En el inicio del año

enero 1, 2018

Peter Amsterdam

[On the Cusp of the Year]

Cuando termina un año y me encuentro en el umbral del siguiente, por lo general veo el futuro con optimismo. Me gusta celebrar las victorias del año que pasó, los progresos, los obstáculos superados y las alegrías vividas. También procuro dejar atrás lo que no se logró —los fracasos, los objetivos frustrados, las expectativas no satisfechas— y comenzar el año resuelto a mejorar, trabajar con más eficiencia, progresar más y alcanzar mis metas.

Al pensar en este nuevo año, la verdad es que me parece emocionante. Al mismo tiempo, siento cierta aprensión. Mi optimismo con respecto a las posibilidades y oportunidades que ofrece este año hace que me ilusione con lo que el Señor me tiene preparado. Pero también hay un pesimismo latente motivado por lo que sucede en el mundo. Estoy, pues, intentando conciliar esas dos posturas antagónicas de optimismo y pesimismo con relación al nuevo año.

Cada uno de nosotros puede aprovechar activamente las oportunidades que se le presenten en el curso del año. Al fin y al cabo, los resultados que obtengamos dependerán, al menos en parte, de las metas que nos pongamos, las decisiones que tomemos y el esfuerzo que hagamos, así como de nuestras oraciones y nuestra búsqueda de la voluntad de Dios. Por otro lado, no podemos controlar los acontecimientos mundiales.

¿Cómo conciliar ambas perspectivas —optimismo y pesimismo— y tener una visión equilibrada? Al reflexionar sobre el tema, me hice unos propósitos personales de cara a este año.

En cuanto al pesimismo por el estado del mundo, he resuelto:

Cada uno de nosotros puede mirar hacia el futuro con optimismo, sabiendo que el Dios del universo nos ama y participa personalmente en nuestra vida. Si oramos por este nuevo año y le pedimos orientación y ayuda, Él nos guiará en nuestras decisiones y nos conducirá por sendas que nos permitan alcanzar metas que se ajusten a Su voluntad.

En este momento del año me parece que vale la pena que lo busque para saber qué metas quiere Él que me esmere por alcanzar, sean estas espirituales o prácticas. La seguridad de que mis metas coinciden con los designios globales que Él tiene para mí resulta muy alentadora y me infunde mucha fe.

Enseguida detallo algunos aspectos de mi crecimiento personal en los que tengo pensado concentrarme este año:

Ruego que tú también inicies este año con un claro propósito y un rumbo bien definido, que dediques tiempo al Señor para obtener Su guía y que a medida que te esfuerces por alcanzar tus metas encuentres dicha y satisfacción.

Publicado por primera vez en diciembre de 2015. Texto adaptado y publicado de nuevo en enero de 2018.


[1] Filipenses 4:8 (NTV).

 

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