Seguir Sus huellas

octubre 8, 2014

Debby Blettner

Las huellas de cada persona son únicas, al igual que las de Dios. Al reconocerlas, pueden llevarnos a lugares nunca imaginados. Si son como yo, les encantará la emoción de la travesía. Es posible que se sorprendan al descubrir los lugares a los que Él los llevará. Aférrense a Él como si su vida dependiera de ello y llegarán a la cima, ¡que es maravillosa!

La sincronía del universo es un tema muy popular. Consiste en demostrar la intención y tener la certeza de que el universo proveerá. Mi interpretación de la teoría es que Jesús ve nuestra necesidad y provee para nuestras necesidades a manos llenas. También nos ofrece Su hombro para que lloremos durante los tramos más difíciles del trayecto y Sus brazos para consolarnos. Es Su sonrisa, siempre presente para animarnos y Sus huellas que indican el camino.

Desde 2007 a 2009 estuve postrada en cama. Los doctores me diagnosticaron un caso agudo de fibromialgia y fatiga suprarrenal. Necesitaba ayuda. Mucha ayuda. Podría decirse que necesitaba un milagro. Los sueños me indicaron el camino; fueron susurros de esperanza en el intenso deseo de recuperación. Seguir las huellas del Señor se convirtió en mi única esperanza.

Desde 2005, mi marido y yo dirigimos un programa de rescate de alimentos en los mercados locales de fin de semana. En 2009, mientras trabajaba allí, conocí a Jan. Él me presentó a Tony, que opera salones de conferencias. En el curso de una conferencia en el salón de Tony, conocí a Elaine, que acordó reunirse conmigo para tomar café e intercambiar productos. Sus productos son suplementos de salud; los míos, producciones de Aurora. Durante nuestra reunión, adquirí sus suplementos de cinco estrellas y ella me compró un libro. Luego de despedirnos, me acosté exhausta.

Después de tomar esos nuevos suplementos durante tres días, tuve lo que me gusta llamar una resurrección. Me levanté de la cama sin ayuda. Ni siquiera tuve necesidad de un bastón. Estaba llena de energía. El dolor se desvaneció y sentí mucha hambre. Estaba segura que había sido un milagro. Más adelante, mi doctor confirmó que había sufrido un agudo agotamiento nutricional. El Señor me envió los suplementos alimenticios para fortalecerme. A menudo me pregunto, ¿qué habría pasado de haberme quedado en casa la noche que conocí a Elaine, la amiga que entendió mi crisis de salud? ¿Qué habría pasado de no seguir las huellas del Cielo? Me pregunto cómo sería mi vida hoy.

El mes de febrero de 2010 fue muy emocionante. Mi marido y yo nos convertimos en dueños de una empresa científica de la salud. Las compras que realizábamos en nuestra propia tienda virtual nos ofrecían descuentos y comisiones. Luego de recuperarme, continué investigando medidas preventivas de salud. Mis investigaciones se basaban en los consejos de mi doctor, en relación a los suplementos que tomé. Encontré un mundo de doctores y profesionales reconocidos de la salud, los cuales me ofrecieron una fuente inagotable de publicaciones, seminarios virtuales, conferencias y cumbres mundiales en línea y libros, los cuales estudié detenidamente durante mi recuperación. Lo que buscaba era el común denominador, la verdadera raíz, la solución y la curación, así como prevención de deterioros de la salud. ¿Qué decían todos? ¿Qué era lo que tenían en común? Seguí de cerca a profesionales y estudiosos de la materia, los cuales investigaban la solución a condiciones médicas incurables, como la mía.

La investigación reveló que la curación procede de una conexión entre lo emocional y lo espiritual, en especial la salud del tracto gastrointestinal, el cuerpo, la mente y el espíritu. La experiencia obtenida durante mi etapa de curación y recuperación me motivó a escribir mis descubrimientos. Ello en el futuro puede resultar en autorías, charlas, seminarios, coaching y mercadeo de libros y suplementos.

Los caminos de Dios difieren mucho de los del hombre. Sus maravillas son insondables. A fin de llevar a cabo esos deberes, debo guardar una salud plena, aunque de momento me encuentre lejos de ello. Si bien mi mente se está llenando de conocimiento y mi corazón desborda en palabras, la aparente fantasía de autorías, liderazgo de seminarios, mercadeo en línea, coaching y oratoria se encuentra muy lejos. A lo mejor lo llevaré a cabo en otra vida.

Pero, ¿y si Él me está llamando a desempeñarme en ese campo? ¿Y si me curo por completo? ¿Y si únicamente me recupero lo suficiente para seguir con fervor Sus huellas en mi completa debilidad y dependencia de cada palabra Suya, cada huella que veo aparecer en la arena frente a mí? ¿Podría ser ese Su camino? Son misterios que quedan por descubrir. Pero existen precedentes. En el curso de la Historia, los débiles fueron escogidos para desempeñar Sus tareas, pues saben Quién es el que produce los resultados. Resulta mucho más fácil darle la gloria a Dios cuando apenas se puede pronunciar palabra, cuando es casi imposible mantenerse en pie durante cortos periodos de tiempo, cuando el cuerpo sufre dolores atroces e interminables y cuando los pensamientos son turbios e incompletos.

Cuando el Señor me llena con Su presencia y me entrego a Él, que Él obra a través de mí, una vasija humilde que únicamente desea cumplir Su máxima voluntad. No hay incógnita sobre quién lleva a cabo la tarea. La única pregunta es cómo. Es parte del milagro, la maravillosa gracia, el gozo sin fin y el esplendor de someterse a Él, que nos ama más de lo que podemos imaginar. Tal es la importancia de Sus huellas, las cuales estoy decidida a seguir. «Tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él»[1].

En realidad, ya se han impreso algunos de mis escritos; he ejercido de coach, dictado seminarios y presentaciones, y vendido productos en la Internet. Lo único que debo hacer ahora es seguir Sus huellas hacia mi futuro, que podría contener mayor énfasis en estos dones y talentos que he recibido como legado.

El eslogan de nuestra empresa de ciencias de la salud es Tu salud, tu vida, tu camino. En calidad de asociada de la empresa, y equipada con los talentos que he aprendido como misionera veterana, profesora, educadora, madre y esposa, me pregunto si estoy lista para continuar desarrollando esas habilidades. Continúo observando Sus huellas.

¿Qué es lo que más los apasiona? ¿Puede ayudar a otros? Lo más probable es que sea una actividad pertinente a su vida, de la misma manera que mi pasión se relaciona con la salud. Cuando algo nos apasiona, todos los caminos dirigen a ello. Nos llama, nos frustra y nos obliga a encontrar respuestas. Nos ponemos a investigar, y la información fluye hacia uno desde cada aspecto del tema. Los diminutos fragmentos empiezan a unir los puntos y a formar una obra de arte. Se siente el enorme deseo de hablar de ello, de escribir al respecto, de compartir lo aprendido con personas que acuden a uno por información, los cuales a su vez divulgan lo aprendido. Uno se convierte en una fuente confiable y otros descubren en nosotros honestidad, respetabilidad y confiabilidad. Incluso pueden llegar a conocer a su Salvador gracias a su testimonio y ayuda, al hecho de estar siempre dispuestos a prestar ayuda, incluso aunque nunca hablen de su fe hasta ganarse su confianza.

Es un camino maravilloso. Cabe añadir que resulta inesperado, pero me siento muy contenta de haberlo seguido hasta ahora y emocionada al atisbar indicios de lo que me aguarda y del destino hacia el cual Él me guía. Me aferro a Su mano como una pequeña con su padre. Pero no me cabe duda que será muy emocionante y que tendré todo lo necesario para seguir Sus pisadas. Los animo a hacer lo mismo. ¿Cuál es su llamado?


[1] Isaías 30:21.

 

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