agosto 1, 2017
«Escrito está: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”». Mateo 4:4[1]
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La Palabra está viva: me habla; tiene pies: corre tras de mí; tiene manos: se aferra a mí. Martín Lutero
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Créame usted que ni una sola noche, por muy cansado que esté, me acuesto sin haber leído la Palabra de Dios. Douglas MacArthur
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El Nuevo Testamento es el mejor libro que ha existido o existirá en este mundo. Charles Dickens
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La Biblia es nada menos que la Palabra de Dios escrita; y por ello, es tan cierta en la actualidad que cuando se redactó por primera vez. La Biblia dice de sí misma que quienes la escribieron «hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo»[2]. Billy Graham
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La diferencia no reside en cuántas veces hemos leído la Biblia, sino en cuántas veces y con qué efecto la Biblia ha pasado por uno. Gypsy Smith
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Un jefe de tribu africano quería conocer el secreto de la grandeza británica. La reina Victoria, levantando una Biblia en su mano, dijo: «¡Díganle al jefe que en este libro, la Biblia, está el secreto de nuestra grandeza!»[3]
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La majestad de las Escrituras me deja anonadado de admiración, del mismo modo que la pureza del Evangelio tiene su efecto en mi corazón. Las obras de nuestros filósofos, tan pomposamente expresadas, ¡cuán mezquinas y despreciables son al lado de las Escrituras! Jean-Jacques Rousseau
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La Biblia —como ningún otro libro lo hace— narra una serie completa de acontecimientos y habla de personajes históricos para explicar el tiempo y la eternidad. [...] ¡Cuánta felicidad proporciona ese Libro a los que lo creen! ¡Cuántas maravillas admiran los que meditan en él! Napoleón Bonaparte
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La Biblia es el fundamento de todas las verdades. Su existencia es el más valioso bien que posee el género humano. Immanuel Kant
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A mi juicio, un profundo conocimiento de la Biblia es un requisito indispensable de un hombre culto. Robert A. Millikan
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Considero los Evangelios auténticos a más no poder, pues en ellos se refleja en forma efectiva algo sublime que emana de la persona de Cristo. Y esto es tan divino como se haya podido manifestar lo divino en el mundo. Goethe
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Jesucristo abre de par en par las puertas que llevan a los tesoros de las promesas de Dios. Y nos invita a entrar y tomar con audacia las riquezas que son nuestras. Corrie ten Boom
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Si alguien no conoce la Biblia, ha sufrido una pérdida. Debería hacer cuanto esté a su alcance para corregir rápidamente esa situación. Theodore Roosevelt
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La Biblia es mucho más que una guía doctrinal. La Palabra de Dios genera vida, crea fe, produce cambios, atemoriza al Diablo, causa milagros, sana heridas, forma el carácter, transforma circunstancias, imparte gozo, vence la adversidad, derrota la tentación, infunde esperanza, da poder, limpia nuestra mente, hace que existan cosas, ¡y garantiza nuestro futuro por la eternidad! ¡No podemos vivir sin la Palabra de Dios! Apréciala siempre. Deberías considerarla tan esencial para tu vida como el alimento. Rick Warren
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La Biblia es el libro más prodigioso, sobrenatural, milagroso, asombroso y maravilloso del mundo entero. Nos dice cómo llegamos a este mundo, por qué estamos aquí, cómo sobrevivir y ser felices, y cómo amar y alcanzar dicha y paz eternas.
La Palabra de Dios es la verdad más poderosa del mundo… son Palabras que contienen el Espíritu y la vida misma de Dios[4]. La Palabra es la chispa espiritual de Dios que enciende en nosotros Su vida, Su luz y Su poder.
La Palabra de Dios es el arma más poderosa que hay, más cortante que toda espada de dos filos, más aguda que ninguna otra arma. Hace más que desintegrar átomos; ¡es hasta más poderosa que la bomba de hidrógeno! Puede hasta partir el alma y el espíritu del hombre, así como transformar corazones y mentes. David Brandt Berg
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¿Qué diremos de Isaac Newton (1642–1727) que descubrió la ley de la gravedad, que formuló tres leyes del movimiento, desarrolló el cálculo, construyó el primer telescopio reflector y a quien muchos consideran el científico más destacado de la Historia? Se calcula que Newton escribió 1.400.000 palabras acerca de la religión; eso fue más de lo que escribió de física o de astronomía. Estas son algunas de sus frases:
«Tengo la firme convicción de que la Biblia es la Palabra de Dios, escrita por hombres inspirados. Estudio la Biblia a diario.
»Todos mis descubrimientos han sido respuestas a mis oraciones.
»Consideramos que las Sagradas Escrituras constituyen la filosofía más sublime. Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana».
Luego, tenemos a Francis Bacon (1561–1626), a quien se le atribuye el desarrollo del método científico, señaló:
«Hay dos libros ante nosotros para que los estudiemos para no caer en el error; primero, el de las Escrituras, que revelan la voluntad de Dios; luego, el de las criaturas, que expresa Su poder».
¿Y qué diremos de Blaise Pascal (1623–1662), el genial matemático cristiano francés que desarrolló la ciencia de la hidrostática y contribuyó a la formulación de la teoría de la probabilidad? Desde 1658 defendió el cristianismo. Dijo:
«Solo por Jesucristo sabemos lo que es nuestra vida, lo que es nuestra muerte, quien es Dios, y lo que somos nosotros. Así pues, sin las Escrituras, que tienen solo a Jesucristo como objetivo, no sabemos nada y solo vemos oscuridad y confusión en la naturaleza de Dios y en la naturaleza misma».
Samuel F. B. Morse (1791–1872) inventó el telégrafo Morse y el código Morse, fue un pionero de la fotografía en los Estados Unidos y fundó la Academia Nacional de Dibujo de Estados Unidos. Morse, un cristiano dedicado, fundó una de las primeras escuelas dominicales y apoyó a los misioneros. Precisó:
«Cuanto más me acerco al final de mi peregrinaje, más claras son las pruebas del origen divino de la Biblia. Se aprecia más el esplendor y la sublimidad del remedio de Dios para la naturaleza pecaminosa de la humanidad. El futuro está lleno de esperanza y alegría».
El primer mensaje enviado por el telégrafo Morse fue: «Lo que ha hecho Dios» (Números 23:23).
George Washington Carver (1864–1943) al nacer fue un esclavo. Sin embargo, llegó a ser uno de los científicos agrícolas más destacados. Al trabajar en el instituto Tuskegee —universidad de Alabama dirigida a la comunidad afroamericana—, creó 300 productos de maní y 118 de batatas. Enseñó a agricultores negros y blancos a utilizar mejor la tierra. Revitalizó la economía del sur de los Estados Unidos. Contribuyó en gran medida a mejorar las relaciones interraciales. También fue un artista consumado. Al igual que Pasteur, Carver no patentó ninguno de sus descubrimientos, sino que los regaló. No aceptó la propuesta de Thomas Edison de dejar el Instituto Tuskegee y trabajar con un sueldo 60 veces mayor. En 1940 donó al Instituto los ahorros de toda su vida. Carver fue un cristiano devoto. Enseñó la Biblia en la clase dominical que dio desde 1907 hasta su muerte. Comentó:
«¿El secreto de mi éxito? Es sencillo. Se encuentra en la Biblia: “Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas”». James Perloff[5]
Publicado en Áncora en agosto de 2017.
[1] NBLH.
[2] 2 Pedro 1:21 (NVI).
[3] Salmo 19:9; Proverbios 14:34.
[4] Juan 4:24.
[5] James Perloff, Tornado in a Junkyard (Arlington, Mass; Refuge Books, 1999).
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