Todo lo que el dinero no puede comprar

junio 16, 2025

Palabras de Jesús

[Everything Money Can’t Buy]

No almacenes tesoros aquí en la tierra […]. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.  Mateo 6:19–21

Hay ciertas cosas que parecen tan importantes a simple vista; el dinero es una de ellas. Y en realidad, el dinero es la moneda del mundo que permite a las personas adquirir sus necesidades básicas. La mayoría de las personas desean tener más dinero, ya sea por buenas razones —ayudar a sus familias y apoyar a los necesitados—, o por fines egoístas, acumular riquezas materiales y buscar satisfacción en ellas.

El deseo de riquezas y dinero son tentaciones comunes; y puede ser tentador pensar que si tuvieras más de eso podrías hacer mucho y servirme a Mí y a otros mejor. Cuando estuve cuarenta días en el desierto, una de las tentaciones de Satanás fue ofrecerme todos los reinos del mundo y su riqueza (Lucas 4:5–8). ¡Pero Mi reino es mucho mayor que cualquier reino terrenal!

A fin de cumplir con su llamado, Moisés renunció a ser el príncipe de Egipto y eligió las verdaderas riquezas del Cielo en lugar de la riqueza pasajera de todos los tesoros de Egipto. Prefirió ser maltratado con su pueblo en vez de disfrutar de los placeres del pecado por un tiempo (Hebreos 11:23–26).

En el mundo muchísimas personas parecen tener riqueza material y estabilidad, pero se encuentran vacías por dentro; tienen una acuciante necesidad de encontrar respuestas a las preguntas más profundas de la vida. A medida que se acercan al fin de su existencia, se enfrentan al hecho de que toda su riqueza y logros terrenales quedarán atrás.

Has descubierto riquezas eternas: Mi amor y verdad. Continúa siendo fiel al dar generosamente a otros las verdaderas riquezas que has recibido con liberalidad (Mateo 10:8).

Las verdaderas riquezas

No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. […] El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.  1 Juan 2:15–17

Si luchas para llegar a fin de mes o te preocupa si tendrás suficiente dinero o bienes materiales, recuerda que posees una riqueza mayor que la que el mundo puede ofrecer. Muchas personas que son ricas en bienes del mundo son algunas de las más empobrecidas espiritual y emocionalmente, y también en lo que concierne a las relaciones.

Es posible que no tengas todo lo que quieres, pero te prometo que proveeré de todo lo que necesitas (Filipenses 4:19). Tienes a tu disposición una reserva de riqueza y acumulas tesoros en el cielo (Mateo 6:19,20). El mundo y sus deseos terrenales pasarán y también todos los bienes terrenales, pero tú vivirás eternamente en Mi reino. Preparo un lugar para ti que la polilla, el deterioro, los ladrones y las crisis económicas no pueden destruir, donde tu fidelidad a Mí será enormemente recompensada (Juan 14:3).

Algún día habitarás en un lugar de belleza y comodidad que no puede compararse a nada de lo que hay en la tierra. Las riquezas del mundo son temporales, hoy están aquí y mañana ya no están, pero Mis riquezas son eternas.

Deja tus cargas

Vengan a Mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y Yo les daré descanso. Pónganse Mi yugo. Déjenme enseñarles, porque Yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues Mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana.  Mateo 11:28–30

Sé que hace falta un poquito de esfuerzo para poner a un lado muchas responsabilidades y preocupaciones a fin de pasar tiempo conmigo, para buscarme y aprender de Mí. Sin embargo, cuando lo haces marca un punto de inflexión; te dará fuerzas, inspiración y paz para el día y los desafíos que tienes por delante.

Si tu día parece sombrío o las cosas no van bien a pesar de todos tus esfuerzos, haz una pausa y echa sobre Mí todas tus cargas (Salmo 55:22). Recuerda que Mi carga es liviana. No tienes que llevar el peso sin ayuda.

Empieza el día en Mi presencia, en comunión; y dedica tiempo a leer Mi Palabra y recibir Mi guía. Mi Palabra es perfecta, radiante y más preciosa que el oro que perece; renovará tu alma y hará que se alegre tu corazón (Salmo 19:7–10). Así pues, ven a Mí y encuentra descanso para tu alma y fe para el camino.

Un buen obrero

Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir Su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad.  2 Timoteo 2:15

Imagínate a un cooperante que quiere llevar un cargamento de comida a los habitantes de una aldea alejada que tienen una gran necesidad. El lugar es tan apartado que solo se puede llegar a pie. Será un recorrido arduo y el cooperante solo podrá llevar lo que pueda cargar sobre la espalda.

A fin de asegurarse de resistir el viaje y llegar hasta el final, el cooperante necesita asegurarse de estar sano y bien alimentado. Cuando llegue necesita tener fuerza para distribuir los artículos que tanto necesitan las personas a las que fue a servir.

Asimismo, si vas a entregar a otros Mis palabras dadoras de vida, es importante que no dejes de leer Mi Palabra, ni dejes de aprender de ella, de modo que puedas también enseñar a otros (2 Timoteo 2:2). Cada uno de ustedes desempeña un papel en la entrega y enseñanza de Mi Palabra y para ayudar a otros a crecer en su fe; y empieza con los momentos de estudio y crecimiento personal.

Compenetrarse

Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto lo hago por causa del evangelio para participar de sus frutos.  1 Corintios 9:22,23

Quiero valerme de ti para llegar a los que te rodean y que tienen una gran necesidad de Mi amor y verdad. Muchas personas luchan para llegar al final del día y entender el propósito y sentido de su vida. Cuando des de ti mismo, de tu tiempo y recursos a fin de llevar el mensaje, Yo te lo devolveré con creces (Lucas 10:35).

A medida que te esfuerces por ponerte en el lugar de otra persona, por entender su situación y experiencias, Mi amor te permitirá hablar su idioma y llegar a su corazón. Sé que algunas personas pueden ser difíciles de abordar y de comunicarles el mensaje. Otros pueden tener un exterior duro y parecer poco receptivos al mensaje. Se necesita valor para acercarse a ellos y ofrecerles un folleto o empezar una conversación sobre la fe.

Cuando te sientas inseguro o intimidado, recuerda que tienes algo que ellos no tienen, y que lo necesitan urgentemente. Cuando te acercas a las personas con convicción y sinceridad, motivado por interés en ellas y su destino eterno, Mi Espíritu les habla al corazón, tanto si lo reciben en el momento como si lo reciben más adelante.

Puedes ser la única oportunidad que tenga esa persona de oír el evangelio antes de que su vida termine. Tu voluntad de llevarles el mensaje y caminar a su lado a fin de comunicarles Mi amor contribuirá a salvar a los que optan por recibirme en su vida.

Cómo termina la historia

Por tanto, no se preocupen por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas. Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.  Mateo 6:34, 33

Cuando recuerdas lo que ha sido tu vida, te das cuenta de que gran parte de ella fue un misterio para ti y que no sabías lo que te esperaba más adelante. Sé que tienes preguntas acerca del porvenir. Ves la inestabilidad del mundo a tu alrededor y surgen preguntas sobre tu estabilidad económica y cómo será la situación a medida que todo cambia a tu alrededor a un ritmo nunca visto.

Sé que la incertidumbre del futuro puede ser preocupante, pero recuerda que soy el autor y consumador de tu historia. Sé lo que está por delante en cada capítulo de tu vida. Así pues, permanece cerca de Mí; pon tu mañana en Mis manos y descansa en Mi paz.

Ve día a día y recuerda que pase lo que pase, habrá un final feliz. Al final todo redundará en bien y todas las piezas de tu vida encajarán para formar Mi obra maestra y cumplir Mis propósitos, lo que planeé para ti hace mucho tiempo (Efesios 2:10). Así pues, anímate cuando enfrentes desafíos. Regocíjate al final de la historia y del lugar que he preparado para todos los que me aman.

Publicado por primera vez en 1999. Adaptado y publicado de nuevo en junio de 2025.

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