septiembre 23, 2025
[Kindness in Action]
La bondad es la característica que llevó a Dios a ofrecernos la salvación (Tito 3:4,5; Romanos 2:4; 11:22). Esa misma bondad hace que Dios nos dé pastos verdes, aguas tranquilas y la restauración de nuestra alma cuando estamos cansados (Salmo 23:2,3). La ternura de Dios es lo que hace que quiera reunirnos debajo de Sus alas para protegernos y mantenernos cerca de Él (Salmo 17:8; 36:7; 61:4; Mateo 23:37).
Dios manifestó bondad al dar alimento a Elías y a la viuda de Sarepta durante una sequía, y expresó más bondad al resucitar al único hijo de la viuda (1 Reyes 17:8–24). Cuando Sara desterró a Agar e Ismael, Dios fue benevolente con los rechazados al proporcionarles agua y esperanza (Génesis 21:9–21).
En numerosas ocasiones, la bondad impulsó a Jesús a detenerse en medio de Sus actividades a fin de socorrer a personas necesitadas (Marcos 6:34; Marcos 7:29; Marcos 10:46–52). Y la bondad es lo que hace que el Buen Pastor nos rescate cuando nos descarriamos (Lucas 15:3–7). Dios, con bondad, «recogerá los corderos, y en Su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas» (Isaías 40:11).
Cuando mostramos la bondad de Dios, somos tiernos, benévolos y serviciales. Toda acción y palabra tendrá el toque de la gracia de Dios. Got Questions.org1
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En el lapso de una semana encontré bondad por lo menos cuatro veces.
Un colega comentó que Platón instó a ser amables, pues todas las personas enfrentan una batalla difícil.
Leí que el dramaturgo Douglas Jerrold (1803–1857) describió a un hombre que era tan bondadoso que sostendría un paraguas para proteger de un aguacero a un pato.
Alguien recordó un sermón en el que yo dije: «Tal vez la bondad sea lo más importante que se busque en un posible cónyuge».
Y en The New World, película donde Pocahontas, una princesa nativa americana, pregunta a John Rolfe: «¿Eres bondadoso?»
La bondad humana es un débil reflejo de la bondad de Dios. En un largo discurso sobre nuestro pecado y la ira de Dios, Pablo escribió: «¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios […] al no reconocer que Su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?» (Romanos 2:4.)
Hemos perdido duras batallas con el pecado. Sin embargo, el paraguas de Cristo tiene forma de cruz, nos protege de un diluvio de la justa ira de Dios. Nuestro Padre es un Dios bondadoso sin medida. ¿Por qué? «Para mostrar […] la incomparable riqueza de Su gracia, que por Su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús» (Efesios 2:7).
Jesús, gracias por sostener el paraguas de Tu gracia sobre nosotros. Gracias por Tu fidelidad y bondad eterna. En Tu nombre esperamos. Amén. Dale Vander Veen2
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«Salomón dijo: “Al dar amor, fuiste muy generoso con mi padre David. Él vivió fielmente en Tu presencia, sus relaciones fueron justas y su corazón recto. Y has persistido en este amor grande y generoso”» (1 Reyes 3:6).
Dios se especializa en la bondad, o en lo que Salomón llama «amor grande y generoso». La bondad es una de las virtudes más bellas. La bondad puede definirse como el acto de mostrar consideración y amor generoso a quienes son demasiado pobres o están tan perdidos que no pueden hacer nada por sí mismos. Se puede entender como una actitud del corazón que acepta y honra a otros incluso cuando son un desastre, a veces por su propia culpa.
Visto de esa manera, Dios de verdad es bondadoso. Continuamente vuelve Su rostro hacia nosotros y nos manifiesta amor que no hemos merecido y que no merecemos. De manera constante nos honra incluso cuando nos hemos alejado de Él, y como en el caso del hijo pródigo, volvemos a casa sin nada, solo con nuestra vergüenza.
Dios es el Padre más bondadoso del universo. Fue bondadoso con el rey David, el padre de Salomón, aunque David cometió errores. También sigue siendo bondadoso con nosotros. Hoy pide a Dios más de esa bondad. Es la cualidad más transformadora del universo.
«¿O tienes en poco las riquezas de Su bondad y tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?» (Romanos 2:4). God’s Word for Every Need
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Ninguno de sus amigos y familiares entiende por qué decidió hacerlo. A la mayoría le gustaría despertarla de su insensatez. Sus objeciones tienen sentido. Al fin y al cabo, May ya tiene cerca de 45 años y vive sola desde que su hija se mudó a otra parte. Además se ha endeudado. Y sin embargo, ahí está, criando a una niña que su ex marido tuvo con otra mujer.
May se casó joven y se divorció antes de los 25 años. Desde antes de separarse ya criaba sola a su primera hija, pues su marido era narcodependiente, y no hacía otra cosa que entrar y salir de la cárcel.
Unos veinte años después, él reapareció de la nada y le pidió un favor. Había tenido una hija con otra mujer y quería que ella le gestionara la internación de la niña en un orfanato antes que él volviera a la cárcel. La pequeña Joline había sido abandonada por su madre y parecía destinada a pasar su infancia en una institución.
May optó por hacer las gestiones para quedarse con ella. Ya lleva cinco años criándola. No le ha resultado fácil. Trabaja arduamente para pagar las cuentas, y Joline no le da tregua. Sin embargo, a May nada la amedrenta.
«Todos me dicen que Joline es una carga enorme y que no valen la pena los sacrificios que hago para criarla. Pero nadie me pregunta qué siento yo ni toma en cuenta las razones por las que lo hago.
»Cuando terminó mi última relación, sentí que mi vida había perdido todo sentido, y que nunca tendría una familia normal. Sin embargo, la primera vez que vi la sonrisa de Joline y que ella me agarró un dedo con su manita, supe que había alguien que me quería y me necesitaba. Joline no es una carga; me trae amor y alegría».
En ese momento Joline se acercó, echó sus brazos al cuello de May y le llenó las mejillas de besos. «Te quiero, mami. Eres la mejor del mundo». Como madre orgullosa que es, a May se le iluminó el rostro.
Entonces caí en la cuenta de que May tenía razón, y de que las críticas que había recibido eran injustas. En lugar de dejar que las vicisitudes y avatares de la vida la sumieran en una espiral de autocompasión, optó por la bondad y dar de lo que aún tiene. Y gracias a ello ha hallado la felicidad que tan esquiva le había sido. Renee Chang3
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Efesios 6:18: «Perseveren en oración por todos los creyentes».
La oración intercesora es fundamental y una potente práctica espiritual. Es parte esencial de la vida cristiana, en las Escrituras sirve como modelo de un acto de amor y compasión hacia otros y en obediencia a Dios.
Ese acto desinteresado de orar por otros creyentes refleja el corazón compasivo de Cristo, que intercede constantemente por Sus redimidos. Este deber sagrado de la oración intercesora es una manera tangible de que los creyentes manifiesten amor cristiano, y de llevar los unos las cargas de los otros.
Es posible que la intercesión sea la mejor manera en que podamos ayudar a otros cristianos. Que nunca dejemos de hacerlo por desidia.
La intercesión ferviente sin duda traerá amor con ella. No creo que puedan odiar a alguien por quien oren habitualmente. Si les desagrada un cristiano, oren por él doblemente, no solo por causa de él, sino por ustedes, para que puedan sanar de sentimientos poco fraternales.
El amor es el cemento sobre el que se ponen las piedras vivas de la iglesia, si van a unirse. Yo atribuyo la ausencia de amor fraternal a la disminución de la oración intercesora. Habitualmente oren con fervor unos por otros, y se unirán sus corazones con amor.
Hermanos, cuando oren unos por otros, no solo aumentará su compasión y amor, sino que emitirán juicios más amables entre ustedes. La oración es estupenda para unir corazones y potente creadora de amor.
Si un miembro de esta iglesia los ha tratado mal, hermanos, los insto a que oren por esa persona con más constancia y fervor.
La oración intercesora es uno de los ejercicios más santos y más celestiales en el que un devoto puede ocuparse.
Ah, terminemos con las murmuraciones, las quejas, las críticas y los reproches, y pongamos todo eso en el trono de la misericordia. Si la mitad del aliento que se gasta inútilmente en quejas y censuras se convirtiera en intercesión, ¡habría mucha más santidad en la iglesia!
En lo personal, nadie puede hacerme un favor más sincero que orar por mí. Charles Spurgeon4
Publicado en Áncora en septiembre de 2025.
1 «The Fruit of the Holy Spirit – What is kindness?» GotQuestions.org, https://www.gotquestions.org/fruit-Holy-Spirit-kindness.html
2 Dale Vander Veen, «Thinking About God's Kindness», TodayDevotional.com, 19 de marzo de 2012, https://todaydevotional.com/devotions/thinking-about-gods-kindness-2012-03-19
3 Renee Chang, «La decisión de una madre», Conéctate, julio de 2013, https://www.activated.org/es/relaciones/amor-al-projimo/crecer-en-amor/la-decision-de-una-madre/
4 Charles Spurgeon, GraceGems.org, https://www.gracegems.org/2024/spurgeon_no_man_can_do_me_a_true.htm
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