Cuando Jesús la ve, la llama y la sana. […]
Me identifico mucho con esa mujer. No tengo osteoporosis, pero ya veo que a medida que envejezco, los hombros quieren encorvarse. […] Además, con frecuencia siento que me inclino con el peso de las responsabilidades y me agobia la tristeza que me produce lo que le pasa a familiares y amigos. También me inclino con el peso de todo lo que va mal en el mundo. […]
Cuando Jesús la sana, emplea estas palabras: «Mujer, has quedado libre de tu enfermedad» (Lucas 13:12). ¡Cuánto anhelo librarme de la ansiedad y la presión que me pesa! Agradezco muchísimo que Dios me haya dado gozo y libertad tantas veces durante las décadas en que he sido seguidora de Jesús.
Cuando Jesús la llama al entrar ella en la sinagoga y luego la sana, Jesús muestra gran compasión. La ve encorvada, se conmueve por su situación y actúa para mejorarla. Esa combinación de conmoverse internamente y luego actuar en respuesta es la esencia de la compasión.
Como eso ocurrió en el día de reposo, el dirigente de la sinagoga no quedó complacido con la acción de Jesús. A lo largo de los siglos hasta el nacimiento de Jesús, los líderes judíos codificaron el día de reposo, y emplearon 39 verbos —incluido curar— para describir actos que estaban prohibidos en el día de reposo. […]
Después de ser criticado por el dirigente de la sinagoga, Jesús observa que los judíos creían que era apropiado en el día de reposo soltar un animal para llevarlo al agua (Lucas 13:15). Continúa: «Y esta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en el día de reposo?» (Lucas 13:16). La frase «dieciocho largos años» es un indicador fundamental de la comprensión empática que contribuyó a la compasión de Jesús. […]
En la historia de la curación de la mujer encorvada, Jesús manifiesta la comprensión empática que sostiene la compasión. Él se conmovió por el sufrimiento de ella y toma la iniciativa para aliviarlo. Que todos tengamos más empatía y compasión siguiendo el ejemplo de Jesús, guiados y fortalecidos por el Espíritu de Dios. Lynne M. Baab2
En la Biblia encontramos ejemplos extraordinarios en los que varios personajes actuaron motivados por la compasión. En las Escrituras, muchos relatos están llenos de bondad, misericordia y compasión. […] Por ejemplo, José de Arimatea, que preparó su tumba personal para su Mesías, o la mujer que lavó los pies de Jesús con su cabello. Aprendemos, por medio de ellos, que manifestar compasión y bondad no es sencillamente ser amables, sino que puede ser un acto de adoración a nuestro Salvador.
Gálatas 5:22,23 dice: «Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley». El fruto del Espíritu Santo es lo que Dios desea que reflejemos en nuestra vida, y eso incluye la bondad que nace de la compasión.
Cuando otros mantienen una distancia prudencial del sufrimiento, la persona compasiva actúa. Hay muchas formas de manifestar compasión o de ser compasivos. En el Antiguo y en el Nuevo Testamento hay numerosos ejemplos de personajes bíblicos que son compasivos, que tienen empatía, que manifiestan misericordia a alguien o que se compadecen a sí mismos.
La verdadera definición de compasión tiene que ver con una expresión tangible de amor a los que sufren. La compasión no es solo ser conscientes del sufrimiento de otra persona. Va más allá de un simple deseo de reducir el sufrimiento. Una persona compasiva reconoce el sufrimiento ajeno y luego actúa para ayudar. […]
Jesucristo, el Mesías, ejemplificó la compasión durante Su ministerio en la Tierra. Uno de los ejemplos más conmovedores en la Biblia es cuando Jesús mostró compasión en el sepulcro de Lázaro. Cuando Jesús vio que lloraban los amigos de Lázaro, lloró junto con ellos (Juan 11:33–35). Una y otra vez, nuestro querido Señor Jesucristo sintió compasión por la gente, la sanó y la consoló. Vio la gran multitud como ovejas sin pastor y le dio propósito y refugio.
Como el Hijo de Dios, Jesús poseía más de lo que podríamos imaginar. Aun así, renunció a todo, voluntaria y abnegadamente sacrificándose a sí mismo por nosotros, de modo que podamos tener vida eterna. ¡En ese sacrificio, vemos el mayor ejemplo de compasión en la Biblia! […]
1 Juan 3:17 dice: «Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?» Eso significa que el amor no son solo palabras o un discurso. Se manifiesta en actos y en verdad. Dice que el amor es activo, que no solo es sentido, pensado o hablado.
Cuando otros mantienen una distancia de los que sufren, la compasión divina nos impulsa a actuar a favor de los que padecen. Cuando vemos personas pobres, que no tienen necesidades básicas, o son huérfanos de padre, se nos pide que manifestemos misericordia por medio de una acción compasiva.
Al pensar en la compasión que Dios nos ha mostrado, podemos responder con compasión hacia los que nos rodean. Compassion.com3
Si vamos a ser mensajeros eficaces y embajadores de Jesús, debemos avanzar con el amor de Cristo (Romanos 5:8) y estar dispuestos a dar de nosotros mismos como lo hizo Jesús. Eso significará diferentes cosas según las circunstancias, pero en resumidas cuentas consiste en hacer los sacrificios necesarios a fin de manifestar el amor del Señor a los necesitados.
Puede ser abrumador pensar en la gran misión que nos ha sido encomendada. Es probable que nos sintamos incapaces de representar eficazmente el amor del Salvador y Su compasión por la gente. Tal vez consideren que no tienen bastante amor en el corazón o una profunda comprensión o suficiente compasión.
Si es así como se sienten, quiero animarlos a confiar en que Dios nos ha dado Su amor y Su Espíritu que nos motivará a transmitir a los demás las verdades de Jesús. Recuerden que Dios obra en nosotros y a través de nosotros para que seamos Su amor y compasión por los demás (Filipenses 2:13). El amor de Jesús por nosotros fue lo que lo motivó a venir a la tierra, a vivir entre nosotros y a morir por nosotros, a fin de que pudiéramos ser salvos y vivir con Él para siempre.
El amor fue lo que motivó a los grandes misioneros de la Historia a abandonar hogares, comunidades y países, a fin de responder al llamado del Señor que sentían en su interior de hablarles a los demás de Él. Los motivaba el amor que tenían a Jesús. Y el amor de Jesús hará lo mismo por nosotros a medida que vamos a dar Su amor a los demás y a ser un ejemplo vivo de Su compasión (2 Corintios 5:14,15). María Fontaine
Publicado en Áncora en octubre de 2025.
1 Duke Tabor, 7 Inspiring Bible Stories About Compassion That Transform Hearts Today, Answered Faith, 8 de marzo de 2024, https://answeredfaith.com/bible-stories-compassion
2 Lynne M. Baab, The Compassion and Empathy of Jesus, lynnebaab.com, https://www.lynnebaab.com/articles/new---the-compassion-and-empathy-of-jesu
3 Compassion in the Bible, compassion.com, https://www.compassion.com/poverty/compassionate-bible-characters.htm
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