diciembre 17, 2024
[Did Christmas Borrow from Pagan Traditions?]
Mientras crecía se me enseñó que la fecha de la Navidad, el 25 de diciembre, era una fiesta pagana. No podría decir exactamente cuándo o dónde, pero recuerdo que me dijeron, en más de una ocasión, que había numerosas fiestas paganas antiguas como Sol Invictus, Saturnalia, Brumalia y festividades europeas como Yule, que también se celebraban el 25 de diciembre.
La narrativa proseguía diciendo: «Los cristianos movieron la celebración del nacimiento de Cristo al lugar de esas otras fiestas paganas a fin de hacerlo más fácil para los conversos y/o facilitar la conversión de los paganos».
En muchos aspectos este relato cobra sentido. ¿Por qué no reemplazar, canjear y tapar estas antiguas festividades paganas con una celebración cristiana? Cristianizar y bautizar esos días que ya eran de celebración con un nuevo significado que alejaba a los nuevos y curiosos cristianos de la oscuridad de su antigua adoración pagana para llenarla de luz.
En ocasiones escuché que ciertas celebraciones paganas fueron introducidas de manera inevitable, a veces a propósito y en otras totalmente sin intención. Los árboles de Navidad, arbustos, guirnaldas, etc., fueron todos adornos de un contexto pagano previo, que fue olvidado y reemplazado. Esas decoraciones fueron incorporadas a la Navidad y con el tiempo se perdió su significado original y simplemente se las relacionó con la celebración cristiana en vez de con sus inicios paganos.
Todo eso, no obstante, es discutible. Si revisamos las páginas de la historia y nos fijamos en fuentes de primera mano, en la actualidad ninguna de las tradiciones modernas asociadas con la Navidad han resultado ser elementos perdidos de algún pasado profano lejano y olvidado. […] Aunque hubo otros festivales que formaban parte de los antiguos calendarios romanos y europeos, estos no tuvieron nada que ver con la elección que hicieron los cristianos para escoger el 25 de diciembre como fecha para celebrar la encarnación de Jesús. […]
Es cierto que en ninguna parte de las Escrituras se nos dice que celebremos el nacimiento de Jesús. Sin embargo, solo porque la Biblia no nos diga específicamente que lo celebremos no significa que no deberíamos hacerlo. […] La encarnación y nacimiento de Cristo es, junto con la muerte y resurrección de Jesús, el acontecimiento más extraordinario de la historia humana. ¿Por qué no deberíamos encontrar algún momento específico para celebrar semejante suceso? Wes Huff1
Uno de los primeros programas de Navidad que vi de niño fue La Navidad de Charlie Brown. Hace años que no lo veo, pero no he olvidado una escena impactante, en la que Charlie Brown grita por encima del ruido para exigir una respuesta a una pregunta difícil: «¿De qué se trata la Navidad?» Y como todos sabemos, Linus da un paso al frente y proclama el nacimiento de Cristo.
La escena nos recuerda al consejo de Jerusalén en Hechos 15, cuando, tras mucha discusión entre los apóstoles, Pedro se pone de pie y le pone fin al debate sobre la circuncisión. Linus fue nuestro segundo Papa y no es coincidencia que, en medio de todo el ruido, fuera Linus quien proclamara la verdad de la Navidad a Charlie Brown y sus amigos.
El primer programa salió al aire en 1965 y se convirtió en un favorito para muchos, sin embargo, a los críticos modernos no les gustó el programa por su sentimiento cristiano. Es mucho más que un sentimiento, ¡es catequismo! No puedo nombrar otra película navideña que llegue al extremo de citar una sección entera de la Biblia (ver Lucas 2:8-14) para debatir sobre la razón por la que celebramos el nacimiento de Cristo.
Lamentablemente, los tiempos han cambiado, y cada vez menos gente está dispuesta a reconocer que la Navidad es una celebración cristiana. Si hoy en día Charlie Brown entrara a un recinto lleno de gente y preguntara qué es la Navidad, recibiría todo tipo de respuestas. Tal vez por un deseo de secularizar más la Navidad, muchos afirmen que no es cristiana en absoluto, sino que fue inventada.
El cristiano moderno tiene muchos frentes que defender, uno de ellos es lo que se denomina como raíces paganas de la Navidad. En la temporada navideña, es muy probable que escuchemos la objeción de que la Navidad es una festividad Cristo-pagana, una combinación de creencias paganas y celebración cristiana.
La persona que sostiene que la Navidad tiene raíces paganas debe hacerse las siguientes preguntas: (1) Tras siglos de persecución contra la iglesia por no observar las fiestas paganas, ¿dónde está la prueba de la influencia pagana? (2) ¿Quién influenció a quién? ¿Fue la cristiandad la que influyó en los paganos para que comenzaran a adoptar una celebración más pública y concreta, o los cristianos cristianizaron un evento pagano? Ninguna de las dos hipótesis supone un problema para el cristiano, porque la iglesia tiene la capacidad de cristianizar tanto celebraciones como a la gente.
Como dijera Pablo a los griegos en el Areópago: «…porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio… para que busquen a Dios, si de alguna manera, palpando, puedan hallarle» (Hechos 17:23,27).
El deseo por el Dios desconocido está escrito en el corazón de todos los hombres. El catequismo de la Iglesia católica lo presenta de esta manera: «El deseo por Dios está escrito en el corazón humano, porque el hombre fue creado por Dios y para Dios; Dios nunca cesa de acercar a los hombres a Él. Solo en Dios encontrará la verdad y felicidad que nunca deja de buscar». Shaun McAfee2
Nuevamente es esa época del año, cuando muchos cristianos se encuentran con gente que afirma que deidades paganas anteriores a Jesucristo nacieron un 25 de diciembre. En películas conocidas, videos de Internet y otros medios, se puede encontrar una larga lista de dioses que supuestamente nacieron el mismo día.
Esta idea no está limitada a los no creyentes. He oído de muchos cristianos que la fecha de la Navidad surgió con la intención de proveer una alternativa a las celebraciones paganas. En cierto sentido, se ha vuelto una leyenda piadosa. Por otra parte, y por esa misma razón, algunas denominaciones fundamentalistas se niegan a celebrar la Navidad. […]
Si bien la fecha del nacimiento de Cristo no aparece en las Escrituras, existe evidencia documentada de que el 25 de diciembre ya era de cierta importancia para los cristianos antes de 354 d. C. Un ejemplo se puede encontrar en los escritos de Hipólito de Roma, quien explica en su comentario del libro de Daniel (c. 204) que se creía que el nacimiento del Señor pudo ocurrir en ese día. […]
Pero algo sabemos con certeza: la evidencia de que este día tuvo un significado especial para los cristianos es anterior a la verificación de una supuesta celebración del Sol Invictus u otra deidad pagana en ese día.
Tampoco fue que la elección cristiana de una fecha tan cercana al solsticio de invierno fuera para imitar fiestas paganas. Las diversas festividades religiosas paganas aparecían en distintas partes del calendario. Cualquier mes que los primeros cristianos hubieran elegido igualmente habría puesto a la Navidad cerca de alguna celebración pagana, y los teóricos opositores seguirían con las mismas afirmaciones. Jon Sorensen3
La Navidad es la conmemoración y celebración cristiana del nacimiento de Jesucristo. Los cristianos creen que, en Cristo, Dios entró a la raza humana y, por tanto, merece el título de Emanuel o «Dios con nosotros» (Mateo 1:23). […] Cuando se produce un choque cultural, siempre existe el intento de cambiar e incorporar símbolos culturales y lingüísticos nuevos. A Pablo no le importaba incorporar un altar pagano a fin de propagar el evangelio. Cuando habló en el Areópago, dijo: «Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio» (Hechos 17:22,23).
Si lo que conocemos como Navidad se inició originalmente como una celebración pagana, entonces ha sido incorporada con tanto éxito por los cristianos que cualquier pagano que se respete estaría muy contrariado al ver lo que los cristianos han hecho con su fiesta pagana. Las fiestas navideñas son tan diametralmente opuestas al paganismo que cualquier vínculo entre las dos se tiene que desechar. GotQuestions.org4
Cristianos clandestinos han celebrado la Navidad extensamente y ha sido documentada por cristianos desde aproximadamente el año 200 d. C. La Navidad se volvió aún más popular cuando a la cristiandad se le permitió actuar libremente luego de los edictos de Tolerancia y Milán en los años 311 d. C. y 313 d. C. respectivamente.
El conocido padre de la iglesia primitiva Sexto Julio Africano escribió la Crónica alrededor del año 221 d. C., la cual ubicó la concepción de Jesús el 25 de marzo, nueve meses antes del 25 de diciembre, la fecha utilizada para la Navidad. Para contextualizarlo, esto ocurrió unos 125 años después de que el último de los apóstoles hubo muerto. Hipólito de Roma también menciona el 25 de diciembre en la primera década del año 200 d. C. en su comentario de Daniel. […]
¿Es el 25 de diciembre la fecha exacta del nacimiento de Jesús? Es una gran pregunta con distintas opiniones, pero lo que sí sabemos es que la celebración generalizada del 25 de diciembre en iglesias a lo largo del Imperio romano como el nacimiento y primera natividad de Cristo ocurrió muy temprano. […]
Cuando se trata de la Navidad, la Biblia simplemente no nos dice el día en que nació Jesús. No obstante, sabemos que fue de noche. Los primeros cristianos celebraban el nacimiento de Cristo de la misma manera el 25 de diciembre alrededor del año 200 d. C. a lo largo y ancho del Imperio romano. Hablaban de ello con total libertad como si fuera de conocimiento público. Bodie Hodge5
Vino a la tierra como un indefenso bebé. Nació de una joven sencilla y humilde que concibió milagrosamente al Niño. Aunque el Niño estaba predestinado a ser Rey de reyes, no nació en un palacio con los honores y alabanzas de la sociedad. Por el contrario, nació en la suciedad de un establo, en medio de vacas y asnos, y fue envuelto en trapos y acostado en el comedero de los animales.
Aunque Su nacimiento no fue muy celebrado ni tuvo el reconocimiento de las instituciones y los gobiernos humanos, aquella noche, en una colina cercana, un grupo de pobres pastores se maravilló al ver una luz brillante que apareció en el cielo estrellado y una hueste de ángeles que llenaba la noche con su anuncio y su cántico celestial: «¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad! ¡Porque os ha nacido hoy un Salvador, Cristo el Señor!»
Desde aquel milagroso día hace más de 2000 años, Jesucristo ha hecho más para transformar la historia, el curso de la civilización y la condición humana que ningún otro dirigente, grupo, gobierno o imperio. Ha salvado a miles de millones del temor y la incertidumbre de una tumba sin esperanza y ha dado vida eterna y el amor de Dios a todos los que invocan Su nombre. Y esa es la razón por la que celebramos la Navidad… no solo el 25 de diciembre sino todos los días del año. La Familia Internacional
Publicado en Áncora en diciembre de 2024.
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