Dios lo sabe

febrero 17, 2015

Recopilación

—Necesito aceite —dijo el anciano monje. Y plantó un esqueje de olivo.

—Señor —rogó—. Necesita lluvia para sus tiernas raíces. Envía chubascos suaves.

Y el Señor los envió.

—Señor —volvió a orar el monje—. Mi árbol necesita sol. Envía sol, te lo ruego.

Y el sol dio un destello de oro a las goteantes nubes.

—Ahora, Señor, envía una helada para que la escarcha le afirme los tejidos —clamó el monje.

Entonces el arbolito brilló con la escarcha. Sin embargo, esa noche murió.

El fraile fue a la celda de otro monje de su congregación, y le contó su extraña experiencia.

El otro religioso le dijo:

—Yo también planté un arbolito y está creciendo bien; pero encomendé mi árbol a Dios. Él sabe más que un hombre como yo lo que necesita el árbol. No le puse condiciones. No fijé modos ni medios. Oré: «Dale lo que necesite. Tormentas, sol, viento, lluvias o heladas. Tú, que creaste el árbol, lo sabes».  Anécdota atribuida a Linda Dillow

*

La otra noche, cuando cabalgaba de regreso a casa tras un día de intenso trabajo, me sentía muy cansado y deprimido. De pronto recordé el versículo «bástate Mi gracia»[1].

Dije: «Así es sin duda, Señor», y solté una carcajada. Me pareció absurda esa falta de fe.

Es como si a un pececillo con mucha sed le preocupara que el agua del Támesis se fuera a acabar, y el río le asegurara: «Bebe tranquilo, pececito; mi corriente tiene agua de sobra para ti».

Luego, imaginé a un hombre a lo lejos, en una alta montaña, diciendo para sus adentros: «Respiro tantos metros cúbicos de aire al año. ¡Un día se me acabará el oxígeno de la atmósfera!» Y de inmediato la Tierra responde: «Respira tranquilo y llénate los pulmones. Mi atmósfera tiene aire de sobra para ti.»

¡No nos quedemos cortos con la fe! Un poco de fe lleva el alma al Cielo, pero una fe grande lleva el Cielo al alma.  C. H. Spurgeon

*

No os angustiéis, pues, diciendo: «¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?», porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas. Buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.  Mateo 6:31-33[2]

*

Para toda preocupación,
oh bálsamo sanador,
cuando solté mi carga
la tomó mi Señor y Salvador.

Ahora camino donde solía correr,
ahora mi fortaleza es saber
que Dios puede cuando no puedo,
que Él sabe cuando no sé.

Adiós preocupación y temor,
hallé el descanso divino,
Él conoce mi vida y porvenir,
y cada recodo de mi camino.

Cuando surge un interrogante,
o amenazan la duda y el pavor,
llega esta respuesta garante:
no lo sé, ¡pero Dios lo sabe!

Annie Johnson Flint

*

No tenemos más que seguir a Jesús. […] Aunque seamos infieles, Él permanece fiel. No puede negarse a Sí mismo. No puede faltar a Su Palabra, sino que verá que se cumpla. Él nos sacará adelante. Ha comenzado en nosotros una buena obra y la terminará.

Solo Dios puede hacerlo y solo Él puede mostrarnos qué hacer y cómo hacerlo, y protegernos mientras lo hacemos, proveer para nuestras necesidades, y conducirnos y guiarnos paso por paso. De modo que no traten de resolver las cosas ustedes mismos. […] Clamen a Dios, pídanle soluciones, y Él nunca les fallará.

Solo Dios sabe lo que hay que hacer, solo Él sabe lo que quiere que se haga y solo Él puede hacerlo. […] Dios sabe lo que hace. Así que, por el amor de Dios, dejen que lo haga y limítense a acudir a Él para averiguar qué hace, qué quiere que hagan ustedes y en qué dirección se está encaminando.

No intenten razonar las cosas con su propio entendimiento, sino más bien póstrense a orar. Clamen a Dios con intenso llanto y lágrimas, de todo corazón. Busquen solo en Él las soluciones. Solo Él las tiene y solo Él puede hacerlo.  David Brandt Berg

*

En el sermón del monte, uno de los temas de los que habló Cristo fue la oración. Enseñaba a la gente a no ser como los paganos que emplean vanas repeticiones en la oración. En Mateo 6:8 añadió: «Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis».

Parece que a muchos les cuesta entender que Dios es omnisciente. Lo sabe todo. Cuando sufrimos decaimiento del ánimo o estamos dolidos, Dios conoce bien la situación y a menudo eso se vuelve una fuente de consuelo. En particular cuando una respuesta viene rápidamente, incluso cuando uno todavía está orando.

Eso le pasó a Daniel en una ocasión. El hecho está registrado en Daniel 9:21, cuando dijo que mientras oraba, Dios envió Su ángel Gabriel: «Aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde».

En Isaías 65:24 dice que será común en la vida futura: «Antes que clamen, Yo responderé; mientras aún estén hablando, Yo habré oído». Sin embargo, aunque Dios no siempre quiera responder de inmediato cada vez que oramos hoy, no significa que no se da cuenta de lo que nos pasa.

A veces las enseñanzas están en la espera en sí —una prueba de fe— pero si de verdad eres uno de los Suyos, jamás llegará el momento en que no llegue lo que necesites, como David escribió en el Salmo 37:25: «Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan».

Porque Él sabe lo que necesitas. Antes de que lo pidas.

¿Tienes hambre? «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?»[3]

¿Necesitas ropa? «Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?»[4]

Sea cual sea tu necesidad, Dios sabe cuál es. Y responderá a Su manera y en el momento que le parezca más conveniente.  Tammy[5]

*

Los obstáculos te bloquean el paso. Los caminos están cerrados con barricadas. Las entradas están cerradas con candado. ¿Conoces la frustración que se tiene al encontrarte con una puerta bloqueada? Te parece que estás en un atasco, que no puedes escapar.

Max Lucado, en su libro 3:16: The Numbers of Hope, habla del desafío que presenta una puerta bloqueada. Escribe: «No es que nuestros planes sean malos, sino que los planes de Dios son mejores».

Dios se vale de las puertas cerradas para hacer que su causa avance.

Alguien ha dicho: «Si quieres hacer reír a Dios, muéstrale tus planes». No es que Dios no quiera que lo intentes ni que sueñes en grande. Te da los deseos de tu corazón, pero Sus planes son más grandes de lo que podemos llegar a imaginar.

La gente acude a adivinos y videntes en busca de respuestas. Quiere conocer su futuro y qué esperar. Dios quiere que confíes en Él. No necesitas una bola de cristal para eso.

Es posible que un atasco te haya evitado un terrible accidente. Quizá no te llamaron para un trabajo específico porque en realidad ese no es el lugar adecuado para ti. Tal vez si esperas un poco más, se presentará una mejor oportunidad laboral, y será la indicada.

Cuando la vida es una lucha, nuestra fe es puesta a prueba. Aprender a confiar en Dios es un viaje que dura toda la vida. Habrá días en que tu fe será cuestionada. Cuando las puertas estén cerradas con llave y tengas que esperar hasta el final.

Salmo 37:3-4 dice: «Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón».

Dios conoce el día de hoy, el mañana y todo lo que hay en medio. No vemos todo lo que Él ve y no sabemos todo lo que Él sabe.

«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y Mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así Mis caminos están más altos que sus caminos y Mis pensamientos, más altos que sus pensamientos»[6].

No es que nuestros planes sean malos, sino que los de Dios son mejores. Dios sabe qué necesitas. Conoce tu corazón y sabe qué es lo mejor. Persevera; la situación mejorará.  Artículo del blog FaithDream’s Inspiration[7]

Publicado en Áncora en febrero de 2015.


[1] 2 Corintios 12:9.

[2] RV 1995.

[3] Mateo 6:26 RV 1960.

[4] Mateo 6:28-30 RV 1960.

[5] http://www.keptbygrace.com/archive/god-knows-what-you-need-before-you-ask.

[6] Isaías 55:8-9 NTV.

[7] http://faith-dream.com/2012/03/01/god-knows-your-plans-and-your-needs-he-knows-your-heart.

 

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