Las cosas pequeñas pueden marcar una gran diferencia

noviembre 21, 2023

Recopilación

[Little Things Make a Big Difference]

Mateo 17:20 dice: «Si tienen fe como un grano de mostaza… nada les será imposible». Esa no es mucha fe; en realidad, es solo un poco de fe. Pero ¿qué más enseña ese versículo? «Si tienen fe como un grano de mostaza, dirán a este monte: “Pásate de aquí allá”, y se pasará».

La fe de semilla de mostaza mueve montañas. No entiendan esto a la inversa. Nos gustaría leer este versículo al revés. Queremos que diga: «Si tienen fe como una montaña, pueden mover una semilla de mostaza», como si hiciera falta una fe enorme para hacer una tarea muy pequeña. […]

Dios quiere que empieces con la fe que tienes, y basado en el ejemplo de la semilla de mostaza, no necesitas mucha fe para hacer grandes cosas para Dios. Solo necesitas un poco.

Esta es una ecuación confiable:
Pequeña fe + Dios grande = Enormes resultados

Puedes tomar tu pequeña fe —«Señor, ¡creo! ¡Ayúdame en mi incredulidad!»— y poner esa fe en nuestro gran Dios. Y luego, Él te indicará cómo obra para obtener enormes resultados.  Rick Warren[1]

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La parábola de la semilla de mostaza es breve: «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las plantas del huerto. Se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas» (Mateo 13:31,32). […]

En esta parábola, Jesús predice el asombroso crecimiento del reino de los cielos. La semilla de mostaza es bastante pequeña, pero crece hasta llegar a ser un arbusto grande, hasta una altura de más de tres metros. Y Jesús dice que esa es una imagen del crecimiento del reino. El objetivo de la parábola de la semilla de mostaza es que algo grande y bendito —el reino de Dios— tuvo comienzos humildes. ¿Qué importante podría ser el breve ministerio de Cristo? Solo tuvo un pequeño grupo de seguidores. No fue un hombre de rango ni acaudalado; y vivió en lo que se consideraba una región atrasada del mundo.

La vida y la muerte de Cristo no llamaron la atención del mundo más que una semilla de mostaza que se encuentra en el suelo por el camino. Sin embargo, esa era una obra de Dios. Lo que parecía sin importancia al principio, creció y llegó a ser un movimiento de influencia mundial, y nadie podía detenerlo. (Véase Hechos 5:38–39.) La influencia del reino en este mundo sería tal que todos los asociados con él encontrarían un beneficio, ilustrado como los pájaros posados sobre las ramas de una planta de mostaza crecida.  GotQuestions.org[2]

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¿Acaso no resulta fácil pasar por alto las pequeñas oportunidades de ayudar a los demás porque no pensamos que lograrían un verdadero cambio?

Si no prestamos atención, dejaremos pasar los pequeños actos de bondad, las oportunidades de ayudar a otra persona.

Esas cosas pueden parecer irrelevantes. Sin embargo, cuando lleguemos al Cielo, creo que nos sorprenderá ver lo que importaba más. Lo que en realidad transformó el mundo. Lo que cumplió los propósitos para los que fuimos creados. Los lugares pequeños en los que nos presentamos y servimos en obediencia motivarán a Jesús para que diga: «Buen trabajo. ¿Recuerdas cuando dedicaste tiempo a dar palabras de ánimo a alguien que las necesitaba? Ese día ayudaste a cambiar el mundo». […]

Dios tiene la capacidad, bella y poderosa, de tomar lo poco que tenemos, que le ofrecimos con obediencia, y hacer que aumente en gran medida para Su gloria.

Asimismo, sé que cuando te sientes invisible, que no te escuchan, que pasas inadvertido, puede parecer muy difícil expresar palabras de aliento a los demás. Sin embargo, sea lo que sea que enfrentemos, tenemos la posibilidad de no dejar pasar las oportunidades pequeñas, del tamaño de semillas de mostaza, en las que hoy podemos invertir en los demás, en el Cielo.

Esto es lo que quiero que intentes conmigo:

  1. Si te parece que eres invisible, ayuda hoy a una persona a sentir que es notada, recordándole que tiene un talento excepcional y una belleza singular.
  2. Si te parece que no te escuchan, ayuda a alguien a sentirse escuchado al prestarle atención cuando te hable, y pide a Dios en oración que te indique cómo puedes animar a esa persona.
  3. Si te parece que pasas inadvertido, ayuda a que una persona se sienta apreciada al elogiar las cosas pequeñas y asombrosas que hace a diario para que el mundo sea un mejor lugar.

¿Y por qué hacer todo eso? Porque he descubierto que a medida que de forma deliberada aliviamos el dolor de los demás, veremos que también en nosotros se calma magníficamente. […]

No tiene que ser grande para ser importante. Podemos llegar, escuchar y perseverar en la tarea. Podemos orar. No tenemos que presionar, probar ni ganar nada. Podemos planear algo alegre. Podemos planificar unos momentos importantes. Podemos planear hacer por otra persona algo que simplemente sea amable y honre a Dios. […]

A veces, Dios nos invita a ser parte de algo grande que Él hace a nuestro alrededor. Sin embargo, podemos pasar por alto la invitación debido a que eso parece pequeño o insignificante. […] A diario podemos buscar Su invitación de dejar atrás nuestros planes para unirnos a Él en Su obra maravillosa por medio de pequeños pasos de obediencia.

Empecemos hoy, con las personas que están delante de nosotros. Observemos cómo Dios convierte algo pequeño en algo grande y bello en el momento que Él elige.  Lysa TerKeurst[3]

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Si alguna vez te preguntas si eres demasiado pequeño para ayudar a alguien, recuerda que hay muchas cosas pequeñas que hacen una gran diferencia. Una pequeña abeja tiene un trabajo importante de ayudar a polinizar las plantas. Una pequeña bellota puede convertirse en un gran roble. Se necesitan muchos diminutos granos de arena para cubrir las playas y muchos clavos pequeños para construir una casa grande. Una pequeña sonrisa puede alegrar los días más difíciles.

Las pequeñeces importan. Incluso si te parece que eres una persona insignificante, puedes marcar una diferencia. Mira a tu alrededor y observa qué puedes hacer para brindar un poco de alegría, felicidad, ayuda y amor a otra persona. Di una palabra amable, sé atento en tus acciones y muéstrales a los demás que te importan. Todas estas pequeñeces son importantes, ¡y tú también lo eres! Todos tenemos algo especial que se puede utilizar para ayudar a otros. Por pequeño que seas, recuerda que incluso las cosas pequeñas desempeñan un papel.  Shanna Landon

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Anímate hoy. Dios no te llama a algo más grande, mejor o más extraordinario. Te llama a Él mismo. Y quiere tomar lo pequeño, y lo poco, y las cosas aparentemente sin importancia en tu vida, e inyectarles Su eterna gloria. No tenemos que ser almas ansiosas, presionadas. Así pues, apóyate en tu carácter común, ordinario, en tu pequeñez. Únicamente somos polvo. Ah, pero Dios es digno de todas las alabanzas, honor, gloria y poder; y Él habita en tu polvo, y Él te llenará de Su gloria.  Diane Langberg

Publicado en Áncora en noviembre de 2023.


[1] https://pastors.com/little-faith-big-god-huge-results.

[2] https://www.gotquestions.org/parable-mustard-seed.html.

[3] https://proverbs31.org/read/devotions/full-post/2022/12/29/planting-small-seeds-that-reap-big-rewards.

 

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