Cómo hallar paz en presencia de Dios

mayo 27, 2025

Recopilación

[Finding Calm in God’s Presence]

«¡Que el Señor te bendiga y te cuide! ¡Que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia! ¡Que el Señoralce Su rostro sobre ti y ponga en ti paz!»  Números 6:24–26

A ti ¿qué te da paz? Una ojeada a las redes sociales revela múltiples intentos de responder a esa pregunta. Hay quienes indican que la paz es lo que obtenemos al sentarnos junto a un lago tranquilo, pasear por un sendero del bosque o contemplar el cielo nocturno. Otros dan a entender que una cocina reluciente, una cama recién hecha, un cesto con la ropa limpia y doblada o un buzón de correo sin mensajes por contestar son cosas que les aportan paz. Y la mayoría probablemente hemos dicho (o al menos pensado): «Solo deseo un poco de paz y tranquilidad». Lo que eso quiere decir es que ansiamos pasar una tarde tranquila. Sinceramente, ¿quién no? La mayoría nos contentaríamos con unos momentos de tranquilidad. Pero ¿será que la paz es simplemente la ausencia de ruido, el resultado de haber terminado nuestras tareas o algo que solo se descubre cuando lo que tenemos a nuestro alrededor es bello?

La Biblia presenta el concepto de paz como algo mucho más amplio, más holístico y más beneficioso que una simple tarde tranquila. En hebreo, paz se dice shalom. Y shalom es algo que debería impregnar de plenitud, bondad y bienestar cada faceta de la vida de una persona. Es esa paz auténtica que todos anhelamos porque es la paz para la que Dios nos diseñó.

Esa paz total se aprecia en los dos primeros capítulos de la Biblia, en el Edén. En aquel tiempo y lugar, Adán y Eva podían pasear con Dios en comunión ininterrumpida con Él. Tuvieron la experiencia de estar en Su presencia y, por consiguiente, conocieron lo que era la verdadera paz con Dios, entre ellos y con toda la creación. Experimentaron shalom y, por tanto, supieron lo que es el verdadero florecimiento humano.

Pero por su desobediencia se convirtieron en enemigos de Dios y fueron expulsados del Edén, con lo que dejaron de tener acceso a ese lugar de perfecto shalom y de gozar de perfecta unión con el Dios de shalom. Dios sigue anhelando conceder paz a Su pueblo. […]

Dice que Dios «hace resplandecer Su rostro» sobre nosotros y «alza Su rostro» sobre nosotros. Ambas locuciones significan que Dios nos mira con alegría, amor y agrado. La expresión de Su rostro es la de un padre amoroso que observa a su hijo adorado. Tal como escribió el erudito Jay Sklar: «Con ese lenguaje íntimo se describe cómo vuelve el Señor Su rostro hacia nosotros, radiante de amor y deleite. Esa es la verdadera bendición: que el Rey del universo nos mire como un Padre amoroso que conoce todas nuestras necesidades y se entrega a nosotros». ¿Puede haber fuente de paz más profunda que el Dios creador, santo, infinito, majestuoso, que nos mira con amor y alegría?

La paz verdadera está a nuestro alcance. Lo está porque servimos a un Dios amoroso. Lo está porque, en definitiva, Dios envió a Su Hijo, el Príncipe de Paz, para llevar a cabo todo lo que era necesario para que tuviéramos paz.  Courtney Doctor1

Caos divino

De las muchas escenas que pintó Jesús con Sus palabras, hay una en particular que produce en nosotros la paz de espíritu de sentirse seguro en las amorosas manos de Dios: «Considerad los lirios del campo, cómo crecen. Si a la hierba del campo Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros?» (Mateo 6:28–30). ¿Visualizas esos lirios? Altos, rectos, perfectamente formados, cubiertos de rocío, cada uno a una distancia prudencial del siguiente, meciéndose en sincronía al son del dulce canto de los pájaros por efecto de la suave brisa que recorre un prado bañado de sol matinal. Al menos, así me los imagino yo.

Sobre mi escritorio tengo colgada una escena muy distinta, de una intrincada maraña de flores silvestres, maleza, hierba, cardos y quién sabe qué más. Algunas flores están abiertas, otras empezando a marchitarse y otras ya secas. La foto fue el resultado de una larga caminata por la calurosa campiña de Texas en busca de una escena que encajara con una imagen mental que me había venido meses antes, cuando estaba orando acerca de mi participación en un nuevo proyecto en el que intervenían bastantes personas y al que cada cual aportaba sus necesidades, opiniones, aspiraciones, manías y problemas.

Lo asombroso de aquella escena, cuando la visualicé al orar, fue que tranquilizó al instante mi corazón y mi mente. Tuve la clara sensación de que Dios no solo lo tenía todo controlado, sino que se deleitaba en la complejidad y la diversidad, en todos y cada uno de los elementos y su participación en la mezcolanza. El Creador enamorado de Su creación.

La situación no era como yo hubiera querido, sino como Él la había querido. Entender eso lo cambió todo. Titulé mi foto Caos divino, y la estudio y hallo en ella inspiración cada vez que me altero por algún nuevo problema. «Miren cómo crecen los lirios. Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes» (Lucas 12:27,28).  Keith Phillips

Paz en tiempos de tormenta

La otra mañana abrí los ojos tras un sueño profundo y me encontré con un gran balín negro que me obstruía la visión. Mi mente reaccionó enseguida, y reconocí por experiencia lo que me había sucedido: era otra hemorragia en mi ojo izquierdo por mi retinopatía diabética. No veía más que un amasijo de feas nubes rojas que se arremolinaban en el humor vítreo de mi globo ocular cuando giraba la cabeza.

He tenido estas hemorragias muchas veces a lo largo de los años. De hecho, hace 15 perdí totalmente la visión en mi ojo derecho y me sometí a una importante operación ocular llamada vitrectomía que me devolvió la vista. […] Fue impresionante quedarme completamente ciego y luego recuperar la vista. El propio cirujano les comentó a unos médicos en un acto en el hospital al que asistí más adelante como paciente: «Si Christopher hubiera vivido antes de los años 70 [cuando se inventó esa técnica quirúrgica para recuperar la vista], habría vivido en un mundo de tinieblas».

Entretanto, mi ojo izquierdo ha sufrido hemorragias similares, como esta que tuve recientemente. Desconozco cuál será el desenlace, y es posible que algún día deba someterme a esa misma cirugía mayor. Aunque tal vez no. Mis hijos me han impuesto las manos y han rezado por mí. […] Confiamos en Jesús y seguimos adelante.

Eso sí, puede ser difícil «seguir adelante» y conservar la calma cuando uno no ve bien; intentar sonreír y tener conversaciones normales cuando por dentro uno siente pánico. Por eso es tan importante hacernos tiempo para estar en presencia de Dios. Si queremos profundizar y recibir las fuerzas necesarias para superar las pruebas es esencial que nos calmemos en oración con el Espíritu Santo. También es importante beneficiarnos de las oraciones de nuestros seres queridos.

Por eso Elías huyó y se escondió en una cueva. No era tanto que la situación lo asustara, sino que quería estar muy, muy seguro de que Dios estaba con él. Y el Señor se lo mostró, no con el viento poderoso ni con el terremoto, sino con un suave susurro. Si hoy te enfrentas a un desafío, […] considera prioritario dedicarle tiempo a Jesús y simplemente trata de escuchar en medio de la tormenta y el terremoto los poderosos tonos de Su suave susurro. Nada es imposible para Dios. Él te ama.

Señor, Tú eres amor por definición, eres mi fuerza. Cuando la situación parece imposible, me alegro de que Tú estés al control de la tempestad. Puedo confiar en el ánimo que me inspira Tu presencia, en los consejos de Tu Espíritu Santo. Hoy te confieso que tengo un problema de ansiedad por lo que me está sucediendo. […] Pero Tú me comprendes, Señor. Tú sudaste sangre en el huerto de Getsemaní. No estoy solo: estoy contigo, y tú conmigo. Todo lo puedo en mi Dios que me fortalece. Estoy tranquilo en Tu presencia. Soy libre para ver la luz en el horizonte porque Tú eres la luz de mi mundo. […] En el nombre de Jesús. Amén.  Chris Eyte2

Publicado en Áncora en mayo de 2025. Traducción: Esteban.


1 Courtney Doctor, «God Designed You for Peace», Crossway, 16 de mayo de 2024, https://www.crossway.org/articles/god-designed-you-for-peace/

2 Christopher Eyte, «A Prayer to Find Calm in God's Presence», Crosswalk, devocional del 16 de mayo, https://www.crosswalk.com/devotionals/your-daily-prayer/a-prayer-to-find-calm-in-gods-presence.html

Copyright © 2025 The Family International