Marcado con la imagen de Dios

septiembre 2, 2025

Recopilación

[Stamped with God’s Image]

Todas las personas se han hecho esta misma pregunta: ¿Soy alguien importante? Resulta fácil no sentirse importante cuando la empresa te ve como un número, el novio te trata como ganado, tu ex consume tu energía o la vejez se lleva tu dignidad. ¿Alguien importante? Difícilmente.

Cuando tienes dificultades con esa pregunta, recuerda esta promesa de Dios: Dios te creó, a imagen de Dios, para la gloria de Dios. «Dios dijo: “Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, que reflejen nuestra naturaleza”» (Génesis 1:26).

En esas palabras se encuentra la promesa más estupenda: Dios nos hizo para que reflejemos Su imagen. Dios nos creó para que seamos más como Él que todo lo demás que hizo. Nunca declaró: «Hagamos los océanos a nuestra imagen», ni «hagamos las aves conforme a nuestra semejanza». Los cielos reflejan la gloria de Dios, pero no están hechos a la imagen de Dios. Sin embargo, nosotros sí.

Para que quede claro, nadie es Dios, excepto en su propio delirio. Sin embargo, todas las personas llevan algo de los atributos comunicables de Dios. Sabiduría. Amor. Gracia. Bondad. Anhelo de la eternidad. Esos son solo algunos de los atributos que nos distinguen de los animales de la granja y que sugieren que llevamos la impronta del Creador Divino. Somos creados a Su imagen y semejanza. […]

El Nuevo Testamento describe una obra progresiva de Dios a fin de moldearnos a Su imagen. A medida que tenemos comunión con Dios, leemos Su Palabra, obedecemos Sus mandamientos y procuramos entender y reflejar Su carácter, emerge algo estupendo. O mejor dicho, surge Alguien estupendo. Dios sale de nosotros. Decimos cosas que Dios diría. Hacemos cosas que Dios haría. Perdonamos, compartimos y amamos. […]

Según la Biblia, eres una buena persona sencillamente porque Dios te hizo a Su imagen. Te aprecia porque te pareces a Él. […] Le perteneces a Dios. Llevas una parte de Él. En ti hay algo de Él. Te hizo a Su imagen. Grabó Su nombre en tu corazón. Insufló vida a tus pulmones.

Alguien dijo que eras una causa perdida. Alguien te calificó como un fracaso. Alguien te descartó considerándote insignificante. No los escuches. No saben lo que dicen. Una chispa divina habita en ti. Cuando le dices que sí a Dios, Él sopla en esa brasa santa y empieza la llama. Aumenta a diario en tu interior. ¿Eres una persona perfecta? No. Pero estás siendo perfeccionado.

Dios te compró y es tu dueño. Te ama de manera intensa e inexplicable. Su amor por ti no depende de ti. Eres la idea de Dios. Eres uno de los hijos de Dios. Te creó a Su imagen. ¿Permitirás que esa verdad encuentre su camino hacia el interior de tu corazón? Dios te concibió antes de que te concibieran tus padres. Fuiste amado en el Cielo antes de que te conocieran en la Tierra.  Max Lucado1

¿Qué significa estar hecho a imagen de Dios?

Desde el principio, el plan de Dios ha sido hacerte como Jesús, Su Hijo. Dios anunció esta intención en la creación: «Dijo entonces Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza”» (Génesis 1:26).

En toda la creación, solo los seres humanos son hechos a imagen de Dios. Es un gran privilegio, y te da dignidad. ¿Qué significa estar hecho a imagen de Dios? Es un concepto demasiado grande para entenderlo por completo. Sin embargo, en parte, significa:

Pero hay un problema: La imagen de Dios en ti está incompleta y ha sido dañada y distorsionada por el pecado. Así pues, Dios envió a Jesús en una misión para restaurar la imagen completa que tú —y todos los demás que hayan nacido alguna vez— han perdido.

¿A qué se parece la completa «imagen y semejanza» de Dios? ¡Se parece a Jesucristo! La Biblia dice: «Desde el principio Dios sabía lo que hacía. Desde el comienzo decidió moldear la vida de los que lo aman siguiendo el modelo de la vida de Su Hijo. […] En Él vemos el original y la forma que Dios quería dar a nuestra vida» (Romanos 8:29).

La Biblia dice que Jesús es «la imagen exacta de Dios» (2 Corintios 4:4), «la imagen visible del Dios invisible» (Colosenses 1:15), y «la fiel representación de lo que Él es» (Hebreos 1:3). […]

Dios quiere que Sus hijos lleven Su imagen y semejanza. La Biblia dice que has sido creado «para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo» (Efesios 4:24). Vive hoy como quien lleva la imagen, ¡de modo que cuando la gente te vea, piense en cuánto te pareces a tu Padre celestial!  Rick Warren2

Creados para Su gloria

Las Escrituras afirman de manera constante que hemos sido creados a la imagen de Dios para Su gloria. […] En Efesios, se nos recuerda que somos la obra de Dios, creados en Jesucristo para buenas obras (Efesios 2:10). Si comemos, bebemos o hacemos cualquier otra cosa, deberíamos hacerlo para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). […]

Claro, sabemos que en este mundo pecaminoso no reflejamos perfectamente la imagen de Dios. Solo Jesús fue la imagen perfecta de Dios. Como seguidores de Cristo, se nos insta a reflejar el ejemplo de Jesús. Alabamos a Dios porque los que estamos en Cristo somos renovados en conocimiento conforme a la imagen de nuestro Creador (Colosenses 3:10). Al igual que un escultor trabaja para revelar una obra maestra, nuestra transformación para llegar a ser más como Jesús es un proceso deliberado. Romanos 12:2 nos anima a no amoldarnos al mundo actual, sino a ser transformados mediante la renovación de nuestra mente.

Al investigar este tema, me he sentido increíblemente animado, humilde y también estimulado por lo que significa que estemos hechos a imagen de Dios. Esta verdad profunda nos recuerda que todos tenemos un valor inherente y dignidad. Nos motiva a ver que Dios con Su bondad nos ha bendecido al darnos capacidad de pensar, razonar y crear. Nos recalca la importancia de tener relaciones significativas con Dios y los demás. Nos recuerda nuestra obligación de administrar la creación de Dios con prudencia y cuidado. En última instancia, ser creados a imagen de Dios significa que la satisfacción verdadera y duradera solo puede encontrarse en Aquel que nos formó. A medida que encontramos satisfacción en Él y procuramos seguir el ejemplo de Jesús, damos gloria a Dios.

«Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén» (Romanos 11:36).  Emma Sunderland3

El sentido de todo

¿Qué sentido tiene la vida? ¿Para qué estoy en el mundo? ¿Es con algún propósito, para hacer realidad un plan? Y en ese caso, ¿cuál? Interrogantes como esos han inquietado el alma del ser humano y suscitado su imaginación a lo largo de los tiempos. Sea cual sea nuestra nacionalidad, estrato social, etnia o religión, en todas partes del mundo ansiamos lo mismo: conocer la verdad última, descubrir el sentido de nuestra vida y disfrutar de amor, felicidad y paz interior.

En el cambiante mundo de hoy, cada vez más complejo, acelerado e interconectado, son muchas las personas atrapadas en una frenética carrera por alcanzar el éxito o mantenerse a flote económicamente. A menudo disponen de poco tiempo para reflexionar sobre asuntos que se consideran abstractos como el sentido de la vida o el destino eterno de su propia alma.

Pero con el paso de los años suelen descubrir que las presiones de la vida y los esfuerzos por cumplir todos sus compromisos las han llenado de estrés y ansiedad, no de paz y satisfacción. Este mundo, con todo su materialismo y placeres efímeros, es incapaz de responder a los grandes interrogantes de la existencia. Lo material puede satisfacer temporalmente, pero nunca llena el anhelo eterno de verdad, propósito y significado que abriga el alma humana.

La Biblia nos enseña que Dios es un Padre amoroso que nos creó a Su imagen y ama a cada ser humano. Toda la creación de Dios da testimonio constante, no solo de Su existencia, poder y majestad, sino también de Su amor, providencia e interés en nosotros, que lo llevaron a darnos un mundo tan bonito en que vivir.

En calidad de Creador divino, Dios es el único que puede otorgarle sentido al universo, asignar un propósito a los planetas, llenar nuestro corazón de amor, concedernos paz interior y salud física, darnos reposo espiritual y colmar nuestra alma de alegría. Él no es un ser distante y desinteresado; actúa como Persona y se relaciona con Su creación. Se interesa por cada uno de nosotros individualmente.

Al creer en Jesucristo, nos convertimos en hijos de Dios. Él tiene comunión con nosotros, permanece en nosotros y nos ama.  Conéctate

Publicado en Áncora en septiembre de 2025.


1 Max Lucado, Unshakable Hope (Thomas Nelson, 2018).

2 Rick Warren, What Does It Mean to Be Made in God’s Image? PastorRick.com, 5 de septiembre de 2022, https://pastorrick.com/what-does-it-mean-to-be-made-in-gods-image

3 Emma Sunderland, Created in God’s Image: What It Means and Why It Matters, OasisChurch.com, https://oasischurch.com.au/8978-2

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