enero 18, 2022
«¡Cuán grande es Tu bondad, que has reservado para los que te temen!»[1]
Solía tener un enfoque cauteloso hacia Dios. Una mirada a las noticias, y rápidamente se puede pensar: «¿Cómo un Dios bueno puede permitir toda esa locura, tragedia y dolor?» Por años, ante la pregunta «¿qué creo acerca de Dios?», yo habría respondido con la cabeza inclinada y los ojos entrecerrados: «Creo que Él es impredecible y da un poco de miedo».
No dudaba del poder de Dios. No dudaba de la autoridad de Dios. Pero sí dudaba mucho de la bondad de Dios. Sin embargo, cuando nos dirigimos a la verdad en vez de a nuestros sentimientos para buscar la respuesta a esta pregunta, podemos entender la bondad de Dios desde una perspectiva totalmente nueva.
Desde la creación, Su bondad ha sido evidente. Cuando creó, formó, pintó y esculpió este mundo y sus criaturas vivientes, Su bondad se filtró en todo pensamiento y detalle. «Dios vio todo lo que había hecho; y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día»[2].
Cuando Adán y Eva eligieron pecar, su pecado infectó y se infiltró en la bondad de todo lo que Dios había hecho. Así pues, aunque de todos modos hay buenas cosas en este mundo, el mundo ya no es un reflejo perfecto de la bondad de Dios. En Romanos 8:21, Pablo explica que el mundo está en una esclavitud de la corrupción[3]. Este decaimiento y corrupción son la prueba del quebrantamiento de este mundo. […]
El mundo se encuentra en un estado de deterioro y corrupción. Lo vemos en los patrones climáticos que causan muertes, en las catástrofes naturales y hambrunas que no son parte del buen plan de Dios. El cáncer y las otras enfermedades no fueron parte del buen plan de Dios. Los accidentes automovilísticos, los ahogamientos y los asesinatos no fueron parte del buen plan de Dios. Todo eso es causa del primer pecado. Cuando el pecado entró al mundo, rompió el buen diseño de Dios. Y el pecado le parte el corazón a Dios. De ninguna manera el pecado afectó la bondad de Dios. Él tiene un plan, un buen plan para erradicar de este mundo todo efecto del pecado.
Aunque es posible que en este tiempo intermedio nuestro corazón esté quebrantado por los efectos del pecado, al final la bondad de Dios arreglará las cosas en el mundo. Mientras tanto, debemos aferrarnos a la verdad de quién es Dios y Su naturaleza que no cambia: Dios es bueno. Sus planes son buenos. Sus requisitos son buenos. Su salvación es buena. Su gracia es buena. Su perdón es bueno. Su restauración es buena. Eso es lo que creo acerca de Dios. Dios es bueno. Lysa TerKeurst[4]
*
Jesús afirmó: «Nadie es bueno, sino solo uno, Dios»[5]. En 1 Juan 1:5 (NTV) dice que «Dios es luz y en Él no hay nada de oscuridad». Decir que Dios es bueno significa que Dios siempre actúa de acuerdo a lo que es correcto, verdadero y bueno. La bondad es parte de la naturaleza de Dios, y Él no puede contradecir Su naturaleza. La santidad y la justicia son parte de la naturaleza de Dios; Él no puede hacer nada que sea impío o injusto. Dios es el centro de referencia de todo lo que es bueno.
El hecho de que Dios sea bueno significa que en Él no hay nada malo. Sus intenciones y motivaciones siempre son buenas. Él siempre hace lo que es correcto y el resultado de Su plan siempre es bueno[6]. En Él no hay nada desagradable, malo ni oscuro. La Biblia enseña que la bondad de Dios se extiende desde Su naturaleza a todo lo que hace[7]. «El SEÑOR es bueno. Para siempre es Su misericordia, y Su fidelidad por todas las generaciones»[8].
Todo lo que Dios hizo fue originalmente bueno: «Dios vio todo lo que había hecho; y era bueno en gran manera»[9]. La bondad de Dios se muestra en la Ley que dio a Israel; la Ley es santa, justa y buena[10]. «Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto»[11]. Dios solo puede crear lo que es bueno, porque Él es completamente bueno.
Dios no creó el mal[12]. Por el contrario, el mal es la ausencia de bondad; es lo que Dios no es. Debido a Su bondad, Dios aborrece el pecado y lo juzgará algún día[13]. La voluntad de nuestro buen Dios es que nunca pequemos: «Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie»[14].
La bondad de Dios debería motivarnos a tener gratitud: «Den gracias al SEÑOR, porque Él es bueno; Su fiel amor dura para siempre»[15]. […] Finalmente, la bondad de Dios se ve en Su plan para redimirnos del pecado. El evangelio es una buena noticia. En Su bondad, Dios envió a Su Hijo para que fuera el sacrificio perfecto e intachable, de modo que se nos perdonaran nuestros pecados. Dios no quiere que «nadie perezca, sino que todos se arrepientan»[16] y «la bondad de Dios te guía al arrepentimiento»[17].
Solo hay Uno que es completa y verdaderamente bueno: Dios. Este Dios bueno nos invita a buscarlo y a probar y ver «que el Señor es bueno. ¡Bienaventurado el hombre que se refugia en Él!»[18] Tomado de GotQuestions.org[19]
*
Dios es bueno y justo en las buenas y en las malas. Su bondad se refleja en lo que da y en lo que retiene, lo que permite y lo que niega. Con una actitud así, es inevitable vivir con más alegría, fe, paz y gratitud. Avi Rue
*
Soy tu buen pastor. No te faltará nada que Yo quiera concederte. Te apacentaré en delicados pastos. Confortaré tu espíritu cada vez que te agotes y dejaré que descanses junto a aguas tranquilas, aguas de reposo. Te guiaré por las sendas de Mi justicia, y siempre contarás con Mi verdad y Mis promesas, pues hace falta que seas fuerte y capaz en Mí.
Cuando atravieses valles sombríos, cuando tu cuerpo o tu espíritu estén expuestos a peligros y te toque vivir profundas y duras experiencias, te daré poder para no temer y para remontar esas circunstancias. Estaré contigo en todo, en los momentos difíciles y en los felices. Te instruiré, te orientaré y te consolaré en los tiempos de angustia.
¡Mi bondad, misericordia, amor y fuerzas te seguirán por doquier! Vivirás siempre en Mi casa. Primero en Mi casa espiritual en la Tierra y después conmigo en el Cielo. Jesús
*
Al leer lo que dice la Escritura de la amabilidad y la bondad, encontramos que a ambas se las califica de atributos de la naturaleza divina.
Entonces Moisés dijo: —Muéstrame por favor Tu gloria.
Y le respondió: —Yo haré pasar toda Mi bondad delante de ti y proclamaré delante de ti el nombre del Señor[20].
Bueno y recto es el Señor[21].
Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es Tu amor por todos los que te invocan[22].
Dios, que es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo [...] para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de Su gracia en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús[23].
Cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por Su misericordia[24].
Dado que Dios es amable y bueno, Él nos ha demostrado Su amabilidad y bondad mediante la muerte sacrificial de Jesús para expiar la culpa de nuestro pecado. Peter Amsterdam
*
Yo soy soberano y soy bueno. Estas son las verdades esenciales de quién soy. Cuando estás lidiando con este mundo quebrantado, puede ser difícil creer simultáneamente esas dos verdades. Debido a que soy Soberano, en última instancia estoy al mando de todo lo que te sucede a ti y a los demás. A veces es difícil comprenderlo, en particular frente a las atrocidades y las catástrofes. En medio de tal hecatombe, mucha gente llega a la conclusión de que solo un Dios cruel podría supervisar un mundo como este.
Te aseguro que soy absolutamente Bueno. Soy luz pura y en Mí no hay ni una pizca de oscuridad. Mi Bondad absoluta frente a tanta maldad es algo que a ti te resulta incomprensible. Cuando te cueste entender esos misterios, ven a Mí. Expresa libremente lo que sientes. Confía en que me interesa y que lo comprendo. Luego, subordina tu mente finita a Mi inteligencia infinita y a Mis caminos soberanos. Renuncia a tu exigencia de entender. Descansa en Mi presencia compasiva. Aférrate a Mí con la confianza de un niño. Cree que Mi camino —aunque inescrutable— es perfecto. Jesús[25]
Publicado en Áncora en enero de 2022.
[1] Salmo 31:19 (NBLA).
[2] Génesis 1:31 (NBLA).
[3] NBLA, NVI.
[4] Lysa TerKeurst, Embraced (Thomas Nelson, 2018).
[5] Lucas 18:19 (NBLA).
[6] V. Génesis 50:20.
[7] Salmo 119:68.
[8] Salmo 100:5 (RVA-2015).
[9] Génesis 1:31 (NBLA); 1 Timoteo 4:4.
[10] Romanos 7:12.
[11] Santiago 1:17 (NVI).
[12] Habacuc 1:13; 1 Juan 1:5.
[13] Romanos 2:5.
[14] Santiago 1:13 (RVR1995).
[15] Salmo 107:1 (PDT); 1 Crónicas 16:34; Salmo 118:1; Salmo 136.
[16] 2 Pedro 3:9 (NVI).
[17] Romanos 2:4 (NBLA).
[18] Salmo 34:8 (RVA-2015).
[19] https://www.gotquestions.org/God-is-good.html.
[20] Éxodo 33:18–19.
[21] Salmo 25:8.
[22] Salmo 86:5.
[23] Efesios 2:4-7.
[24] Tito 3:4,5.
[25] Sarah Young, Jesus Today (Thomas Nelson, 2012).
Copyright © 2024 The Family International