La provisión de Dios durante las recesiones económicas

mayo 9, 2023

Recopilación

[God’s Provision During Economic Downturns]

La fe es esencial en todo momento. Sin embargo, es muy importante depender de la fe durante épocas difíciles. La fe nos recuerda que nada escapa del control divino, y que necesitamos apoyarnos en el Señor para que nos saque adelante, incluso cuando el camino que tenemos por delante es oscuro y poco firme. Él es firme, está listo, dispuesto, y es capaz de sostenernos en lo que sea. […]

A Dios le importa mucho nuestro sufrimiento, y Él nos invita a echar nuestras cargas sobre Él (1 Pedro 5:7). Dios no está lejos, con los pies sobre un escabel celestial, sacudiendo la cabeza y a la espera de que todo salga bien para nosotros. Él está cerca de los que están quebrantados y confundidos. Quiere eliminar tu ansiedad. La pregunta  es, ¿le permites que levante tu carga?

Puedes cambiar tus temores por la paz de Dios si estás dispuesto a presentarle tus peticiones (Filipenses 4:6,7). ¡Su paz es poderosa! […] Deja a Dios tus preocupaciones. Él es lo bastante grande para encargarse de ellas. Confía tu dinero a Dios. De todos modos, le pertenece a Él. […]

¡Puedes confiarle a Dios el dinero que te ha dado porque Él es el verdadero dueño de todo lo que hay bajo el sol! Él es la máxima fuente de seguridad. Como dice 1 Timoteo 6:17, no deberíamos poner nuestra esperanza en la riqueza, sino en Dios, «que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos». […]

Veamos este pasaje de Mateo en el que Jesús dio uno de Sus sermones más famosos para enseñar a Sus seguidores. «Por eso les digo: No se preocupen por su vida. […] Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?» (Mateo 6:25–27). […]

Esperemos que vivas en un lugar donde puedas ver pájaros y oírlos cantar. Parece que les va bien, ¿verdad? Ni uno solo de esos pájaros observa con temor que cae el Dow Jones. Ninguno está almacenando papel higiénico ni desinfectante para las manos. Sabemos que eso suena ridículo, pero escucha: ¡Son pájaros! Tú eres un ser humano que fue creado cuidadosamente conforme a la imagen de Dios. ¿No crees que a Dios tú le importas más que los gorriones y los arrendajos azules?

A Dios no le preocupan las cadenas de distribución ni las crisis económicas. Dios alimenta a los pájaros todos los días, y más vale que creas que Él también cuidará de Sus hijos. […] Incluso en los momentos más oscuros, Dios promete librar a Su pueblo, protegerlo y, en última instancia, prosperarlo. Podemos confiar en que Él hará lo mismo por nosotros. Dave Ramsey dice: «Recuerda, en última instancia, solo hay un camino para la paz económica, y es caminar a diario con Jesucristo, el Príncipe de Paz».  Ramsey Solutions[1]

Lo que los cristianos deben recordar en las crisis económicas

La Historia se repite. Las naciones más prósperas de la Tierra a la larga enfrentan recesiones económicas repetidamente. Los que hemos vivido un poco, podemos hacer eco del sentir del escritor en la Biblia que en algún momento dijo de las riquezas: «se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo» (Proverbios 23:5).

Vivimos tiempos de inestabilidad y es muy probable que estemos al borde de una recesión. Sin embargo, el Señor y Su verdad siempre son los mismos. Aunque es fácil que la mente divague y dejarnos llevar por la imaginación, espero que tengas en cuenta estas sencillas reflexiones. […]

La economía de Dios no cambia con la economía de este mundo. Las Escrituras no prometen que el pueblo de Dios no enfrentará pobreza ni tribulaciones. Sin embargo, debemos tener presente que las mayores riquezas no son materiales, económicas ni temporales. Son espirituales y eternas.

Pablo escribió que los del pueblo de Dios son «como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo» (2 Corintios 6:10). La fluctuación del mercado bursátil, el aumento del costo de la vida y la devaluación del dólar son recordatorios de que este mundo no es nuestro hogar y que «las cosas» no durarán para siempre. […]

El Señor siempre cuida de Su pueblo. Sería bueno que todos recordáramos las muchas veces en que el Señor por Su gracia (y hasta de manera milagrosa) proveyó para nuestras necesidades. […] Él nunca te ha fallado, nunca te ha olvidado y nunca te ha abandonado; y ¡no va a empezar a hacerlo ahora! […]

Tu Padre celestial todavía responde las oraciones. No aprendemos a orar cuando todo va bien; aprendemos más sobre la oración cuando llega una gran necesidad. Presenta tu situación y tus temores a nuestro Dios, que es todopoderoso y Su amor es infinito. Ora con fe y espera verlo trabajar. «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 4:6,7).

Cuando los tiempos son apremiantes, las personas están más abiertas al evangelio. La prosperidad rara vez impulsa a la gente hacia Dios (¡aunque debería ser así!) Sin embargo, la adversidad hacer recordar a la gente su debilidad y necesidad. A tu alrededor hay almas que sufren y que necesitan las buenas nuevas. ¡Dales a Jesús! Habla con fe y dirige a otros hacia la verdadera esperanza que se encuentra en Cristo. […]

Esto también pasará. En el Cielo no hay crisis. […] No estamos en las manos de un gobierno ni de las circunstancias; ¡estamos en las manos de nuestro buen Dios! Descansa en Él hoy y todos los días.  Scott Pauley[2]

El Señor proveerá

Dios es muy bueno con aquellos que lo aman y se esfuerzan por servirle lo mejor que pueden. Él nos da «todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos» (Efesios 3:20). «Nada bueno niega a los que andan en integridad» (Salmo 84:11). «Deléitate asimismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón» (Salmo 37:4).

Lo más importante que hay que recordar en tiempos de crisis económica, es que Dios te ama y se preocupa por ti. Si lo has aceptado como tu Padre, no te va a defraudar. Él anhela proporcionarte lo que necesites. Por otra parte, en la Biblia nos explica claramente que Él espera ciertas cosas de nosotros:

Conducirte rectamente, tanto en el terreno personal como en el de los negocios. Las bendiciones de Dios son condicionales. «Busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mateo 6:33). «Todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios» (Deuteronomio 28:2).

Practicar la generosidad. Dios premia la generosidad, que demos para los necesitados, para buenas causas, para las personas que sirven a Dios y Su obra. «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre» (2 Corintios 9:7). «Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo» (Lucas 6:38).

Alabar y dar gracias al Señor por lo que ya tienes. Tanto si Dios provee para tus necesidades por medio de tu trabajo como si prefiere hacerlo por vías insospechadas, en últimas es Él el que te otorga bendiciones y provisión. A Él le gusta que le reconozcamos eso y se lo agradezcamos. «Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan [dan gracias a] Su nombre» (Hebreos 13:15). «Dad gracias en todo» (1 Tesalonicenses 5:18).

Pedir. Esto puede parecer obvio, pero a veces no tenemos porque no pedimos (Santiago 4:2). Debemos ser explícitos en los pedidos de ayuda económica que hagamos a Dios. Exponle exactamente lo que necesitas. Esto a veces significa tener la humildad de pedir ayuda a otras personas si es preciso.

Administrar prudentemente lo que tienes. Conviene recordar que todo lo que poseemos nos lo ha otorgado Dios; no somos más que administradores de Sus bienes. «Se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel» (1 Corintios 4:2).

Vivir de forma sencilla, con arreglo a tus ingresos. Un buen administrador es ahorrativo, practica la moderación y evita el derroche. Contraer deudas pensando solo en el presente, con la esperanza de que mañana lograrás pagar lo adeudado, puede llevarte a la ruina.

Tener fe en que Dios suplirá todo lo que te falte. Confía en Sus promesas de que proveerá para Sus hijos. «Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad vuestra, conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19). Si bien es cierto que uno mismo tiene que ayudarse, hay que confiar en que Dios se hará cargo del resto, de lo que a uno le resulta imposible. «He aquí que Yo soy el Señor, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para Mí?» (Jeremías 32:27).

Persistir en oración. A veces Dios permite que pasemos aprietos económicos por los mismos motivos por los que nos deja experimentar otras dificultades: para que nos acerquemos a Él, lo incluyamos más en nuestras actividades cotidianas y aprendamos a depender más de Él. Cuando hacemos todo lo que está en nuestras manos y aun así padecemos carencias, podemos demostrarle que no hemos dejado de depender de Él al rogar de todo corazón y confiar en Su promesa de que actuará en nuestro favor. «Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón» (Jeremías 29:13).  Revista Conéctate

Oración por recursos económicos

Jesús, nos encanta ser Tuyos, eres el más acaudalado en el universo. ¡Nos has dicho que podemos pedirte que proveas y sabemos sin sombra de duda que cuidarás de nosotros! Nos encanta que seas generoso y des buenas cosas a Tus hijos que te lo piden (Mateo 7:11).

Para los que les cuesta llegar a fin de mes, pedimos que proveas abundantemente conforme a Tus riquezas en gloria. Señor, son muchas las promesas de provisión que nos has hecho en tu Palabra y ponemos nuestra fe en Ti. Habiéndote presentado nuestras peticiones, Tus promesas son en Ti sí y en Ti amén. Estamos agradecidos de poder encomendarte a Ti —nuestro Dios del universo— nuestras preocupaciones y estabilidad económica, ya que velas por nosotros y nunca nos fallas. Amén.  María Fontaine

Publicado en Áncora en mayo de 2023.


[1] https://www.ramseysolutions.com/personal-growth/faith-during-financial-crisis

[2] https://enjoyingthejourney.org/7-things-christians-must-remember-in-financial-crisis

 

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